Foto: AFPEl Bayern hizo todo lo que estuvo a su alcance para remontar la llave. Sin embargo, entre las notables bajas de Gnabry y Lewandowski y la encomiable tarea defensiva del PSG, no pudo pasar del 0-1 y perdió la chance de revalidar su título.
Jimmy Balarezo | @jbalarezo_
Redactor

De la última final de la Champions League quedó una sensación de disparidad entre el campeón y el segundo, que ahora se encontraban de nuevo tras ocho meses. Entonces, el cuadro bávaro era a todas luces superior y venció sin demasiados inconvenientes al equipo parisino -entonces dirigido por Thomas Thuchel- en el estádio Da Luz de Lisboa.

No obstante, al confirmarse los emparejamientos para los cuartos de final de esta nueva edición, las sensaciones desde un primer momento fueron distintas: Mauricio Pochettino se había hecho cargo del PSG, y no le costó tomarle la mano. Entonces, considerando que era un Bayern que llegaba a la eliminatoria sin dos de sus pilares ofensivos como el alemán Serge Gnabry y el polaco Robert Lewandowski, se preveía una paridad mucho mayor en el encuentro.

Dicho y hecho: en la ida en München quedó evidenciado que la lucha de poder a poder era mucho más disputada, y el 2-3 que entonces marcó el resultado final bien pudo haber sido a favor del cuadro bávaro sin que el trámite reclamara algún esbozo de injusticia. Y más allá de que en la ida el encuentro estuvo plagado de goles, mientras que la vuelta tan solo vio el cabezazo de Eric Choupo-Moting encontrar el fondo de la portería, el desarrollo del juego no estuvo muy distante del partido de la semana previa.

Di María fue la llave maestra del juego del PSG. Aquí ensaya un servicio ante Alaba. (Foto: AFP) 

Desde el primer minuto los de Hansi Flick salieron presurosos en procura de romper con paridad y por eso adelantaron casi hasta la media cancha sus líneas. Además, en general tomaron grandes riesgos para regular el contragolpe parisino, y eso les costó. De hecho, si se revisan los highlights del encuentro, pareciera casi un milagro que aquellas combinaciones de Ángel di María y Neymar Jr. en búsqueda de Kylian Mbappé al espacio no llegaran a encontrar destino de puerta.

Incluso en esa dinámica, cuando el PSG parecía más cercano a la apertura del marcador, un yerro del astro brasileño desencadenó la respuesta del Bayern. A punta de empuje y cargas al área, más que por sus características transiciones rápidas, el cuadro muniqués encontró en la cabeza de Choupo-Moting el 0-1 a puertas de finalizar el primer tiempo como para llenarse de esperanza.

Pero quedó en ello. El Bayern insistió e insistió, sobre todo apostando por los desbordes de Leroy Sané por la derecha y de Kingsley Coman por la izquierda, sin éxito; mientras, los de Pochettino seguían apelando a buscar el momento oportuno para romper la trampa del offside de la defensa bávara. Resultó especialmente buena la labor de la dupla de mediocentros locales, formada por Idrissa Gueye y Leandro Paredes, que contuvo la amenaza que usualmente supone Thomas Müller por el centro.

La alegría de Mbappé después de consumada la clasificación del PSG a semifinales. (Foto: AFP) 

Al fin y al cabo, el partido siguió gozando de ocasiones, pero no de más goles. Esos que necesitaba el Bayern para afirmar un presente hemgemónico que por ahora, por lo menos, sufrió un interruptus. Para el PSG, en cambio, se trató no solo de una revancha absolutamente dulce: también de la satisfacción de una importante prueba de esfuerzo para medir sus posibilidades de alzarse con ese título europeo que hace tanto ansían sus hinchas y sus financistas.

El Gol

Fotos: AFP


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La ficha del PSG - Bayern

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