San Martín de los silencios
El título del Clausura se consumó para la Universidad San Martín en el estadio que lleva su nombre, aunque sin la necesidad de estar presente, algo que no se daba en el fútbol peruano desde 1986. Cristal se encargó de facilitarle todo, con un pobre empate en casa (1-1) ante Alianza Atlético. Los santos, que esperaban consagrarse recién mañana, ya son privilegiados espectadores de lo que queda del torneo.
¿Cuál fue el último equipo que logró un título antes de jugar?
Ya había asegurado el cupo copero, pero igual la misión de Cristal era molestar. No rendirse tan pronto. Y ni siquiera pudo hacerlo ante este empeñoso Alianza Atlético, que pelea un lugar en la Sudamericana. Se resignó a un empate 1-1 en casa. Y había un campeón que lo vio todo frente al televisor. La San Martín se llevó el Clausura.
Lobotomía
Sin mayor sorpresa en sus ataques, el dominio celeste solo iba a poder materializarse en una jugada individual. Y fue Carlos Lobatón, con un espectacular remate de lejos, dijo presente. A palo contrario, con Jorge Rivera sorprendido. El balón quedó dormido en sus redes. Y el resto del partido continuó en medio del incontinente dominio cervecero.
Cuestión de honor
Las llegadas por los lados de 'Danny' Sánchez fueron las únicas variantes creativas del cuadro de Oblitas. Para el segundo tiempo, el partido se tornó cada vez más lento, con aislados y poco profundos ataques del local. Ello le pasaría factura más adelante.
Se fue a la guerra
Cuando Oblitas sentía seguros los tres puntos en el bolsillo, mandó a la cancha al ‘Chorri’ Palacios, recuperado de su lesión. Luego entró Lizarbe. Y después llegó el Waterloo rimense. Un disparo curvo de Valverde no pudo ser controlado por Erick Delgado, cómplice del infortunio. El San Martín, el estadio, quedó congelado. El otro San Martín, el equipo, más afiebrado que nunca.
Se hace un nombre
Marcio Valverde ya había empezado a hacerse conocido tras el golazo que hace unas fechas le hiciera a Alianza Lima. Pero hoy sí se quedará enclavado en la memoria rimense: su gol les quitó el sueño del campeonato, un año más. San Martín, en cambio, habría de ir haciéndole una placa recordatoria.
¡Adiós, adiós!
Los minutos restantes solo sirvieron para que los albos de Santa Anita fueran acomodándose para los abrazos frente al televisor. Cristal cayó en impericias infantiles, en cargamontones inútiles, en la desesperación más viva. Jorge Rivera y toda la defensa sullanense se encargarían de despejar todo balón que llegó a su área. Y es que la historia ya estaba escrita. Con todos haciéndole el favor, sin necesidad de pensar en el partido de mañana, la Universidad San Martín tendría una vuelta más silenciosa de lo esperado.
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
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