Empate de media tabla
Gálvez y Vallejo empataron cuando menos lo debieron hacer. Sumar de a uno es sumar poco en miras de un objetivo concreto, llámese Sudamericana. El 'Poeta' golpeó primero y pudo aguantar durante casi 50 minutos las arremetidas chimbotanas. Dos goles seguidos voltearon el marcador al local, y finalmente el ‘Gabo’ García sentenció el empate en un encuentro entretenido y con buen fútbol.
¿Qué patrón siguen los equipos de 'Rafo' Castillo como locales ante Vallejo?
Llegando al final del campeonato empiezan los partidos con equipos de media tabla que ya asegurados de la permanencia buscan un milagroso cupo a la Sudamericana para mejorar la honrosa campaña. Gálvez y Vallejo jugaron en el Centenario un partido sin presiones, pero no por ello aburrido o desganado. La presencia de público tampoco era desmerecida y el único inconveniente fue el manoseado pero últimamente opacado tema de las canchas sintéticas.
Para variar un poco
En los locales aunque por obligación hubo un notorio cambio. El ‘Chino’ Ibarra volvió a la oncena titular ante la lesión de Luis Mayme. También entró uno más habitual como Víctor Oviedo, por la lesión de Juan Jayo. En tienda vallejiana, Viera se decantó más por hacer movimientos e incluso cambió la táctica. Luis Cordero se resintió de su lesión y sorpresivamente no apareció en la formación. La novedad con merecimiento fue la del uruguayo Peula en actitud ofensiva. En la volante marcó bien la dupla Torres-Otoya y en la delantera quedó como único punta Ricardo Caldas.
Le quiso pegar
Con el partido incierto y ataques para ambos equipos apareció una jugada inédita que abrió el marcador. La pelota quedo botando cerca de la línea del saque de banda y sin dudarlo, Manuel Ugaz le golpeó y dando una curva imparable superó a Jaime Muro. 
Dirán algunos que quiso centrar y el efecto le jugó a su favor. Pero Tenchy -acaso influido por la APEC- es de los que buscan la sorpresa y seguramente le quiso pegar, pues el giro así lo demuestra. Redondo partido del lateral derecho vallejiano, quien no solo se proyectó con peligro sino que defendió con seguridad. Titular asentado en la escuadra trujillana.
Fischer los pintó
Finales del primer tiempo. Cuando Gálvez más buscaba el gol, apareció la figura de Fischer Guevara en el arco visitante: un cabezazo de Carlos Ibarra fue espectacularmente desviado por el arquero. 
Un par de salidas bien coordinadas y hasta la ayuda del palo ante un zurdazo de Muñoz mantuvieron el arco a cero durante los primeros 45’. En el banco trujillano la sana competencia había llegado, pues volvió -después de seis meses de lesión- Joel Pinto.
Pesca instantánea
Fuera por la actuación de Fischer Guevara, la solidez inusual de Rebosio o la falta de ideas de la ofensiva chimbotana, el marcador se mantenía 0-1. Pero una confusión de la defensa trujillana que dejó de cabeza servido el balón a Velázquez dio oxígeno a los porteños; el argentino fusiló de volea a Guevara. Y tan solo dos minutos después, Meza Cuadra, tras un córner, se aprovechó de la incertidumbre trujillana y adelantó momentáneamente a su equipo.
Reglas de goleadores
Gálvez pudo ponerse de ventaja merced a una distracción trujillana. La tan comentada regla de ‘Titín’ Drago se hizo efectiva, pues el lapso entre los goles fue de dos minutos. Sin embargo, no se cumplió para el empate vallejiano, que llegó cuando habían pasado nueve minutos del gol de Meza Cuadra; fue a través de ‘Gabo’ García, con dedicación anímica a Orejuela incluida. Igual lo gritaron como tal los que narran, pese a que para los que escriben la resta de 80 - 71 siga arrojando como resultado 9, número que matemáticamente excede a 6. Y pese a que para trujillanos y chimbotanos, las matemáticas esta vez hayan servido de poco o nada.
Fotos: Diario de Chimbote
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