Cañones con puntería
De la mano de Cesc Fabregas y Emmanuel Adebayor, el Arsenal pegó primero para noquear a un peso pesado en estas lides, el Milan. El campeón del año pasado tendrá que ver el resto del torneo por televisión tras caer en casa 0-2, con goles en los 10 minutos finales. Los chiquillos del cuadro inglés tuvieron orden táctico; los milanistas, lagunas futbolísticas.
Foto: dailymail.co.uk
Al Milan le salió muy
caro jugar a especular. Con el 0-0 entrando a los diez finales, y viendo a Kaká
absolutamente perdido en el verde, no faltó quien dejaba de descartar un gol
inglés en las postrimerías del encuentro.
El Arsenal se plantó bien atrás, con Sagna y Gallas sólidos en la marca, mientras que el mejor volante de contención del mundo, Cesc Fabregas, hacía de las suyas en la medular. Hasta que, con el San Siro en silencio, el petizo español recogió un balón perdido en el medio y encaró a una defensa que casi le duplica en edad. Amagó con clase y con un potente remate cruzado le recordó a Zeljko Kalac que los arqueros altos sufren por bajo.
Con 84' en el reloj del histórico estadio, los "cebollitas" de Arsene Wenger sepultaban al campeón defensor. Los minutos siguientes reflejaron con exactitud la tónica del partido entero: Pirlo y Gattuso chocaban entre sí para controlar un balón, Ambrosini intentaba dribles que nunca ha logrado, y Pato merodeaba afuera del área, buscando los balones que Kaká nunca le cedió.
En el penúltimo suspiro del encuentro, Theo Walcott aprovechó su velocidad y la veteranía de Paolo Maldini para escapar por la derecha, levantar la cabeza, y encontrar a Emmanuel Adebayor con un centro rasante quien, sobre la marcha, la clavó lejos del torpe Kalac. Baldazo de agua fría para un Milan que, si bien no encontraba la fórmula en la Serie A, tenía grandes esperanzas en el torneo continental. Hoy, no le queda ni lo uno ni lo otro.
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