¿Blanca Navidad?
Real Madrid sufrió su peor derrota como local en competiciones europeas ante un CSKA que quedó último en el grupo G pero le ganó en sus dos topes. ¿Cuáles son las dudas y cuáles los desequilibrios en la Casa Blanca de cara a 2019?
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Diego Rodríguez | @diroda86 Redactor |
El Real Madrid tuvo al frente a un aguerrido CSKA Moscú que también le ganó en la ida y esta vez se paseó en el Bernabéu. Desde Igor Akinfeev hasta Georgi Schennikov, los koni quisieron no solo limpiar, sino engrandecer sus nombres; como el Lokomotiv de Jefferson Farfán, el cuadro moscovita quedó último, pero sigue un proyecto y una identidad reflejados en la cancha.
¿A qué juega, en cambio, el Madrid? Esta vez con un equipo suplente muy débil perdió como nunca en Europa. No estuvo Lucas Vázquez, quien últimamente estaba salvando trámites; tampoco Thibaut Courtois, lo que expuso a una defensa sin jerarquía. Poco hizo Marcos Asensio; incluso menos que Vinicius Jr., quien con 18 años demostró más casta.
Lo claro es que el cuadro merengue no pinta de favorito en esta edición del máximo torneo europeo de clubes. Se sabía que la época post Cristiano iba a ser dura y repleta de múltiples incógnitas. La realidad es que hoy el equipo es cuarto en España, a cinco del Barcelona; que sí, dentro de todo está clasificado como primero en su grupo de Champions, y que ya debe estar viajando hacia Abu Dhabi para disputar el Mundial de Clubes.
En suma, la salida de Julen Lopetegui no parece haber solucionado los problemas en Chamartín. Santiago Solari ya está teniendo dolores de cabeza. La suplencia de Keylor Navas hartó al costarricense, quien relegado en Champions y la Liga, solo está jugando Copa del Rey.
La suplencia de Isco, por su parte, vivió en este cierre de primera fase un capítulo de terror. Le dijeron gordo, él respondió mostrando una tableta vía Instagram, volvió a jugar Copa y marcó dos veces; ante el CSKA lo pifiaron y encaró al Fondo Sur, por lo que las rechiflas fueron más fuertes. Con Eden Hazard queriendo cumplir su sueño de niño y James Rodríguez acomodándose en el palco del Bernabéu en la final de Libertadores, ya Florentino Pérez debe estar poniendo precio al malagueño. Tampoco Gareth Bale se pone el equipo al hombro, y menos a la rodilla, que ya tiene fecha de vencimiento.
El hincha merengue está avergonzado mientras Cristiano declara que nadie lo trató como en Turín. No hay una propuesta de juego, la presión en las grandes familias es constante y el 'Indiecito' no parece controlar el vestuario. Se viene el llamado 'Mundialito', que podría disimular tensiones pero no arreglará esta situación con un título que se da por descontado, y eso que Marcelo Gallardo sí sabe a qué juega.
El invierno a Madrid llega más frío que los últimos años. A comer turrón y a sacar la billetera, señor Florentino, y olvídese de pedirle a Neymar a los Reyes Magos, que ya es el nuevo embajador del Banco de Qatar. No gaste tanto tiempo en arriesgar con jóvenes sudamericanos como Rodrygo y Exequiel Palacios y fiche jugadores consolidados; por ejemplo, reglamentariamente al menos, Mauro Icardi puede jugar octavos, aun cuando el Inter se haya quedado fuera.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP
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