Cortémosla con las migajas

Se jugó el último clásico de 2015 y el resultado dejó un sinsabor importante a los compadres Universitario y Alianza. Ambos mendigan puntos en estas últimas jornadas en búsqueda de que una clasificación a Sudamericana les otorgue consuelo a sus respectivas campañas discretas, que quizá en el caso crema signifique algo menos traumático que en Matute después de los temores de descenso que se vivieron en Ate durante al año.
En cualquier caso, lo concreto es que a cremas y blanquiazules las cifras no les son favorables ni en lo futbolístico ni en los escritorios. Por eso, resulta insensato que sus mismos jugadores se pierdan en discusiones bizantinas sobre cuál equipo llevó más espectadores en los clásicos jugados este 2015 exclusivamente con público local, en un experimento llevado a cabo por sugerencia del Ministerio del Interior que, en opinión de DeChalaca, significa una inaceptable abdicación ante la violencia que una autoridad competente no debería permitirse.
Es absurda la discusión de ese tipo, especialmente, porque las cifras de asistencia de ambos clásicos fueron lamentables, indignas de equipos con tanta historia y arrastre. En Matute, en el Apertura, Alianza convocó 7,085 pagantes: ¡la quinta parte de la capacidad de su estadio! Esta vez, en el Clausura, la 'U' llevó 13,676 pagantes, menos de un tercio de la capacidad del Nacional.
Lo anterior permite, además, establecer una odiosa comparación a partir del formato de los torneos. En los años 2012 y 2013, cuando se jugaba el Descentralizado de dos ruedas, los cuatro clásicos disputados en el bienio (tres en el Nacional y uno en el Monumental) arrojaron un promedio de espectadores de 36,546.
Habrá quienes argumenten que la situación en dichas temporadas es incomparable con la posterior pues incluye la campaña en la que Universitario salió campeón. Pero habría que recordar, en tal caso, que también se contempla la temporada 2012, en la que los compadres sufrieron la intervención que instaló las administraciones temporales y acabó viendo a ambos ofrecer la lamentable performance de pelear puestos de cola hasta el final, ubicados en los penúltimos lugares de sus respectivas Series, solo por encima de los descendidos Cobresol y Boys, respectivamente.

Por el contrario, con torneos cortos, en 2014 y 2015, la asistencia a los clásicos cayó dramáticamente. Los cuatro clásicos del bienio reportan la irrisoria cifra de 13,374 espectadores en promedio. Errores estratégicos sustanciales, como tener un clásico jugado inmediatamente luego de la Copa del Mundo, explican esta lamentable convocatoria.
Se creyó, pues, este año que jugar solo con público local constituiría un aliciente para que la familia y la hinchada auténtica acompañara a sus clubes en el partido que supuestamente convoca los mayores intereses de la afición. No ha sido así: el hincha blanquiazul y el hincha crema respondieron con un cachetazo a tristes presentes futbolísticos que no se solucionan con comparaciones ridículas sobre quién explica más gente en una torta pobre.
El bonus
Para quienes extrañan aquellos clásicos con llenos de bandera de décadas atrás, un dato es más que ilustrativo. En todo el periodo de análisis, solo una vez un Universitario - Alianza traspuso la barrera de los 40 mil espectadores.
Lo citado ocurrió el 23 de junio de 2013, en el Monumental de Ate. Los cremas se impusieron a los blanquiazules con gol de Christofer Gonzales, y el borderaux arrojó 45,211 espectadores, de los cuales 40,161 fueron pagantes. ¿Cuándo volverá el clásico a cantidades de público como esas?
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Raúl Chávarry y archivo / DeChalaca.com

LEAO BUTRÓN DEBE DEJAR DE DEMOSTRAR SU IMBECILIDAD CADA VEZ QUE LE DAN EL MICRÓFONO.
Asà de sencillo y claro.
Escuchando de fondo "Nunca quedas mal con nadie" de Los Prisioneros. Se los recomiendo DeChalaca.
Ojalá vuelvan los visitantes el próximo año, no tiene sentido jugar solo con hinchada local.