Diablos en San Siro
En el plato fuerte de la jornada de martes, el Inter la tuvo muy complicada en el primer tiempo ante la arremetida incesante del Manchester United, pero en el complemento supo manejarla mejor. El empate a cero resultó un marcador final favorable para los locales en vista de lo ocurrido en el verde de San Siro.
LA FIGURA. Julio César estuvo simplemente espléndido y salvó la valla neroazzurra a lo largo de todo el encuentro. Sendos tiros libres de Cristiano Ronaldo y un mano a mano claro frente a Giggs fueron credenciales de sobra para uno de los mejores arqueros del mundo. El 0-0 es, en gran medida, un resultado que él logró.
EL DIFERENTE. Cristiano Ronaldo fue, sin duda, la figura del cuadro visitante. De haber concretado alguna de sus más de cinco oportunidades claras de gol, se hubiera erigido claramente como la figura del partido. El fantasista portugués estuvo enchufado y generó muchísimo peligro por ambas bandas. No encontró, sin embargo, las sociedades suficientes con Giggs y Berbatov como para plasmar su talento sobre el marcador.
LO MALO. La dupla de centrales del Inter en el primer tiempo tuvo un rendimiento muy bajo. Al colombiano Nelson Rivas le quedó gigante la responsabilidad de suplir a Samuel y Materazzi y terminó cediendo espacios, demasiados para este tipo de competición. Una gruesa falla suya en la anticipación a Giggs dejó al galés mano a mano con Julio Cesar, pero este último salvó la noche. El sustituto de Rivas en el segundo tiempo, el también colombiano Córdoba lo hizo mucho mejor y se entendió más con el rumano Chivu.
LO EXIMIO. El funcionamiento colectivo del Manchester United fue francamente envidiable. La propuesta ofensiva de un conjunto inglés -más aún si se trata de los red devils- es, por demás, vistosa. Ronaldo, Giggs, Park y compañía orquestaron fútbol de altísimo nivel en la primera mitad. La zona defensiva, por su parte, mantuvo el cerrojo ajustado y anuló a la dupla Adriano-Ibrahimovic por buena parte del encuentro. El sueco no encontró los espacios suficientes entre Ferdinand y Evans como para inquietar con la intensidad a la que nos tiene acostumbrados.
LA LOCALÍA. Quizá el elemento ausente de la noche. El Inter sucumbió ante la verticalidad del Manchester y no hizo sentir su localía, al menos en la primera mitad. Totalmente obnubilado por la propuesta del visitante, cortando todos los circuitos y con un pressing asfixiante, el Manchester fue, si cabe el término, un segundo local sobre el gramado de Milán. En Old Trafford, el Inter tendrá que hacer lo mismo que hizo su par hoy si quiere salir airoso de esta llave complicada.
Fotos: FIFA.com / AFP
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pero que record el del tradcutor