Foto: AFPPSG y Manchester City dejaron que el resultado se les complique en algunos tramos de sus partidos. Sin embargo, ganaron pese a las dificultades y están tranquilos en octavos.

 

Técnicamente son los favoritos, pero últimamente le han pegado un susto a más de uno: estamos hablando del Paris Saint Germain y el Manchester City que, en las dos últimas jornadas de Champions League, han sufrido para sacar adelante sus partidos respectivos contra rivales que naturalmente no deberían presentarles ningún problema. Las individualidades de cada equipo, en ambas ocasiones, fulguraron como factor determinante para poner la balanza a favor y evitar desaires.

En el caso del PSG, apenas si lograron empatar 1-1 en casa con el Anderlecht  el 5 de noviembre pasado. En un partido en el que todos esperaban una goleada local, los parisinos comenzaron perdiendo a los 68’ con un gol de De Zeeuw; sin embargo, no pasó mucho para que Ibrahimovic  pusiera la paridad a los 70’ y así evitara el papelón. Esta vez, frente al Olympiakos, inició ganando con un gol de ‘Ibra’ a los 7’. Tras la expulsión de Verratti a los 47’, el equipo griego -que en ningún momento se echó para atrás- salió con todo a buscar el empate y lo consiguió a los 81’ gracias a un gol de Manolas. No obstante, cuando todo parecía perdido para los locales, apareció Cavani a los 90’ para -con un puntazo salvador- darle los tres puntos y la tranquilidad a los de Blanc que no parecen pasarla tan bien en casa.

Por otro lado, el City tampoco logra dar muchas garantías en su hogar. Pese a que ganó los dos últimos encuentros en casa por sendas goleadas (5-2 frente al Moscú y 4-2 hoy ante el Plzen), cabe resaltar la poca resistencia que ofrece en defensa. Si bien es un equipo que marca muchos goles, también es uno que los recibe en cantidad y le cuesta mantener el cero. Esto podría pagarlo caro frente a equipos de otra jerarquía que, ante tal fragilidad, podrían tranquilamente hacerlo añicos, así como el Bayern, que le ganó 1-3 en este debut de la Champions. Hoy, lejos ya de ese partido, el Plzen estuvo cerca de aguarle la fiesta al empatarle el partido en dos ocasiones: 1-1 antes del descanso a los 43’ y a los 69’ con un 2-2 que metía miedo. Con ventajas así va, por más que estén clasificados con amplio margen en octavos, va a ser difícil llegar lejos.

Foto: AFP

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