Composición fotográfica: Roberto Gando/ DeChalaca.com DeChalaca.com cierra su especial con el encuentro que hay afrontar con los que odian el balompié. Hay que rescatar a aquellos que se ven influidos por sectores cuyas posiciones son inmodificables.

Goles por hacer

- Los personajes públicos deben cuidar un poco la lengua al momento de hacer declaraciones con un tono fuerte. El fútbol abarca masas y por eso no se puede decir ligeramente que debe cerrarse y demás adjetivos similares. Es una irresponsabilidad incalculable decir esa sandez, más allá de que las opiniones se respeten. Por eso, se debe identificar a las personalidades que emiten esos juicios para, simplemente, considerar sus posiciones como poco objetivas e ignorarlas.

- Son "rivales" menores, pero el público que comparte la idea de eliminar el fútbol se puede distribuir en varios grupos. Habría que apuntar a los niños y jóvenes, quienes en teoría estarían a tiempo de darse cuenta de que el balompié no es como lo quieren pintar algunos. Una vez le escuché a un niño de 8 años decir: "el fútbol de verdad es con sangre". Es ese tipo de conceptos que hay que tratar de suprimir. A mí tampoco me gustaba el fútbol: detestaba ver una pantalla verde, pero después de unos años estoy aquí viviéndolo.

Cambios por realizar

- Lamentablemente, la gran parte de este grupo que ve al fútbol con malos ojos, se ve muy influenciada por ese maldito sector de la prensa -ajena al área deportiva- que se agarra de algún escándalo para hacer un reportaje y emitirlo el domingo. En ese sentido, es el periodismo deportivo quien debe defender el producto y, sobre todo, la materia en la cual basan su labor. Si ahí también van a sumarse a los linchamientos gratuitos hacia el deporte rey, entonces no debemos extrañarnos de que haya público que lo odie.

- El negocio consiste en que ambas partes salgan beneficiadas. Por eso, habría que hacer hincapié en que la publicidad no solo debe servirse del fútbol, sino que el fútbol también debe servirse de la publicidad. En ese terreno deben jugar los dirigentes también. Deben presionar, de algún modo, a las agencias publicitarias de que destaquen sus aspectos positivos. El año pasado descendió un equipo que gozó de apoyo económico por parte de un grupo político, pero luego lo abandonaron a su suerte. Así, el consumidor tendría otra imagen.

Jugadas de riesgo

- Sin duda, el poder que pueda tener aluno de estos personajes representa una amenaza para el balompié. El país estuvo cerca de quedar desafiliado de la FIFA amén a una iniciativa con característica revolucionaria por parte de un congresista, quien ahora está enfocado en temas de seguridad. ¿Por qué existen intenciones aparentemente buenas junto a la incapacidad? Que no se pretenda tapar el sol con un dedo. Hay que elaborar estrategias más inteligentes y no actuar por instintos que llegan a ser traicioneros.

Tarjetas por sacar

- Ya se mencionó en el acápite inicial. Hay que identificar a esos personajes públicos, quienes mediante twitter -por ejemplo- se dedican a hacer gala de su ignorancia e intranquilidad por ver un buen producto, para tacharlos y saber que sus opiniones no son objetivas. Con respecto a lo último, las altas esferas -desde cualquier posición- deben mejorar aún más el balompié en cualquiera de sus ámbitos. Este golpe que ha supuesto la muerte de Walter Oyarce debe servir como un refortalecimiento para responder a esos "críticos" simplemente con actos. 

Composición Fotográfica: Roberto Gando/ DeChalaca.com

Comentarios ( 1)add
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escrito por martin , October 03, 2011
este tema si parece que es un caso perdido, es muy difícil que la gente deje de consumir lo que todos los días ofrecen todos los medios. ¿Si no ven esos programas, qué otra cosa van a ver? No hay alternativas.
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