Prohibido recostarse

El sábado volví a Lima por la mañana luego de un vuelo de ocho horas de esos en los que pegar un ojo es imposible porque la señora que de casualidad te tocó en el asiento de al lado está volviendo al país por primera vez en 17 años y tiene una vida y milagros que contarte para disipar los nervios del reencuentro con la familia. Y aunque estaba tranquilo porque no tenía asignada la cobertura de ningún partido del día, sí tenía ganas de ver el Inti Gas - Alianza, que pintaba especialmente interesante por el presente íntimo y el 3-0 de la primera etapa en Ayacucho.
Pero el sueño es poderoso y, hacia la 1:30 pm, estaba decidido a ver el partido en cama. Confiaba en que la expectativa era suficiente como para no ceder al pestañeo. Pero cama y fútbol son, a veces, una combinación fatal. En el '99, un miércoles por la tarde, me eché luego de una amanecida a ver jugar al Manchester y al Bayern por la final de la Champions, aprovechando que mi profesor de Macroeconomía, de apellidos alemanes castizos, había cancelado la práctica de mediodía -por la cual me había boleteado- por "motivos de fuerza mayor" (según posteriores averiguaciones, recién por la mañana se percató del cruce de horarios). Lo terrible esa vez fue que por recostarme, me dormí a los 15 minutos de juego, y recién me desperté a los 90 clavados, cuando con un grito de gol al fondo un asesino con cara de bebé corría desenfrenado a celebrar un empate agónico. Pero no me perdí lo mejor: al minuto, Teddy Sheringham puso el 2-1 y el 'Pandita' Luis Omar Tapia tiró la frase memorable: "Por este tipo de cosas, el fútbol es el deporte más hermoso del mundo".
Esa vez, pues, me dormí pero no me perdí lo mejor. Y el sábado, a los 10 minutos, ya el sueño me ganaba el partido, y me di cuenta contundentemente de eso cuando vi a un jugador de Inti Gas cabeceando al arco, metiendo un gol y luego a José Carlos Fernández celebrando. "Ya estoy soñando", me dije hasta que miré bien y me di cuenta de que lo que había habido era un autogol de Penalillo. Entonces, molesto conmigo mismo por dormirme, me senté para seguir el partido. Lo vi clarito hasta que Quinteros se paró frente a la pelota y le pegó redonda adentro. Era un inesperado 0-2 a los 18 minutos y tras él, decidí volver a recostarme. "Este Inti Gas ya no es el mismo de la primera etapa", pensé, y opté por pestañear "un ratito". Total, como muchas veces, si hubiera algún grito de gol, aquel me despertaría.
No sé si el 'Tanque' Arias moduló la voz baja o alguien bajó el volumen. El hecho es que cuando me desperté, miré a la pantalla y lo que veía ya no era el Ciudad de Cumaná, sino a Cristal y a CNI haciendo calistenia en el San Martín. Se me había pasado el partido: no tenía tiempo de elegir la mejor lisura para mis adentros cuando sonó el celular y le contesté a Carlos, brother del alma y aliancista hasta los lentes, quien no había estado viendo el partido por un evento laboral. Su pregunta fue directa: "Oe, dice Magda que Alianza ha perdido 3-2... ¿Me está hueveando, no?". En una le respondí: "Alucina que me quedé jato por el vuelo y recién me levanto... Pero qué le vas a creer pues, de hecho tu flaca te está jodiendo". Respondió en sintonía: "Sí, de hecho es roca, no sé por qué me dice esas cosas...".
Corté el fono y jalé la laptop. En el MSN, ventana que tenía abierta, no estaba el buen amigo ayacuchano Ciro Madueño: señal inequívoca de que en el Ciudad de Cumaná algo importante había pasado, ya que siempre se conecta apenas terminados los partidos. Pasé al home de DeChalaca.com y ya estaba la ficha de Kenny Romero como prueba palpable: Inti Gas 3 - Alianza Lima 2. Me había perdido la mejor remontada del año y quizá una de las mejores de la década. Busqué los goles en YouTube y aún no estaban. Para ese momento, Cristal y CNI ya estaban jugando, por lo que en la TV tampoco los vería.
Y como el sueño ya se me había quitado lo suficiente, me puse a sintonizar el Coopsol - IDUNSA en Radio Melodía hasta que me acordé de que debía llamar a Carlos. "Ya sé, huevón" fue la respuesta directa al otro lado de la línea. Para él, como buen aliancista, el arranque en Ayacucho no había sido más que un plácido sueño.
Foto: Ciro Madueño

Perdimos por desatensiones precisas, felizmente el avrich empató y se nos hizo el primer milagro de octvbre, asà qve contra Gález con fe todo el pveblo de Alianza la vvelta vamos a dar. Vamos a dar campeón!!!
Son esos partidos donde uno ya sabe de antemano q se le lo van a ganar al Alianza, no se porque pero siempre pasa, es como un palpito....de q se viene la catostofre.