Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comSin despeinarse, y casi sin sudar, Real Madrid controló el partido, lo ganó y está muy cerca de asegurar el pase a cuartos. El 0-2 ante Schalke en Gelserkinchen ratificó la diferencia que había entre ambos.

El partido fue...

ABURRIDO. Para mantener el equilibrio universal, la Champions League también debe tener su lunar. Schalke y Real Madrid protagonizaron un partido aburrido y liquidado después del 0-1 conseguido por Cristiano Ronaldo. El análisis se resume así: un Madrid consciente de su jerarquía y preocupado por el calendario, por ende sin ganar de arriesgar piernas; mientras que Schalke en busca de una hazaña, pero sin recursos. El golazo de Marcelo prácticamente selló la serie.

El capo: Isco

Sublime. El encargado de solucionar los problemas de creación que, a veces, suele tener Real Madrid. No marcó, aunque aparentemente no hizo falta. Sin embargo, con el partido cerrado, entró al ritmo del local.

La pizarra

Roberto Di Matteo apostó por una disposición ultra conversadora: 5-1-2-2 con Höger y Boateng liberados de responsabilidad y prestos a generar peligro. Solo el '12' mostró cosas interesantes. La salida de Huntelaar por lesión redujo las chances de Schalke. Por su parte, Ancelotti salió con el habitual 4-3-3, sistema que se mantuvo durante todo el partido, incluso con los ingresos de 'Chicharito' Hernández, Arbeloa e Illarramendi.

Kazuki Ito: Martin Atkinson

Casi impecable el trabajo del inglés Atkinson. Con un Schalke sometido en la segunda parte, se llegó a un trámite de pierna fuerte que pudo ser mejor controlado.

Foto: AFP


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