Cristal: Un desastre
No hay otra forma de calificar el terrible 2011 de los del Rímac. Si comenzaron mal con Rivarola y sus refuerzos, lo acabaron peor con el naufragio del proyecto de Juan Reynoso. Errores repetidos para un Cristal que ve pasar los años a puro dolor.
Las cifras
El mejor jugador: Carlos Lobatón (13.68 en 25 partidos)
El goleador del equipo: Miguel Ximénez (6 goles)
El mejor resultado: Sporting Cristal 3-0 Sport Huancayo (fecha 30)
El peor resultado: Sporting Cristal 0-4 San Martín (fecha 28)
Cantidad total de jugadores empleados: 34
Cantidad total de jugadores Sub-20 utilizados: 5
Técnicos: 3 (Guillermo Rivarola, fechas 1 a 8; Juan Reynoso, fechas 9 a 28; Francisco Melgar, fechas 29 a 30)
Partido x Partido
El análisis
Si el año 2007 fue para los hinchas de Sporting Cristal uno de vértigo, este 2011 acabó siendo de pesadilla. Irónicamente, el cuadro celeste no acabó esta vez tan cerca del descenso como en aquella oportunidad, cuando apenas pudo asegurar su permanencia en la última fecha; sin embargo, la amargura producida por un juego apático fue calando como estado habitual en los hinchas celestes, que cambiaron el aliento enfervorizado de hace cuatro temporadas por el insulto permanente y el cántico hiriente. Cristal, a diferencia de aquella vez en que se unió para pelear la baja, este año estuvo dividido porque nunca quiso asumir que estaba peleando la baja.
Preguntarse cuándo el equipo rimense comenzó a ser el desastre que fue en la temporada es ocioso. Pero sí es claro que cuando el argentino Guillermo Rivarola dejó al equipo tras el empate 1-1 ante cobresol en el San Martín, las expectativas eran únicamente de mejora con el anuncio del arribo de Juan Reynoso. Todo salió al revés: con el 'Tiburón', Cristal había ganado tres de esos ocho partidos; con el 'Cabezón', debió demorarse once jornadas para poder gritar el primer triunfo en el Descentralizado, un rácano 1-0 ante Alianza Atlético en el San Martín ya en la segunda rueda del torneo y con el equipo en posición de descenso. Ya para entonces, el Torneo Intermedio y la eliminación en el propio San Martín a manos de Gálvez habían significado un duro golpe -y una señal de alerta- para los rimenses que veían en él la posibilidad de ganar algo en el año. Pero lo cierto es que Cristal no le tomaba la mano a Reynoso, o acaso viceversa: el DT echó refuerzos aparentemente inútiles (Espínola, Escalada) evolucionó el sistema (apostó por imitar el 4-1-4-1 que tan bien le había funcionado en el primer semestre al Cienciano de Trobbiani), solicitó expresamente muchos refuerzos que le fueron concedidos (Alva, Revoredo, Espinoza, Rivas, Ross, Gonzales Vigil, Shoro) y aplicó a ultranza su esquema de rotaciones (cuando un once que pelea la baja, a diferencia de uno que lucha por el título, necesita más bien continuidad antes que aire), pero cada fin de semana era más terrible que el otro.
Así, peleado contra todo el mundo, tanto contra el sector mediocre del periodismo que lo ataca vil e incesantemente por odio puro como contra aquel grupo que lo admira y reconoce como un agente de cambio en el fútbol peruano pero no por ello puede dejar de apuntar las equivocaciones tácticas que pueda tener, Reynoso acabó perdiéndose en una nebulosa que envolvió su proyecto hasta condenarlo al fracaso. Se fue en la fecha 28, tras una humillante goleada en contra ante San Martín, pese a lo cual algunas victorias claves (Cienciano en el Cusco, Vallejo en el San Martín) y el rol clave del 'Chino' Carlos Benavides para ganar cuatro puntos en mesa ante Universitario y Boys le habían dado a Cristal el colchón suficiente para no ajustar con la baja. Las dos últimas fechas las dirigió el 'Churre' Francisco Melgar, quien acabó invicto y hasta obteniendo la única goleada del año sobre Sport Huancayo.
Línea x Línea
- Arco: Erick Delgado, un engreído del Extremo, fue dueño del pórtico rimense durante la mayor parte del año, aunque con la rotación de Reynoso tuvo oportunidades Manuel Heredia, un hombre del riñón del 'Cabezón' que no lo hizo mal cuando fue exigido.
- Defensa: Con cuatro al fondo prácticamente siempre, Cristal comenzó su rompecabezas con las extrañas ubicaciones de sus zagueros. Así, por ejemplo, centrales como Lojas y Granda, hombres de las canteras, fueron ubicados con frecuencia como laterales derechos ante las improductividades de hombres como Cáncar, Wenceslao Fernández o el propio Willy Rivas cuando llegó. Y laterales como Vílchez, el argentino Rivera o Renzo Revoredo, el gran refuerzo del segundo semestre, terminaron de centrales en el tinglado celeste, cuando ya Minzum Quina -sin hacer nada extraordinario- se había adueñado del carril izquierdo. El muy discreto paso del uruguayo nacionalizado ecuatoriano Espínola, con sus picapedrescas formas, fue la anécdota que coronó el desorden que fue Cristal atrás.
- Volante: Fue la zona en la que hubo algunas actuaciones rescatables, aunque también la que más sufrió alteraciones tácticas. Se emplearon el cuadrado, la línea, los tres lanzadores y, sobre todo con Reynoso, el 1-4 con el argentino Frezzotti (más sudor que caudillaje) de ancla y la búsqueda de explotar las velocidades de Advíncula y Yotún, acicateados por sus pasos por el seleccionado, a los costados. Lo más parejo fue lo de Lobatón, siempre en labores mixtas, aunque confundidamente acompañado por los arrestos de Palacios, el ímpetu de Carranza y las ocasionales apariciones del bisoño Chávarri, que pudo merecer más oportunidades. El mexicano Espinoza prometía más, a la luz de su paso por Universitario, que lo que hizo -acaso jugó demasiado al medio-, y el dolor por la desaparición de Gianfranco Espejo dejó también un espacio libre al medio que las limitaciones de Casas no estaban, por un año más, en capacidad de suplir.
- Delantera: Apenas 6 goles aportó este 2011 Miguel Ximénez, cuota pobre si se lo compara con sus 32 tantos de 2008 o los mismos 20 del año pasado. El goleador se contagió de la apatía del equipo y hasta cedió, en el tramo final del año, su lugar a José Shoro, jugador bizarramente solicitado por Reynoso cuando ni en Minero, ni en Inti Gas ni en el propio Alianza Unicachi había demostrado gran cosa. Quedó la incógnita de saber si, con más oportunidades, el argentino Escalada habría podido ofrecer más antes de su cese.
- Banca: En Cristal se apeló por lo general a cambiar por las bandas -por el comprensible trajín de Advíncula y Yotún, quienes por lo general no soportan los 90 minutos- y arriba, donde jugadores como Ross o Gonzales Vigil fueron los habituales recambios en el tiempo de Reynoso, más para distraer rivales o obstaculizar su salida mediante choques que anotando goles, por cierto. Andy Pando fue otro frecuente ingresante antes de su marcha a León para la segunda parte del año, y otros hombres como Valverde o 'Danny' Sánchez, antes de irse a Vallejo, fueron también por lo general empleados viniendo desde el banco.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
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- Error en la foto 12: Pando no anotó el empate ante CNI, fue Luis Escalada.
- Error en la foto 13: esa imagen no puede ser otra más que el partido que ganó Cristal en Cusco por 0-1. Hay que poner una imagen referente al partido que acabó 1-1 entre SC y USMP.
