Dortmund - Shakhtar: Revolucionario y bien cotizado
El capo: Para ponerlo en un Marco
Marco Reus se alzó como la figura del encuentro. El alemán, de 23 años, fue el conductor total del juego y estuvo presente en casi todas las partes de la cancha, aportando tanto en defensa como en ofensiva. Solo le faltó su gol para coronar su gran actuación pero estuvo con escasa fortuna.
La clave: Por todo lo alto
Borussia Dortmund tuvo una baja importante para este partido: el defensor Matt Hummels, quien marcó de cabeza el gol del empate en Ucrania. Hoy, Felipe Santana tuvo el reto de suplirlo y no desentonó en ningún momento. Tras un tiro de esquina, se elevó por todo lo alto para concretar de cabeza el primer gol de los alemanes e inaugurar la goleada. La confianza que le dio Jürgen Klopp fue vital para el defensor en este partido.
La calamidad: Nockearon a Taison
El brasileño Taison nunca apareció en el partido. Su ausencia se hizo notar con la poca ofensiva que los ucranianos imprimieron en su juego. Totalmente desparecido fue cambiado sin pena ni gloria al inicio del segundo tiempo por Douglas Costa, que en un tiempo hizo mucho más que su anterior compatriota.
La joyita: Premio al esfuerzo
Jakub Blaszczykowski logró anotar un gol de gran factura no necesariamente por su definición, sino por su elaboración. Inició una carrera desde el mediocampo, de la que se alió con Reus para practicar una pared y luego devolver el balón para que este lo pase a Gotze y defina violentamente; el balón sacó chispas a los guantes del arquero y encontró a Blaszczykowski al frente, quien nunca abandonó la jugada y la siguió hasta el final, anotando casi de atropellada y premiando su constancia.
El jugadón: El rey Reus
El habilidoso atacante alemán fue un constante dolor de cabeza para la zaga visitante. En una ocasión se filtró por la banda derecha y fue apilando rivales a una velocidad impresionante, dejando atrás casi a la mitad del equipo y llegó desequilibrado al punto de penal. De ahí sacó un disparo pifeado y sin ángulo que finalmente se fue afuera. La jugada mereció terminar en gol, sobre todo porque Reus hizo un gran partido.
El tapadón: Ya no más, Pyatov
Durante el segundo tiempo, Dortmund tuvo para anotar goles a placer, pero se encontró con un Pyatov que se vio decidido a no dejarse vulnerar más. Corría el minuto 74 cuando Grosskreutz ensayó un potente y colocado disparo con diestra que se fue muy pegado al palo; el efecto era venenoso, pero Pyatov se estiró milagrosamente y logró desviarla al córner. Hubiese sido demasiado castigo para el portero, que durante todo el partido se vio muy abandonado por su defensa.
La cancha: Reencuentro quinceañero
La hinchada local se hizo presente con mucha asistencia en este partido, pues de ganar se aseguraban el paso a cuartos de final, algo que no ocurría desde la edición 1997/1998. A estadio lleno, la celebración de los alemanes se hizo factible gracias al triunfo de su equipo, asegurando la fiesta en Dortmund donde los hinchas estallaron en júbilo.
Kazuki Ito: Espectadores de lujo
La terna arbitral participó pocó del partido. A excepción de una tarjeta amarilla bien sancionada y algunas faltas leves, el árbitro principal no tuvo mucho protagonismo. De hecho, acompañó bien el encuentro y brilló por su ausencia ya que el partido se decidió muy rápido en el segundo tiempo y no fue necesaria mucha incidencia del hombre de negro.
Fotos: AFP