Alianza Lima: Franco que fue un desastre
Las cifras
- El mejor jugador: Johnnier Montaño (5.67 en 45 partidos)
- El goleador del equipo: Wilmer Aguirre (18 goles)
- El mejor resultado: Alianza Lima 4 - Atlético Minero 1 (Lima, Apertura)
- El peor resultado: Universidad San Martín 5 - Alianza Lima 0 (Callao, Apertura)
- Cantidad total de jugadores empleados: 43
- Cantidad de jugadores Sub-20 utilizados: 9
- Cantidad de debutantes en Primera: 8
El análisis
La directiva de Alianza Lima jamás encontró la fórmula para resolver los innumerables problemas que tuvo el equipo blanquiazul en el año. Nunca respetó una política deportiva, pues, en su desesperación por los resultados adversos, apostó por tres entrenadores en un año: Miguel Ángel Arrué, José Soto (en dos etapas) y Richard Páez, quienes no encontraron el camino para que Alianza Lima, cual es su deber como equipo grande, pelee por el título nacional. Además, la contratación de 31 jugadores nuevos a lo largo de la campaña refleja claramente la escasez absoluta de criterio para armar el plantel de cara a pelear los puestos de vanguardia. Las víctimas principales fueron los hinchas, que vieron perder a su equipo en 25 ocasiones en el año, un récord en la historia del club. De ellas trece ocurrieron en la cancha de Matute, que se volvió, como nunca, asequible para todo aquel que se atreva a pisarla. En resumen: un fiasco.
Línea por línea
- Arco: El puesto lo alternaron el argentino Enrique Bologna, George Forsyth y Salomón Libman. De ellos sólo el último logró darle seguridad al arco victoriano, pese a que llegó con escaso crédito del Sport Boys. Libman fue vital en el último tramo del campeonato, en el que Alianza se salvó de derrotas seguras por la presencia del arquero de 24 años, al que le directiva le ha renovado la confianza por toda la temporada 2009. Bologna fue cumplidor: nada extraordinario, y solo llamó la atención por su osadía en patear penales y tiros libres. ¿Y Forsyth? Un grueso error suyo en Tacna lo mandó a la banca cuando Páez antes había dicho que era superior a Libman.
- Defensa: Lo más bajo del equipo en el año. Esa línea de cuatro era, literalmente, un parque de diversiones. Ernesto Arakaki, el más antiguo, debe haber jugado la peor temporada de su carrera. Jamás se entendió con Santiago Salazar en el Torneo Apertura, y menos con Kerwin Peixoto o el paraguayo Diego Martínez en el Clausura. Lo más destacable fue la presencia del juvenil Aldo Corzo como lateral derecho, aunque aún no llega a cumplir su función con creces. Impresentables, Martín Tenemás y Renzo Reaño; solo cumplidores, Jeickson Reyes y Manuel Corrales en lo poco que jugó. ¿Martín Hidalgo? Volvió a Matute de vacaciones por tres meses.
- Volante: Con altas y bajas permanentes. Se esperaba más de Johnnier Montaño, la estrella del equipo, pese a lo cual acabó siendo el mejor del año ante lo discreto que fue el resto; igual ocurrió con Ricardo David Páez. En tanto, Marko Ciurlizza, Juan Carlos La Rosa y Carlos Fernández aprobaron raspando. Lo mejor fue el desequilibrio de Alexander ‘Wally’ Sánchez. Y Henry Quinteros tuvo destellos esporádicos: llegó como volante mixto y acabó jugando más adelantado ante la necesidad de un creativo con efectividad. No hubo más que rescatar en una zona que acabó con una deuda tremenda.
- Delantera: Wilmer Aguirre debe haber jugado una de sus mejores temporadas en Alianza. Repatriado de Francia, el ‘Zorrito’ se lució con 18 goles en el año, varios de ellos decisivos en la lucha por salvar al club del descenso. En deuda quedaron Juan Diego Gonzales Vigil, el paraguayo Derlis Florentín y, sobre todo, el colombiano Jorge Horacio Serna, quien prometió 15 goles y se regresó en silencio a su país sin haberse estrenado como artillero. A Sidney Faiffer, Páez lo volvió atacante sin resultados alentadores. Los menores de la cantera, bien, gracias luego de la partida de Arrué.
- Banca: Alianza tuvo un plantel amplio, pero no una banca que resolviera los problemas en la cancha. Hubo cantidad, pero no calidad. En el inicio la política fue apostar por los elementos de las canteras (Hurtado, Trujillo), pero ninguno se consolidó y volvieron a sus categorías. Hubo otros que llegaron en el transcurso de la campaña, pero nunca encontraron lugar en el equipo titular, como Derlis Florentín o Martín Hidalgo.
Esto pronosticó DeChalaca.com en julio:
"Todo cambio cuesta. Y mientras Alianza no se refuerce verdaderamente en el fondo y consiga el recambio generacional en su mediocampo, grandes expectativas pueden generar grandes decepciones. Parece iluso pensar en pelear el campeonato; un objetivo más realista sería un cupo en la Sudamericana". (22 de julio de 2008)
La cantidad de desaciertos en el año hizo que el pronóstico pecara de generoso. Carlos Franco y compañía se esforzaron en equivocarse todas las veces que pudieron en contratar jugadores, en traer entrenadores, en aplicar la disciplina en el plantel. Esto por solo citar tres puntos dentro del desmadre que originó que Alianza protagonizara una campaña atroz, acaso solo comparable en su historia con aquella de 1938 que lo confinó a la baja.
Curiosidad estadística
Esta fue, y por largo, la peor campaña de Alianza Lima en los campeonatos nacionales (que se juegan desde 1966). Solo sumó 40.38% de los puntos disputados. Fue más mala que las de las temporadas 2005 (50.00%), 1983 (48.44%) y 1970 (48.08%), las peores realizadas por el club victoriano. Además, perdió 23 partidos, doce de ellos en Matute, situación inédita para los blanquiazules.
Caletas destacadas
- Alianza perdió por primera vez en su historia cuatro partidos consecutivos en Matute, cuando en el Clausura fue derrotado por Minero (1-2), Áncash (0-2), Alianza Atlético (1-2) y César Vallejo (1-2). La peor racha de derrotas en La Victoria era de tres y fue, increíblemente, también este año, cuando cayó consecutivamente ante Cristal (1-3), Bolognesi (1-2) y San Martín (1-3).
- Todos los equipos del torneo local vencieron este año, por lo menos, una vez a Alianza Lima. Fue otra situación absolutamente inédita en la historia blanquiazul.
- Quizás el único momento de relativa alegría que vivió el club victoriano en este 2008 fue en el Clausura, cuando venció, con diferencia de apenas una semana, tanto a Universitario como a Cristal, ambos por 1-2. Esta situación (ganarle a sus dos grandes rivales con diferencia de siete días) no se daba desde el Descentralizado 1978. El 26 de noviembre de ese año goleó 4-0 a los celestes con goles de César Cueto, Teófilo Cubillas, Freddy Ravello y Guillermo La Rosa. Una semana después, el 3 de diciembre, superó 2-1 a los cremas con goles de Guillermo La Rosa y Teófilo Cubillas.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
escrito por Ernesto , December 25, 2008
escrito por Héctor , December 26, 2008
escrito por Henry , December 27, 2008
escrito por nene , December 27, 2008
escrito por mladen , December 30, 2008
escrito por PAGTO , January 02, 2009
escrito por mladen , January 05, 2009
Quizás el único momento de relativa alegrÃa que vivió el club victoriano en este 2008 fue en el Clausura, cuando venció, con diferencia de apenas una semana, tanto a Universitario como a Cristal, ambos por 1-2.
En el apertura la U gano 2-1 y empataron 1-1, en el clausura alianza gano 1-3 y perdio 2-1