Milan - Barcelona: Allegri, si te da la Ghana

El capo: Cada quien, su look
Desde que arrancó con la '92' en la Serie A, nunca mostró pinta de ser el atacante más explosivo de Milan. Hoy no fue la excepción; sin embargo, eso no impidió que se convierta en el hombre clave de este partido. Stephan El Shaarawy jugó como extremo izquierdo y, si bien tuvo que pasar las del Caín para superar a Dani Alves y Puyol, al encontrar sociedad con los atacantes del cuadro rossonero su productividad se duplicó. Parte de su faena fue poner el pase gol a Muntari para liquidar el encuentro.
La clave: Cierrapuerta
Si le cierras los circuitos al Barça, el éxito está asegurado. Eso lo comprendió Massimiliano Allegri que, dentro de su 4-3-3 -similar dibujo táctico que su rival-, agrupó gente atrás y logró que la ya acostumbrada posesión de balón del Barcelona no se transforme en acciones de riesgo. Pocos disparos al arco, un trámite relativamente aburrido y la efectividad de los ghaneses acabaron con el 2-0 a favor de Milan.
La calamidad: Se acabó la racha
Al tener poco espacio para aplicar su juego, casi todo el ataque de Barcelona estuvo en deuda. Messi no apareció, Pedro estuvo desentonado e Iniesta estuvo incómodo como extremo. En suma, el ataque culé nunca vio la luz en el tunel.
La joyita: A que te monto
Sobre los 81', la acción nació en los pies de Giampaolo Pazzini, quien se lanzó al ataque por izquierda e ingresó al área, ante la marca de Jordi Alba, logrando un pase preciso a El Shaarawy. El egipcio nacionalizado italiano hizo la más inteligente: controló el balón y le puso un balón inmejorable a Sulley Muntari. El ghanés no perdonó y con un zurdazo definió en primera y batió a Valdés. Gol, golazo.
El jugadón: Estrella fugaz
Entre las paredes, toquecitos y el traslado habitual del Barcelona, nadie se atrevió a hacer la individual y pegarle al arco. A los 28', cuando el cero parecía clavado, Lionel Messi se mandó un jugadón por el sector derecho, dejando pésimamente parado a Kévin Constant. El lateral izquierdo quedó en vergüenza, pero para su suerte fue solo un destello que no apareció mas.
El tapadón: Sin pelos... en las manos
¿Hubo disparos? Algunos, entre ellos un potente zapatazo de media distancia por parte Xavi que por poco sorprende a Abbiati. El experimentado arquero italiano no se "despeinó" y bien parado en su arco detuvo el balón. Posteriormente, el portero de Milan participó mucho para cortar centros.
El duelo: Equilibrio rossonero
El más visto fue sin duda el protagonizado por El Shaarawy y Dani Alves, que tuvo como ganador individual al brasileño. Todo fue cuestión para que el atacante de horroroso peinado encuentre compañía en ataque. El otro sector del campo, pese a no ser el más cómodo para Boateng, tuvo al ghanés por encima de Jordi Alba, uno de los puntos flacos en el desempeño culé. También para destacar el partido de Montolivo, quien se adueñó del mediocampo ante la poca claridad de Iniesta y Xavi.
El cambiazo: Sin gozo, mapocho
A los dirigidos por Roura le faltó explosión, palabra que quizás no esté en el diccionario del círculo barcelonista. En el papel, Alexis Sánchez entró para darle el plus que hizo falta en el ataque; sin embargo, el chileno pasó desaprecibido e hizo poco para cambiar la cara del partido a Barcelona.
Kazuki Ito: Craig x2
Con Craig Thomson todo bien, hasta que llegó el minuto 57, cuando un tiro libre indirecto ejecutado por Montolivo generó una pelotera; en esta, la mano crucial de Zapata -que detuvo el balón- tuvo como consecuencia el gol de Boateng. ¿Algunos de los árbitros vio dicha mano? No, así que, con discusión de por medio, llegó la ventaja de Milan. Otra acción que tuvo al juez escocés en el ojo de la tormenta fue el supuesto penal de Mexes contra Pedro que, al menos en todas las radios españolas, se calificó como un escándalo al no cobrarlo.
Fotos: Reuters
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