Rompecabezas infantiles

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En Alianza Lima parece que está prohibido hacer bien las cosas. La historia de Joel Sánchez, relegado del primer equipo por negarse a extender su contrato bajo condiciones que el jugador considera desfavorables, no es la primera de este estilo en el cuadro de La Victoria. Ya antes Paolo Guerrero y Aldo Corzo sufrieron tratos similares. Se trata de buenos jugadores que, por un capricho absurdo de los dirigentes, terminan entorpeciendo su carrera deportiva. Guerrero se perdió el Sudamericano Sub-20 en su momento, Corzo tuvo que salir del equipo por algunos meses cuando empezaba a despegar como futbolista y ahora Sánchez se tiene que valer de asesoría legal para no pasar por el mismo oscuro callejón.
¿De qué sirve ser joven y jugar bien en el cuadro blanquiazul? Se está haciendo costumbre la de atarantar a los jóvenes valores y apurarlos para que firmen el papel que más le conviene al club y que muy poco o nada se preocupa por el futuro bienestar del jugador. La falta de ética y de lealtad de la institución para con los nóveles trabajadores más destacados resulta muy preocupante en el club íntimo. El primero en optar por este tipo de lamentables acciones fue Alfonso de Sousa Ferreyra, de quien Guillermo Alarcón ha heredado aquella pésima costumbre. Antes que conseguir su cometido de sentirse los más vivos del mundo, los dirigentes aliancistas consiguen generar desconfianza entre sus jugadores.
Tanto o más triste aún es el papel que está desempeñando en este drama, el cuerpo técnico de Alianza. Lejos de apoyar a su jugador, con quien laboraron codo a codo en la temporada pasada, Gustavo Costas y José Soto miran al cielo y silban bajito. Ambos fueron futbolistas -a diferencia de los directivos- y deberían tener una posición mucho más inclinada a favor de Sánchez. No debería ser tan sencillo prestar sus nombres para declaraciones como las de Carlos Carpio en las que indica que como Costas no quiere a Sánchez, este irá a la reserva por pedido de Soto. ¿Cómo un jugador que fue titular siempre en 2010 no va a estar en los planes del técnico? Una farsa tan vulgar no merece siquiera el esfuerzo de tratar de desmentirla. Quedan mal los señores Costas y Soto, además de perder la oportunidad de ganarse de modo incondicional la lealtad de sus jugadores.
¿Quién más pierde? Joel Sánchez, evidentemente. A los 21 años, recuperado de una complicada lesión que lo interrumpió en la temporada pasada y sin complicaciones futbolísticas posteriores, el 2011 desprendía un aroma agradable, una fragancia a éxito impostergable para él. Pero todo se pudrió. Se encontró con la “criollada” de unos cuestionables y cuestionados dirigentes (no olvidar las acusaciones de José Carlos Fernández, Wilmer Aguirre y la solidaridad de Jefferson farfán para con este último -todos ellos referentes íntimos-). Sánchez tuvo que quedarse en el verano de Lima a entrenar como el profesional íntegro que ha demostrado ser, mientras que el plantel principal aliancista sudaba bajo la lluvia de Sierra de la Ventana. Ya no hizo pretemporada, quién sabe si lo vayan a prestar, las lesiones podrían acompañarlo en el transcurso de año y cuando este acabe… ¡a ver quien lo contrata! Por ahí que no le queda otra que aceptar una oferta del mismo Alianza que bota y regresa jugadores, ¿sí o no Roberto Ovelar?
Pésimo. Lamentable. Vergonzoso. Indignante. Se puede seguir bastante largo con las emociones negativas que deja el manejo de Alianza Lima. Mejor nos dirigimos al 'Cuy Mágico' para que dé un poco más de plata a quien se lo gana con su trabajo, que entienda que no es regalo sino pura justicia. Que comprenda el señor Alarcón que si quiere asegurar a un jugador que es millonariamente vendible, tiene que invertir porque así es el business. Que se dé cuenta, por último, que “congelándolo” a Sánchez no lo va a poder vender y perjudicará así a la institución que dice amar porque perderá la posibilidad de ganar con la transferencia. Con esta rabieta, presidente, dese cuenta por amor de dios, que todos pierden.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

En la posición de Joel Sanchez hay 2 jugadores que darán mucho que hablar este año si tienen la continuidad de poder jugar en vez de Joel Sanchez y ellos son Andre Carrillo y Paolo Hurtado (ambos con contrato hasta fines del 2012) dichos jugadores podrán explotar su juego este año por Alianza y es igual de probable que a fines de año reciban tentadoras ofertas de otros clubes extranjeros que le permitirán al club intimo un buen ingreso económico para otras contrataciones o seguir remodelando el estadio (la alameda , tablero electronico , area de prensa , etc).
En conclusion dejo esta frase:
El que quiere ir a jugar al extranjero por intermedio de la sagrada blanquiazul pues tiene que dejarle una retribución.
ES UNA PENA QUE HAYA GENTE QUE JUSTIFIQUE ESTAS COSAS.
Concuerdo que tal vez no sea lo mas sensato haber congelado a Joel, pero si se va a ir sin dejar algo al club, es mejor utilizar otros jugadores en ese puesto (Hurtado, Carrillo o el mismo Viza) que puedan irse con un buen contrato y a su vez dejar utilidad al Club.
Si queremos instituciones fuerte y solidas, se deberia cerrar filas a manejos como los del empresario Delgado quien seguramente asesora a Sanchez.
Los que estan pasando piola en todo momento son los Representantes que prefieren no renovar con ALianza para que el dinero por el fichaje sea netamente para ellos.
Me doy cuenta que mucha gente no comparte esta contraria opinión al articulo, sera que no conviene que se sepa lo que esconden los representantes, o el odio que le tienen a ALianza Lima es muy grande, si yo fuera el presidente de ALianza harÃa lo mismo. uds no?
La solución es fácil que Joel Sánchez y su empresario paguen la clausula de Recesión y tema solucionado, asi puede irse a jugar al extranjero o a los equipos que lo apoyan como la U y San MartÃn quienes han dicho que es un jugador es imprescindble...