San Martín: Digan whisky
Las cifras
- El mejor jugador: Pablo Vitti (14.28 en 32 partidos)
- El goleador del equipo: Héber Arriola (24 goles)
- El mejor resultado: Total Chalaco 1 - San Martín 5 (fecha 36)
- El peor resultado: León de Huánuco 4 - San Martín 2 (fecha 24)
- Cantidad total de jugadores empleados: 30
- Cantidad total de jugadores Sub-20 utilizados: 5
- Técnicos: 1 (Aníbal Ruiz)
El análisis
Tras el incierto cierre de temporada en 2009 -culminaron en el quinto lugar y, de un momento a otro, despidieron a su entrenador, Gustavo Matosas-, la San Martín remó contra la corriente y encontró en Aníbal Ruiz al hombre idóneo para conducir el destino albo. Aunque algo tarde a comparación al resto de participantes en el Descentralizado, el ‘Maño’ implantó su metodología en Santa Anita con una labor colectiva en la que mucho tuvieron que ver su asistente técnico, Miguel Falero, y su preparador físico, Enrique Fontes.
Los santos, de arranque, gozaron de un estreno demoledor en el campeonato y mostraron sus credenciales de candidatos a alzarse con la corona. De la mano de sus dos refuerzos argentinos -Pablo Vitti y Héber Arriola-, sumado a la pureza de su columna vertebral, obtuvieron sendos triunfos –todos por un amplio margen- en sus visitas a Cienciano, Inti Gas y Sporting Cristal. Tras ello, salvo algunas caídas circunstanciales como ante Alianza Lima, César Vallejo y León, lo hecho por la oncena alba prácticamente no tuvo margen de error, y la distancia que empezó a sacar en el primer lugar -con el resto de perseguidores- se hacía cada vez más extensa. Estaba cantado, pues, que accedería a la etapa de series como el mejor de todos, aunque sobre la marcha encontró un punto adicional gracias al subcampeonato que obtuvo en el torneo de Promoción y Reservas.
Posteriormente, y luego del único trago amargo que saborearon los dirigidos por el ‘Maño Ruiz -la vergonzosa eliminación a manos de Emelec en la Copa Sudamericana-, la consecución de victorias en la serie impar fue incrementando y tan solo bastaron nueve fechas para asegurar el pase a la final del torneo. Allí, San Martín demostró no solo superioridad para alzarse con la tercera estrella en su palmarés, sino también estrategia para afrontar encuentros de esta índole. Su rival, León de Huánuco, no hizo su negocio en casa, y en el Monumental de Ate se encontró con las redes de un elenco albo que lo exprimió de principio a fin.
Línea x línea
- Arco: Fue, detrás de Pablo Vitti, el mejor jugador santo en la presente temporada. La referencia es para con Leao Butrón, hombre clave en la actual obtención de los albos con sus extraordinarias atajadas, aunque el destino lo privó de alzarse con el título en cancha, ya que faltando varias fechas para el final se despidió del campeonato para someterse a una intervención quirúrgica. Su reemplazante, Ricardo Farro, no hizo extrañar al guardameta de la selección y tuvo lucimiento personal nada menos que en las finales ante León.
- Defensa: Una línea de cuatro bien definida fue la que implantó el ‘Maño’ Ruiz en este sector. A priori, Jorge Huamán y Guillermo Guizasola fueron los llamados a apoderarse de la banda derecha e izquierda, respectivamente, aunque las circunstancias hicieron que, en determinados momentos, Aldo Corzo -antes y después de su periodo de prueba en Alemania- y Carlos Fernández se apoderen de sus posiciones, y vaya si respondieron con solvencia. A su vez, los centrales con mayor presencia en cancha fueron Atilio Muente y Christian Ramos, aunque Orlando Contreras, quien pegó la vuelta al club, también tuvo participación regular en la oncena alba.
- Volante: El cuadrado mágico. El que siempre trabajó en conjunto y nunca dio muestras de fatiga, pese a la constante variación de sus intérpretes. Arrancaron como hombres de recuperación tanto John Hinostroza y Josepmir Ballón -los que más jugaron juntos en este sector-, pero la partida de este último a River Plate le otorgó una revancha especial a Adán Balbín, quien estuvo parado por más de un año pero culminó el torneo como titular indiscutible. Más adelante, Ronald Quinteros y Pablo Vitti fueron los estandartes por excelencia del vértigo y desequilibrio para instalarse en el último tramo del terreno de juego y asociarse casi a la perfección con la temida dupla de atacantes.
- Ataque: Entre los dos convirtieron casi la mitad de los goles de la San Martín en todo el campeonato. Germán Alemanno, en su segunda temporada con los albos, se afianzó como titular y fue el arma punzante para desarticular a sus contrincantes y encontrar los espacios necesarios para la principal carta ofensiva del Descentralizado: Héber Arriola, el argentino que, con 24 goles, se erigió como el máximo anotador del campeonato. Asimismo, Pedro García, el relevo habitual, estuvo más opacado que en otras ocasiones, pero siempre se mostró infalible a la hora de pisar el césped de rigor.
- Banca: El principal sostén de la San Martín para alzarse con el título. El ‘Maño’ Ruiz siempre encontró respuestas en su suplencia, razón por la cual se mantuvo la propuesta táctica en la mayoría de sus cotejos. Lo demostró con la mencionada lesión de Butrón que permitió la puesta de escena de Farro; o las constantes rotaciones entre Muente, Ramos y Contreras para apoderarse del bloque posterior. También ocurrió lo propio con la volante, donde el multifacético Carlos Fernández muchas veces -en los segundos periodos- laboró con Hinostroza en la recuperación, como también lo hizo el paraguayo Walter Fretes pero con una apuesta más mixta. En la creación, la estampa de Christian Cueva fue determinante en varios compromisos y siempre estuvo a la altura pese a su corta edad, y el frente de ataque se las arregló con García o Silva, que se perdió el resto del campeonato por una seria lesión. El único mal referente fue el uruguayo Braian Rodríguez, pese a su presunto cartel en el fútbol argentino que le otorgaba cierto respeto en la delantera.
Jailaits
La caleta
Al sumar su tercer título en sus siete primeras temporadas en Primera División, Universidad San Martín igualó el record que ostentaba Deportivo Municipal, que había conseguido el mismo número de títulos en la misma cantidad de años. Los ediles, que ascendieron en 1937, consiguieron los títulos de 1938, 1941 y 1943.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
escrito por Omar , December 23, 2010
escrito por sebastian , December 23, 2010