Que salte todo lo del sur
Alianza Lima ha trabajado en Chile de cara a la temporada 2012 y los partidos de preparación han arrojado las primeras evaluaciones sobre su desempeño futbolístico. No ha mostrado demasiadas virtudes, aunque tampoco ha estado en un nivel discreto.
Amén de los justificados cuestionamientos a los manejos dirigenciales que Alianza Lima viene desarrollando, incluso vinculados con el financiamiento de su pretemporada en Chile, no puede espetarse que en lo futbolístico al menos el roce internacional le viene bien para comenzar el año. Tras dos temporadas, el cuadro íntimo dejó de lado el desolado ambiente argentino y se hospedó en suelo chileno. Con José Soto como técnico, en tienda blanquiazul se ha conformado un plantel con la idea que prevalece desde hace algún tiempo: la mezcla entre experiencia y juventud. Así, se han incorporado jugadores para cubrir posiciones determinantes y, con la suma de los partidos de preparación, amalgamar características en pos de la versión aliancista 2012.
Arco: Nadie lo mueve
Este año, los tres maderos íntimos deberían gozar de la tranquilidad que había perdido hace tres años. Se sabe que en este puesto casi siempre hay un titular, un suplente y un juvenil; y así parece entenderlo también ‘Pepe’ Soto. El titular sin discusión será Salomón Libman, quien en los amistosos en territorio chileno ha ratificado sus condiciones para ser el dueño del pórtico. Jorge Rivera será un sustituto de garantías -más allá de algunos bloopers cometidos en Sport Huancayo-, mientras que Ángel Azurín estará dispuesto ante cualquier eventualidad. No hay mayores secretos en esta posición y existe la confianza suficiente en que ‘Yuyo’ otorgará seguridad.
Defensa: Preocupación (a medias)
Este es el sector en el que existen menos variantes, pero no por ello es el más débil. No debería sorprender si se improvisa a ciertos jugadores en esta zona, sobre todo en caso de una hemorragia de zagueros lesionados. Christian Ramos y el uruguayo Walter Ibáñez apuntan a ser los titulares en la zaga básicamente por la experiencia que tienen sobre Carlos Ascues. En tanto, Giancarlo Carmona y Luis Trujillo han mostrado credenciales para ser los laterales del flanco derecho e izquierdo, respectivamente. Como alternativas están Édgar Villamarín, Manuel Corrales y el juvenil José Cánova. De acuerdo con el rendimiento que tuvieron en los cotejos de preparación, el charrúa Ibáñez aún no luce compenetrado con sus compañeros, sobre todo con ‘Talara’ Trujillo -lo que genera algunos vacíos en el sector izquierdo de la zaga, notorios sobre todo en el primer gol de Colo-Colo, obra de Gonzalo Fierro-. A diferencia de otros años, no existe un líder (o alguien que tenga voz de mando) en la zona defensiva: Ibáñez no asume ese papel y mucho menos Ramos. Tampoco lo hace Libman, y por eso Édgar González a veces tiene que cumplir esa función.
Volante: Conociendo otros caminos
En tienda íntima se conoce de memoria el 2-3; aunque, al parecer, Soto estaría preparando una ligera modificación. Henry Quinteros y Édgar González tienen un pie en el acelerador para arrancar en la primera línea; sin embargo, por lo visto en el choque frente a Colo-Colo, el ‘Pato’ podría ubicarse unos metros delante del paraguayo y no a su lado. Esta variante obedece al apoyo que requiere Johnnier Montaño para hacer triangulaciones y, por qué no, al sitio que podría tener el chileno Fernando Meneses -si se superan los complejos intríngulis en torno de su pase- en la oncena titular, obligando a que Paolo Hurtado tome la posición de Quinteros para ser lanzador. En todo caso, existen las opciones de Juan Jayo -para fortalecer la marca-, Paulo Albarracín -para inyectarle más dinámica y resistencia- y Carlos Beltrán para integrar esa zona. A priori, de mantenerse el esquema de 2011, no debería haber reparo en que Hurtado, Montaño y Jorge Bazán conformen la segunda línea del medio sector. Los otros que esperan su chance son Joaoziñho Arroé, Junior Viza y Edson Aubert.
Delantera: De uno o dos (o más)
Esta es la línea más floja de los aliancistas según lo visto en los encuentros en tierras sureñas. No es que el charrúa Jonathan Charquero -quien ha alineado en la oncena titular- haya mostrado ciertas deficiencias en su juego, sino que para que tenga éxito depende mucho de la producción de los volantes ofensivos. Si no le sirven balones con constancia, lógicamente es poco probable que convierta en las redes rivales. Igual, no hay que descartar que Soto emplee dos atacantes, tal como ha probado en algunos partidos. Las opciones de Cristofer Soto -quien convirtió el tanto de empate ante O'Higgins-, José Carlos Fernández y Miguel Curiel le permiten al estratega victoriano tener dicha posibilidad.
En suma: Bien no está, mal tampoco
Aunque suene apurado emitir un juicio sobre el rendimiento blanquiazul sobre todo cuando recién ha salido de una pretemporada, es importante señalar algunos conceptos recogidos a partir de lo mostrado en sus diversas presentaciones. Ha adquirido ritmo de competencia en un lapso corto e incluso se puede afirmar que cuenta con resistencia física en partidos exigentes, como el último sostenido ante Colo-Colo. No obstante, los íntimos han evidenciado ciertos defectos. En cuanto al sector defensivo, si bien se reagrupan con rapidez y reducen espacios, no han mostrado solvencia en el juego aéreo y muchas veces en Chile les ganaron las espaldas con facilidad. Por último, no hay claridad en los ataques y solo se han empleado los remates de larga distancia para generar peligro real. Además hay que añadir que hubo deficiencias en las jugadas de balón detenido, tanto en situaciones defensivas como ofensivas. No es alarmante, pero sí preocupante.
Foto: emol.com
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Lo siento Henry pero ese no es tu puesto, por fÃsico y por caracterÃsticas.
