Foco de blindaje

Guerra avisada no mata gente, reza un conocidísimo dicho latinoamericano, el cual, se cree, encaja perfectamente en lo que trata de hacer Sergio Markarián; por ejemplo, con mensajes como el "dejen de jorobar", expresado recientemente tras las continuos deseos de algunos personajes que no pertenecen -o no quieren o deben pertenecer- al entorno futbolístico. Esto no hace otra cosa mas que reflejar el deseo del técnico uruguayo por demarcar una frontera con la prensa exitista y malintencionada.
El estratega uruguayo sabe bien a lo que se ha metido al aceptar la propuesta de la FPF. Es consciente de que, en algún momento, las derrotas llegarán y seguramente será entonces cuando el entorno de la selección se convertirá en el enemigo que hoy parece no ser. Lloverán críticas de la prensa, de los hinchas y hasta de los clubes. Esta, en cierta forma, podría ser considerada como una reacción habitual, debido a que siempre están los detractores que aprovechan estas circunstancias para atacar.
De hecho, es innegable que los detalles de la vida personal de un futbolista llegan a ser interesantes para cualquier individuo ajeno al deporte, pero, en este nuevo proceso, uno de las primeras cosas que se debe priorizar es alejar de una buena vez todo el ambiente farandulero de nuestra selección. Quienes queremos al fútbol por sobre todas las cosas no podemos permitir que cierto sector de la prensa frívola, a la que el fútbol le interesa un pepino y lo usa solo como una herramienta para vender más ejemplares, siga inmiscuyéndose en un lugar que no le compete y al que acaba haciéndole daño.
Es obvio que Sergio Markarián tiene la convicción de lograr cosas importantes con Perú; caso contrario, no habría aceptado el reto. También está muy claro que el ‘Mago’ le tiene muy poca paciencia a las críticas malintencionadas y a los rumores sin sustento. Quizá incluso la frase lanzada hace unos días por el técnico nacional debió contar con un "joder" en vez de un "jorobar", para darle un tono un poco más amenazante y agresivo a la advertencia. Se vuelve a reiterar: quienes estamos en el fútbol debemos proteger a la selección para evitar que sucesos extrafutbolísticos como el de Farfán, cuya vida privada a nosotros no nos interesa, compliquen la realidad de cara a la Copa América y a las próximas Eliminatorias.
Está también en las manos de los hinchas el poder blindar a los jugadores, en dejarlos concentrarse única y exclusivamente con la selección y en los objetivos que se propongan en el corto, mediano o largo plazo. Se habla de manera repetitiva sobre el cambio de mentalidad que deberían tener nuestros futbolistas si se pretende llegar a un Mundial, pero de poco servirá que ellos lo logren si algunos -muchos- siguen consumiendo las disputas que, de manera insana -y nauseabunda para quienes la farándula nos parece una pérdida de tiempo-, se siguen filtrando cual novela de corto calibre.
Foto: ANDINA

espero no haga lo mismo a la primera q las papas quemen