Llaneros a lo lejos
Venezuela está bien posicionado en las Eliminatorias y muchos hablan del buen trabajo de su cuerpo técnico. Lo que pocos destacan es la labor dirigencial de repatriar a jugadores que en un inicio no tenían intenciones de vestir los colores llaneros.
El buen año que cierra la selección venezolana ha sido reconocido mundialmente. Su cuarto puesto en la Copa América y su coliderato en las Eliminatorias hablan de un trabajo serio y progresivo que ya tiene años y que los ha llevado a pensar que esta puede ser la oportunidad en que logren su clasificación al Mundial. Parte de este trabajo progresivo también ha incluído repatriar ciertos jugadores que si bien nacieron en Venezuela, su presente no los vinculaba con este país.
Ojeando conocidos
La apuesta, que es reconocida por la prensa como gestión de la Federación Venezolana de Fútbol, ha sido la de contactar a jugadores que hoy en día juegan en equipos de Europa pero que nacieron en tierras llaneras. En esa línea, el jugador más mediático que decidió ponerse la granate fue el defensor del Athletic Club de Bilbao, Fernando Amorebieta. Nacido de padres emigrantes en Cantaura, al este de Venezuela, aceptó el llamado de César Farías y su aparición fue clave ya que anotó el gol de la victoria ante Argentina por Eliminatorias.
Otro jugador que aceptó el llamado del DT llanero fue el arquero Dani Hernández, hijo de padres gallegos, que fue parte del plantel venezolano en la Copa América de Argentina. Situación similar fue la de Nicolás 'Miku' Fedor, hijo de emigrantes húngaros, vivió en Venezuela durante niño pero luego partió a España, donde hizo su carrera como futbolista. Farías lo sumó al equipo y ya tiene 32 partidos con la vinotino.
A este grupo hay que sumarle a los hermanos Rolf y Frank Feltscher, quienes nacieron en Suiza. Su madre venezolana los llevó a vivir de pequeños a su tierra natal y es ahí donde se identifican con este país. Aun así, ambos llegaron a ser parte del combinado suizo Sub-17 (en el caso sólo de Ralf), Sub-19 y Sub-21 (sólo en el caso de Frank). Un acercamiento con la FVF terminó por convencerlos de que elijan a la selección del norte de Sudamérica como selección absoluta. Andrés Túñez, jugador del Celta de Vigo, es otro de los que se suman a esta lista. El defensor nació en Venezuela de padres gallegos, quienes de niño regresaron con él a España. Caso similar es el de Julio Álvarez, volante nacido en Caracas y que juega actualmente en el Numancia de la Segunda División de España.
El crecimiento palpable
La razón a la que le atribuyen este interés por los jugadores de vestir la vinotinto fue el cuarto puesto en la Copa América de este año, de acuerdo con declaraciones de Jesús García Regalado, secretario general de la FVF. Asimismo, el director señala que es César Farías uno de los responsables de que los jugadores se convenzan del proyecto venezolano. Pero este caso de repatriaciones no es noticia nueva en Venezuela.
En 1999 se empezó con la repatriación de Andreé González, que había jugado y vivido en Uruguay muchos años. Aunque Massimo Margiotta (de origen italiano) y Jonay Hernández (de origen español) fueron los que confirmaron que esta opción era seria y podía dar buenos resultados. Desde ahí, Venezuela siempre ha buscado jugadores que militen en el primer mundo futbolístico y que tengan algún tipo de origen venezolano.
En esta lista encaja Jeffrén Suárez, jugador nacido en Venezuela y que militó en las divisiones menores del Barcelona. El ahora jugador del Sporting de Lisboa en su momento rechazó el llamado de Richard Páez a ser parte del plantel que encaró la Copa América de 2007. El cambio de normativa de la FIFA ha dejado abierta la posibilidad de que acepte en un futuro el llamado de la selección venezolana, aunque hay que decir que Jeffrén ya ha participado con las divisiones inferiores de España.
Lo que se puede aprender
El caso Alfredo Morales sonó en las semanas pasadas en gran medida por la convocatoria del jugador del Hertha Berlín a la selección estadounidense. Morales no llegó a debutar en la fecha FIFA y aún podría ser llamado a la selección. Puede que ya algunos hayan descartado esta posibilidad, pero los casos de los jugadores mencionados confirman que las repatriaciones no son una mala opción. Si bien es cuestión de opiniones, en un país en que los jugadores de primer nivel no sobran, el poder reforzar y aumentar la base que tiene en este momento Sergio Markarián no es una idea para nada desdeñable.
Fotos: AP, oleole.es
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