El otro dolor de muelas

En DeChalaca.com, como subrayaron nuestros editoriales a lo largo del último mes, consideramos que la huelga de futbolistas de febrero estuvo justificada; asimismo, afirmamos que condenar a la Agremiación de Futbolistas por la crisis resultaba una imprudencia, porque atenuaba las culpas de los dirigentes irresponsables de nuestro fútbol; finalmente, saludamos el retorno de la Universidad San Martín (que se concretará este domingo 25, en Cusco, cuando enfrente a Cienciano), sin el cual el futuro se hubiera visto más sombrío que el difícil presente.
Sin embargo, no podemos obviar que, en esta coyuntura, el Safap cometió un error táctico, que terminó siendo grave: no aseguró, con anticipación, el respaldo de quienes debían ser sus aliados (los clubes formales). Luego, en las tres semanas siguientes, con la San Martín renunciando, los reflejos políticos del sindicato tampoco fueron los apropiados: tardó en asumir el liderazgo en las negociaciones y se dejó avasallar por los ataques de los clubes más informales. En otras ocasiones, reaccionó de forma desafortunada: las declaraciones del abogado Johnny Baldovino (“la San Martín buscó una excusa para retirarse”) y la polémica en que se enfrascaron con Franco Enrique Navarro (que el Safap personalizó absurdamente) redondearon el desatino político.
Disipada buena parte de la crisis (al menos en lo que respecta al tema de la huelga y de la renuncia de San Martín), es necesario realizar un balance, sobre todo cuando la Agremiación ha quedado seriamente debilitada. Nadie puede negar que, en los últimos diez años, el Safap, dirigido por Francesco Manassero, ha encabezado los procesos más serios de formalización del fútbol peruano, que tuvieron como emblema la huelga de 2003. Creemos, sin embargo, que en estos momentos, la renuncia de su directiva se impone, no para darle la razón o el gusto a los informales y a los desubicados (que incentivaron un cargamontón que esta web reprobó), sino por dos razones concretas:
1) Una renuncia de Manassero le daría una suficiente superioridad moral frente a dirigentes como Burga, Souza Ferreira y otros, quienes no asumen sus errores y menosprecian el concepto de responsabilidad política. Si bien recalcamos que las razones de la huelga eran más que legítimas, los errores tácticos cometidos tuvieron consecuencias que deben asumirse.
2) De otro lado, un cambio de directiva impedirá que el Safap, como institución, no se debilite más ni tire al tacho lo conseguido en diez años. Por desgracia, las figuras de Manassero, Revilla y Baldovino despiertan hoy recelos en parte de los futbolistas, que difícilmente obedecerán a un llamado de huelga así las circunstancias lo ameriten (Leao Butrón ha sugerido que dudaría en acatarla); esto, desde luego, le dejaría el camino libre a los dirigentes informales. Una renuncia y adelanto de elecciones, que instaure a nuevas autoridades ante los jugadores, podría darle al Safap un nuevo aire y reduciría las disidencias. Incluso, Manassero y su directiva tendrían el camino allanado para, dentro de cinco años, aspirar a una nueva gestión, pues la renuncia demostraría, ante los propios futbolistas, que se trata de personas correctas, en las que pueden confiar, como lo han hecho por más de una década.
No nos sumamos al cargamontón que les hicieron durante la crisis, pero creemos que, por razones estrictas de viabilidad, la renuncia de Manassero y su directiva resulta indispensable.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com

Seguro ustedes son de la U y Alianza Lima... El hecho de irse y volver no es un mal sintóma de no ser club serio...
Considero que para quienes piensas que no debe estar la San MartÃn es porque les interesa un torneo de fútbol profesional con equipos con dirigentes cabezeadores, con perros muerteros, etc.
En mi opinión Manassero debe salir de la Agremiación y no deberÃa estar ningún dirigente de la actual Agremiación, si se pide el cambio en la FPF deben dar el ejemplo.
ELECCIONES EN LA AGREMIACION