Real Madrid - Manchester United: Sinsabor a merengue
Gracias a un golazo de cabeza de Cristiano Ronaldo, Real Madrid igualó 1-1 ante Manchester United. Dado el contexto en el que se encuentra en este momento el cuadro merengue, el resultado es negativo. La serie está abierta: todo se define en Old Trafford.
El Capo: ¡Atrápala De Gea!
El guardameta de los Reds Devils fue fundamental para que el Madrid no se lleve el triunfo. Al comienzo estuvo un poco nervioso, fallando en dos salidas en pelota parada; sin embargo, corrigió errores y terminó sacando remates a Coentrao, Di María, Ronaldo y Khedira. Fue justamente el alemán quien se animó a rematar fuerte y con un efecto notable. Por fortuna De Gea la desvió al palo.
La clave: El sistema
Aunque suena a paradoja, el poco órden que tiene el Madrid en el ataque hizo que sea poco predecible: Rafael sufrió a Ronaldo y Ozil por derecha, y Evra no la pasó tan bien con Di María por izquierda. Si el Barcelona juega con falso ‘9’, el Madrid juega con falsos extremos y ‘10’; ergo, mucha movilidad, juego en pared en espacio reducido y finalización de jugadas.
La joyita: Como de otro deporte
El gol de Cristiano Ronaldo fue de cabeza, pero fue un golazo. El tiempo que el portugués queda suspendido en el aire para tocarla de cabeza es impresionante: como jugador de básquet. La potencia de piernas que posee el atacante merengue hizo que posea de múltiples chances en el partido: no tuvo suerte en otras, pero sí en esta.
La calamidad: Sin ataque, sin defensa
Álvaro Arbeloa, de 30 años, jugó como un inexperimentado: cometió faltas cerca al área y fue puerta abierta para Kagawa y Welbeck. Y si en defensa estuvo mal, en ataque peor. Cada subida de Arbeloa terminaba en una jugada retrasada; es más, tiró un centro que fue muy malo y no remató.
El cambiazo: De a luka
Luka Modric entró sustituyendo a un desgastado Di María, de buen partido. El croata limpió la cancha y descongestionó lo que sus propios compañeros hacían; además, ayudó a mantener un ataque constante en área del Manchester, a pesar del decrecimiento en el nivel de Ozil. Es claro que tiene talento, pero le falta continuidad.
El tapadón: Que dirá Khedira…
Sami Khedira fue uno de los altos valores del Real Madrid en el partido de esta noche. Corrió, marcó, tocó en espacio reducido… y remató. Disfrazándose de volante ofensivo, en un pasaje del partido se encontró con el balón cerca al área y con un ataque inusitado de técnica lanzó un remate, casi cayéndose, al segundo palo de De Gea. El guardameta la sacó con las uñas.
El duelo: El que tenga más ideas
En un juego con tantos jugadores en el mediocampo, tenían que destacar los creativos: Ozil y Kagawa protagonizaron el duelo del Madrid - Manchester. El volante alemán condujo los hilos del conjunto blanco de gran manera en el primer tiempo, por momentos apareciendo como extremo para triangular con Cristiano y Benzemá, y además comenzando las jugadas desde atrás. Si Xabi Alonso comienza las jugadas con pases largos, fue Ozil quien las comenzó por abajo desde el centro del campo.
Por su parte, Kagawa cumplió a cabalidad lo que el DT Fergusson le pidió; o sea imprimir velocidad en los contragolpes y atacar con inteligencia. Si bien le faltó un poco de pausa en algunos momentos, el partido pedía mayor control, y el japonés se las arregló para darle problemas a Arbeloa y a Xabi Alonso -jugaba a espaldas del último-.
Kazuki Ito: Si no fuera por esa…
El cuarteto arbitral alemán estuvo a la altura de un partido de Champions League en general, pero cometió un error grosero. Fue cuando Welbeck corría hacia el arco de Diego López y Varane no tuvo otra opción que jalarlo por, al menos, tres metros. Era roja para el francés, pero el árbitro prefirió no verlo.
Fotos: Reuters, AFP
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