Mucha diablura para tan poco daño
Los enfrentamientos entre estos dos titanes británicos siempre fueron parejos, emocionantes y con muchos goles. En esa línea, hoy el Arsenal no se desesperó al encontrarse antes de los 20’ de juego abajo en el marcador. Por el contrario, cerró el paso a los principales referentes ofensivos de los red devils, aunque renunció a crear peligro y a buscar lo que en partidos como estos es arma letal: el gol de visita. El Manchester, por su parte desaprovechó la cancha cedida por los gunners y dejó toda la incógnita reservada para el partido en Londres del próximo martes.
Al ataque, mis valientes
Rápidamente se entendió la lógica de Ferguson y del partido. Los red devils debían avasallar a su rival desde el inicio hasta ahogarlo, y así lo hicieron. Fue basicamente con ataques cargados por derecha, sector donde Cristiano Ronaldo y Evra aprovecharon la juventud de Kieran Gibbs -un "tapadito" de Wenger- para generar peligro. Los constantes asedios a la portería de Manuel Almunia desencadenaron el solitario gol del Manchester, vía un defensa como O'Shea; pero, sobre todo, convirtieron al portero español en la figura de la primera mitad, en la que salvó por lo menos en tres claras ocasiones su valla.
Golpes que no duelen
Después del gol, la andanada local continuó. Fue bien controlada, sin embargo, por la muralla rival -que hoy vistió de amarillo- en la que sobresalieron el volante camerunés Alex Song y el lateral francés Abou Diaby, que sostuvieron duelos personales con Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney, respectivamente. Los de Wenger se compactaron en el campo de juego buscando disminuir el impacto del gol en contra y evitar catástrofes mayores, por lo que se asentaron en el campo mediante la búsqueda de cumplir el esquemático libreto del técnico galo.
Gunners sin armas
Igual, la reacción del Arsenal fue opacada por la escasa pólvora mostrada por sus atacantes y generadores de fútbol, que se hizo más evidente durante toda la segunda mitad. El poco peligro que los gunners llevaron al arco de Van der Sar -a quien por momentos se lo vio dando los clásicos saltitos para no perder el calor del partido- fue motivo de preocupación para Wenger, que optó por cambiar a Walcott y Adebayor para hacer ingresar a Bendtner y al brasileño-croata Eduardo, lo que le permitió ganar sobre el final peso ofensivo y acabar el encuentro encimando a los de Ferguson.
Quería el bis
Cuando a los 68’ se vio a Cristiano Ronaldo tomar posición para el remate, inmediatemente el hincha en el Old Trafford rememoró aquel clave gol en el Do Dragao al Oporto. Esta vez el tiro, disparado con un inigualable ojo clínico, se elevó ligeramente ante la resignada mirada de Almunia. Para alivio del portero español, el disparo no se transformó en pesadilla.
Uno hace la diferencia, ¿pero basta?
De hecho, durante la segunda mitad creció la figura de Cristiano Ronaldo cargándose al Manchester al hombro. El del balón de oro marcó una sutil diferencia en el trámite del encuentro, tan sutil como lo es el gol de diferencia, el cual no es suficiente para asegurar la clasificación. El campeón vigente tendrá que volver a reeditar las trascendentes actuaciones de visitante que ha mostrado hasta el momento para poder caminar hacia el bicampeonato, pero los gunners en Londres seguramente mostrarán un poco más de esa pólvora que hoy escaseó.
Fotos: FIFA.com / AFP
escrito por Marco Fournier Egúsquiza , April 30, 2009
Ah verdad, solo una precisión, el francés Evrá juega por la izquierda y por la derecha triangularon O´shea, Ronaldo y Fletcher.