Hay mucha música por oír
El Perú deportivo necesita más que nunca a El Veco de vuelta al ruedo.
Este artículo debió ser publicado hace una semana. Pero, lo confieso, nunca supe cuál de las tantas cosas que quería decir era más centrada como para empezar de modo ciento por ciento objetivo.
Entendí por qué el último domingo. Por temas familiares, me tocó ir a la clínica donde está restableciéndose don Emilio Lafferranderie. Y quiso el destino que la persona que yo debía visitar estuviera en una sala ubicada a la vuelta del cuarto del querido Veco, del ídolo de mi infancia y de toda la vida.
La puerta de su habitación estaba entreabierta porque unas enfermeras lo estaban atendiendo. Por ello, sobre todo, no me animé a intentar saludarlo -de hecho, dudo que me recuerde, ya que solo lo traté una vez cuando siendo niño tuvo la gentileza de invitarme a su programa-. Pero sí pude notar un detalle de reojo: mientras lo atendían, él hacía rápido zapping entre el Argentinos - Boca que pasaba Fox Sports y la final del vóley entre Géminis y Regatas que transmitía CMD. Aun en ese momento, el hombre estaba trabajando.
Y trabajaba porque, como dice el título de su último libro, el fútbol -o el deporte en general- es pasión. Porque la lección paciente que El Veco ha ido dejando en el país a lo largo de estos años es la de un periodista de raza, empedernido, inagotable. Que ha sabido combinar el doble valor de ser obsesivo de la primicia y cultor de un lenguaje pulcro al hablar y escribir, inmejorable entremezcla que lo vuelve líder de mercado. ¿Cuántos periodistas de 78 años hay en el mundo que puedan decir que son los números uno del medio en que trabajan? ¿Que tengan el programa radial más sintonizado o que sean los únicos a quien nadie deja de contestarles el teléfono? Es la consecuencia de años de esfuerzo y apego inclaudicable a una línea, a una forma de hacer periodismo que no se prostituye con rumoretes, ampayes y ahora "por la nota que te da mas clics".
El mérito de don Emilio es mayor por haberse sabido hacer un nombre en un medio donde -felizmente antes más que ahora- ser extranjero es para algunos un pecado, y encima si se es claramente mejor. Envidias que él siempre ha sabido, con altura, desoír para seguir hacia delante. Voy a escribir algo duro pero sincero: en DeChalaca.com, durante los últimos meses, hemos tenido largas discusiones internas respecto de hacer pública o no nuestra indignación por haber visto cómo a gente que creemos le hizo muchísimo daño al fútbol peruano en vida se la ha elevado a un sacro altar. Al final, optamos por seguir el ejemplo de don Emilio: caballeroso silencio y hacia delante, ratificado por él mismo cuando dedicó diez minutos de su programa a decir sentidamente adiós a quien más lo atacó y vilipendió.
Así, si existe una página web como esta es, en buena medida, por el propósito de seguir estelas como la de El Veco y su trabajo a lo largo de 28 años en un medio que hoy, asaltado a mansalva por la noticia banal, las páginas centrales dedicadas a la última modelo vinculada con un futbolista y la fotografía fácil para jalar visitas, lo necesita más que nunca. Porque aunque él diga, con la sencillez que siempre lo ha caracterizado, que no está para dar enseñanzas a los jóvenes periodistas, en todo este tiempo somos muchos quienes, oído a la música, hemos sido aprendices pasivos de sus lecciones de periodismo con la audición diaria o la lectura periódica.
Entendí, pues, que este artículo ha aparecido unos días después de lo programado porque quien hace periodismo, aunque quiera, nunca puede centrarse al ciento por ciento cuando habla sobre algo que lo apasiona. Una vez más, lo entendí gracias a El Veco.
Foto: RPP
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El Veco nos regaló por espacio de una hora una verdadera clase de periodismo con la lucidez y sencillez que todos le conocemos. Un sin número de anécdotas y siempre el mensaje para los muchos chicos estudiantes de periodismo presentes, respecto al amor a la profesión y la búsqueda de la excelencia en la presentación de las notas y reportajes.
Un lujo haber tenido al Veco por estas tierras desde poco menos de 40 años en los que ha marcado a quienes disfrutamos del periodismo de buena pluma y habla. En eso, El Veco ha sido el mejor de todos.
Gracias por la noticia de su recuperación.
Pienso que no debieron callar o recurrir a la caballerosidad del buen don Emilio. Una buena contribución al fútbol peruano es traerse abajo todas esas falsas creencias e Ãdolos falsos que de pronto han sido elevados al santoral peruano. SerÃa bueno que al fin un medio se decida a decirlo abiertamente.
Buena nota. Felicitaciones.
Al final El Veco ha terminado siendo una de las contadas islas que existen en nuestro medio a las que muchos quisieramos poder asirnos para no ahogarnos entre tanto desastre que se lee o escucha.
Y concuerdo plenamente con Jimmy, eso de callar en este tipo de casos me parece que es hacerle más daño aún al medio. Varias veces he escuchado eso de "nosotros no hacemos periodismo de periodistas", pero eso sólo lleva a que mucha gente siga siendo engañada por tipos que, por quien sabe que razones (al menos para los que sólo somos espectadores), no tienen ningún problema en manejar una noticia a su antojo. Me dejan con la curiosidad: ¿será Eddie Fleischman de quien hablan? (al menos con esta persona pude comprobar por mi mismo viendo su programa que los rumores eran verdad).
