De manera temprana, Perú puede enfrentar un año con nulas opciones de clasificar, debido al fixture que se le presenta.

 

Jair Villanueva | @Jair_Villanueva
Editor

El 2016 fue un constante vaivén para la selección peruana: tuvo fechas dobles desastrosas como la de Venezuela y Uruguay en marzo, así como otras productivas como la de Bolivia y Argentina -cuatro puntos en la tabla-. Ello dejó a la blanquirroja con la opción de dar un salto a ubicaciones de repechaje en la última fecha doble ante Paraguay Brasil.

Tras una histórica victoria en Asunción, sin embargo, Perú cayó 0-2 ante el mejor equipo de las Eliminatorias, el scratch. Esto, pues, deja a la selección peruana al borde de la eliminación nuevamente y marzo luce como un deadline bastante cercano para el proceso de Ricardo Gareca en busca de la clasificación.

Sin primavera

El 23 de marzo Perú visitará Venezuela para, luego, ser local frente Uruguay el 28 del mismo mes. Los antecedentes ante estos rivales en esas condiciones no le juegan a favor: apenas ha ganado en una ocasión (vs. Uruguay en 2009) y empatado en otra (vs. Uruguay en 2005), ambos resultados en Lima. No obstante, la última ocasión en que la blanquirroja se jugó la clasificación ante el elenco charrúa, el temple del equipo de Óscar Washington Tabárez se impuso ante la inexperiencia peruana en estos momentos.

En su última visita a Venezuela, Perú cayó 3-2. (Foto: Aldo Ramírez / DeChalaca.com) 

Esos factores ante el bicampeón del mundo se suman a la localía de Venezuela en la fecha doble. Perú tendrá que visitar la complicada Maturín. El Monumental de la ciudad nororiental ha recibido un tratamiento especial a fines del año pasado para quedar listo de cara a este duelo. El seleccionado dirigido por Ricardo Gareca visitará esta localidad en el mes con el índice más alto de temperatura.

Dadas estas condiciones lo más probable es que Perú no saque los cuatro puntos que necesita por lo menos para seguir luchando por la clasificación. No obstante, aun cuando lo consiga, tendrá que buscar la misma fórmula contra Bolivia en Lima y Ecuador en Quito, ciudad donde no suma en Eliminatorias desde el 2004.

¿La misma historia triste y con final?

Con este escenario que se presenta como el más posible, Perú quedará fuera de competencia antes de la última fecha doble: no es, para nada un deseo, sino la opción más cercana a la realidad del equipo nacional. Por ello, no sorprendería que Ricardo Gareca en las últimas fechas, así den las matemáticas, empiece a darle énfasis a convocatorias que dejen jugadores de cara a los próximos procesos eliminatorios.

Ricardo Gareca culmina su vínculo con la selección en 2017, salvo clasifique a Rusia 2018. (Foto: Raúl Chávarry / DeChalaca.com) 

En ese sentido, el técnico argentino culmina su contrato sobre el final del 2017, pues su llegada tuvo como principal objetivo Rusia 2018. Si bien la decisión sobre el futuro laboral de Gareca para por él mismo y las acciones que pueda tomar la FPF, será clave no cortar una vez más un proceso que, a todas luces, ha sido exitoso en cuanto al compromiso generado alrededor de la selección del plantel, y la producción de jugadores desde un espacio como la selección que no está obligado a efectuarla.

Sin embargo, aun cuando la FPF busque alguna renovación, una nueva eliminación va a colmar paciencias y romper relaciones tarde o temprano en el 2017, debido a un medio intrusivo. Así, pues, desgastará al propio técnico como ha ocurrido con otros dos entrenadores extranjeros que, como Gareca, llegaron con un currículum que los colocaba en la cresta de la ola del fútbol sudamericano (Paulo Autuori y Sergio Markarián). Es decir, se augura un diciembre del 2017 gris para la selección, salvo un blindaje no vista antes por parte del máximo ente del fútbol peruano.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com

Foto: Aldo Ramírez y Raúl Chávarry / DeChalaca.com


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