Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAlgo que no cambió ni en el año del místico regreso del Perú a los Mundiales fue el triste papel de los equipos nacionales en la Libertadores y la Sudamericana: ninguno de los ocho clubes logró superar la fase en la que inició el torneo. Un nuevo antecedente doloroso a nivel internacional.

Kenny Nagahama | @Kenny_Nagahama
Redactor

2017 se sumó a la lista de años de esta década en la que los clubes peruanos defraudaron a nivel continental. Si 2016 fue nefasto, a pesar de que Real Garcilaso y Sport Huancayo lograron superar en la primera instancia a Aucas de Ecuador y a Deportivo Anzoátegui de Venezuela, respectivamente, vale calificar a este de desastroso. El que estuvo más cerca de dar una agradable sorpresa fue Deportivo Municipal, que se quedó a segundos de eliminar al vigente sub campeón de entonces, Independiente del Valle, pero finalmente terminó siendo víctima de #LaGranPerú.

En cuanto a lo estadístico, los clubes peruanos a nivel internacional en 2017 dejaron un saldo de tres victorias –una de visita-, cinco empates y dieciséis derrotas. En estos encuentros, se logró anotar 19 goles a favor, y encajaron una abismal cifra de 53 en contra. El que dio el mayor aporte fue Melgar, con 6 anotaciones en la fase de grupos de la Libertadores, y fue Cristal el más goleado tras su participación con 15 recibidos.

Tú creías

La nueva página de esta triste historia, que no encuentra un respiro desde la cada vez más lejana campaña de la Universidad César Vallejo en la Copa Sudamericana 2014, comenzó el 23 de enero, cuando Deportivo Municipal recibió a Independiente del Valle en el Estadio Nacional. Aquel día, el ‘Muni’ no lo hizo mal, pero una sola desatención grave en defensa (primero en dejarle al ecuatoriano Efrén Mena recibir, girar y decidir increíblemente, y luego en permitir que Michael Estrada pase entre la línea de cuatro) le costó la derrota. Aunque el rival contó con un par de opciones producto de errores propios de la zaga, el equipo edil manejó el partido de la mano de Pier Larrauri, pero no logró marcar.

Municipal tuvo la posibilidad de sorprender en la Libertadores, pero Independiente del Valle clasificó en el minuto final. (Foto: Andina) 

Para la vuelta, ahora sí con el colombiano Danny Santoya –a Masakatsu Sawa le costó ser ‘9’ en la ida- y con el recambio del costarricense Freddy Álvarez, Marcelo Grioni planteó correctamente el partido, logró ponerse adelante en el marcador, y luego de verse empatado por retroceder demasiado y cometer errores no forzados en el fondo, su mejor jugador –Larrauri- marcó el gol que lo clasificaba a la segunda fase. Inclusive, Independiente del Valle se quedó con uno menos sobre los 89’. Pero todo pintaba muy perfecto para ser verdad, y, en los descuentos, puede incluso decirse que Municipal se hizo el gol solo: sobre los 93’+, Aldair Salazar rechazó absurdamente al lateral un balón que fácilmente pudo ser jugado con un compañero, y de este surgieron dos malas peinadas –la segunda de Adrián Zela-, para que el balón termine en los pies del Gabriel Cortez, y este nos vuelva a nuestra triste realidad.

Al margen de los errores absurdos en la zaga, y los malos pases en salida del partido de vuelta, lo que perjudicó en gran parte a Municipal de cara a un duelo contra el equipo que fue subcampeón del torneo en su edición pasada fue el haber desarmado la base del plantel 2016. De esta forma, en el partido de ida, solo contó con tres titulares habituales de este –Delgado, Gutiérrez y Zela- y afrontó el duelo con una pretemporada a medias, juntando a estos con medio equipo de jugadores nuevos.

El ‘Capiatazo’

Sin duda, uno de los episodios que –lamentablemente- quedará entre los más recordados de este año será la eliminación de Universitario de Deportes en manos del modesto Deportivo Capiatá de Paraguay. Tras un partido de ida muy correcto en lo táctico, con un Edwuin Gómez endiablado –anotó un gol y dio una asistencia-, y, sobre todo, efectividad de cara al arco, la ‘U’ logró un triunfo histórico (1-3), y llegó a Lima muy posiblemente sintiéndose clasificado. Su rival tuvo varias ocasiones de gol, pero no estuvo fino ni en el área crema ni en la propia, por lo que terminó encajando tres goles. La ventaja temprana (dos goles antes de la media hora de juego) también resultó clave para la consecución de la victoria.

El Universitario 0 - Capiatá 3 quedará en la historia del fútbol peruano. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Sin embargo, para el partido de vuelta, en el Monumental, Universitario se mostró como un equipo sin ideas y carente de fortaleza mental para asegurar una llave que muchos consideraban cerrada. El equipo local no remató una sola vez en los primeros 30’, y Capiatá aprovechó un lateral y un quite de balón en el medio –ambos concretados en gol por su delantero Roberto Gamarra- para irse al descanso a falta de un tanto para hacer la histórica. Roberto Chale parecía haber acertado con el ingreso de Diego Guastavino, quien se asoció con Diego Manicero, y le permitió a la ‘U’ tomar el control del juego en la segunda mitad. Pero el DT deshizo él mismo su acierto con el ingreso de Luis Tejada por el argentino, desarmando así aquella sociedad, volviendo al juego desorientado del primer tiempo, y finalmente recibiendo la estocada final del 0-3. Luego de haberse hablado más del posible regreso de Paulo Autori –técnico en ese entonces del Atlético Paranaense- al Perú, Universitario terminó despidiéndose de la Libertadores con su peor resultado copero de la historia.

Difícil, pero (im)posible

Casi un mes después de la desgracia del equipo merengue, Sporting Cristal y FBC Melgar comenzaron su participación en los grupos 2 y 3, respectivamente, de la Libertadores. En el papel, los rivales de ambos representantes peruanos eran muy complicados (en especial Santos para el caso de los rimenses, y semifinalista River Plate), pero luego del debut de ambos, se esperaba que al menos lograran competir con nivel. Los celestes empataron de local con Santos, encuentro parejo que, no obstante, se tuvo chances para ganar. El cuadro rojinegro, por su parte, venció en el Monumental Virgen de Chapi a Emelec gracias a un disparo magistral de Luis García.

Luego de esto, Cristal solo sumaría un empate más ante The Strongest en Lima –partido nuevamente de poca efectividad ofensiva- y perdería todo lo demás. En los partidos jugados en el Nacional, tuvo más la pelota, pero le costó ser profundo –el gol a Santos por parte de Jorge Cazulo fue de balón parado- y muy endeble en defensa, hecho reflejado en las goleadas de escándalo recibidas en Bolivia (5-1) y en Brasil (4-0). Para colmo de males, cuando Cristal tuvo alguna situación clara, no fue capaz de concretarla. Aunque suene increíble, en partidos como la derrota ante Santa Fe en el Nemesio Camacho (3-0) y ante The Strongest en el Hernando Siles, los cerveceros tuvieron la oportunidad de poner transitoriamente el empate, pero todas estas posibilidades fueron erradas.

Cristal fue humillado en la Copa Libertadores. El boliviano The Strongest lo dominó a placer. (Foto: Andina) 

El subcampeón nacional tampoco volvió a sumar tras su victoria por la mínima ante el conjunto ecuatoriano. Aunque en casos como ante DIM en Arequipa (1-2) se perdiera por un par de jugadas puntuales -un golazo para el empate y otro para la remontada en un lapso de tres minutos-, fue en los encuentros ante River Plate (4-2 y 2-3) que se evidenció la diferencia entre el nivel del torneo local y la competencia en Libertadores, y en los que Melgar, a pesar de sus esfuerzos y goles que marcó -ambos partidos llegó a empatarlos transitoriamente-, fue inferior en el trámite al grande de Argentina. Además del buen gol de García, la actuación individual de Emanuel Herrera fue de lo poco que se puede rescatar de la campaña del ‘Dominó’ en el grupo 3. Inclusive, en el triunfo ante Emelec, de no ser por la genialidad individual del ‘7’ arequipeño, el marcador hubiese quedado muy probablemente empatado sin goles.

Se llenaron de pelota

De los cuatro equipos que disputaron la Sudamericana, hubieron dos que, independientemente de cómo fueron superados en el trámite cuando jugaron de visita, tuvieron a su alcance la clasificación a la siguiente fase. Se trata del debutante Comerciantes Unidos y de Sport Huancayo, que se enfrentaron a Boston River de Uruguay –otro benjamín de la competición- y a Nacional de Potosí (Bolivia). Ambos fueron visitantes en el encuentro de ida, y coincidieron positivamente con un factor que pudo ser clave para una hipotética clasificación: abrieron el marcador en sus respectivos encuentros. Mientras que los cutervinos sorprendieron con el madrugador gol del colombiano William Palacio, el ‘Rojo Matador’ se puso adelante con un cabezazo de Manuel Corrales tras un tiro libre de Giovanny Martínez. Sin embargo, también coincidieron negativamente con el desenlace de sus partidos: a ambos les remontaron y cayeron por 3-1.

La diferencia está en que, en el caso de Huancayo, puede decirse que parte de la responsabilidad del resultado, además de una marca seriamente deficiente en el balón detenido (así llegaron los dos goles que voltearon el partido), fue por el planteamiento ultra conservador de Diego Umaña para enfrentar al cuadro boliviano. El 5-línea-1 dejó en la práctica a nueve jugadores defendiendo, y a Antonio Meza Cuadra –y luego Mauricio Montes- flotando solo y esperando que le llegue de milagro algún balón, cosa que no sucedió. En su visita a Anzoátegui en la Sudamericana 2016 (derrota por 2-1), la presentación del equipo huancaíno fue muy similar, aunque se debe considerar que en aquella ocasión se vio diezmado tempranamente por la roja a Víctor Peña. El punto está en que, según lo que se pudo observar, estos dos equipos no metieron a Huancayo a su arco: el planteamiento de Umaña provocó que el propio Huancayo se meta en su arco, y vaya con la consigna de aguantar el cero, cuando el rival no era realmente superior a este. Para el partido de ida, la visita se dedicó a defender, y sacó petróleo de un único error en salida del ‘Rojo Matador’ para generar un penal y marcar el gol que les dio finalmente la clasificación. Los locales dominaron el encuentro y generaron varias situaciones en el primer tiempo, pero en la segunda mitad, a pesar de que ahí llegaron los goles, entró la desesperación y se recurrió a pelotazos frontales. El premio consuelo fue el golazo de José Montiel, quien al menos le permitió despedirse al equipo peruano con una victoria.

Boston River era sorprendido por Comerciantes Unidos, aunque en general controló la serie. (Foto: AFP) 

Respecto a Comerciantes, luego de la alegría por el bonito gol de Palacio en tierras uruguayas, Boston River lo sometió todo el partido, y de no ser por la increíble falta de precisión de cara el arco, el marcador pudo ser más abultado. Corrían los minutos, y para fortuna de las ‘Águilas’ no caía otro gol, e incluso le cayó del cielo la oportunidad de marcar un segundo gol de visitante –gran ventaja para la vuelta- mediante la vía del penal, que insólitamente terminó con Éxar Rosales pegándole muy mal al balón, algo muy extraño en quien culminó el año con un total de ocho goles. Con dos goles abajo en el global, el cuadro morado hizo de local en el Estadio Huancayo, y por el trámite, aquella diferencia debió ser remontada sin mayores inconvenientes: los locales remataron más de veinte veces y contaron con once tiros de esquina, frente a dos disparos de su rival. Increíblemente, la visita –que defendió prácticamente con nueve- aprovechó un balón parado para luego tirarse atrás, y el gol cutervino no llegó a partir de alguno de esos remates, sino vía penal, ahora sí bien ejecutado por Rosales. La insólita falta de efectividad adelante y una defensa deficiente terminaron por condenar a los dirigidos en ese entonces por Agapito Rodríguez.

Nunca la vieron

Los dos equipos restantes, Alianza Lima y Juan Aurich, estuvieron lejos de aspirar a la clasificación a la siguiente fase del torneo, pues fueron apabullados por sus respectivos rivales –Independiente y Arsenal, ambos de Argentina- y mostraron escasos o ningún argumento para siquiera competir. Es justo mencionar que no se puede colocar a Alianza al mismo nivel que el Aurich, pues el rival al que enfrentó era más fuerte (y terminó siendo finalmente el campeón) y tan solo recibió un gol, mientras que el Aurich encajó un total de ocho. No obstante, el trámite de los partidos tanto en La Victoria como en Avellaneda, de no ser por la gran actuación individual de Leao Butrón y algunos balones al palo, pudo haberse traducido en el marcador en muchos goles más.

Juan Aurich jugó de local en el Mansiche, y tuvo una actuación muy floja, a pesar de ser capaz de jugar en campo visitante en gran parte del juego. Nunca pudo ser profundo, y las que tuvo fueron principalmente por intentos individuales de Miguel Castro. Arsenal de Sarandí, de la mano de Lucas Wílchez, no sufrió el partido, y, en la vuelta, el 6-1 habla por sí solo: prácticamente hubo un solo equipo en cancha. Aunque no sirva ni como consuelo, queda como única postal positiva fue el bonito gol de Enzo Borges tras la precisa asistencia de Rick Campodónico, que debe ser aislada del contexto para ser disfrutada.

Aurich reflejó su destino rumbo al descenso, siendo aplastado por Arsenal de Sarandí. (Foto: diario La Industria de Chiclayo) 

Por su parte, Alianza visitó Avellaneda y salió con un muy buen resultado, conseguido gracias a la tremenda figura de Butrón, quien atajó un penal y sacó varios balones con destino de arco, además de mostrarse siempre seguro a pesar de las numerosas embestidas locales. Independiente no estuvo preciso y se observó desesperación en algunos de sus jugadores en los últimos metros. Para la vuelta, Ariel Holan presentó el mismo planteamiento, pero con aquellos errores corregidos y una frescura increíble para manejar el balón, de manera que lograron entrarle por el medio a los blanquiazules, y sus extremos tuvieron locos a los laterales aliancistas. A pesar de solo lograr marcar en una ocasión, el equipo argentino jamás pasó apuros.

Así es como terminó otro año doloroso para todos aquellos que vemos los partidos de Libertadores y Sudamericana de los equipos peruanos, especialmente para quienes soportaron los 90’ del Arsenal – Aurich, sea simplemente por resignación, por ser muy hincha del ‘Ciclón’, o porque ya se acostumbró a sufrir.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com, Andina, AFP, diario La Industria de Chiclayo


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