Acosvinchos - Minero: Ya no es tan hijo
Arribamos al Solís García de Chosica con la intención de ver buen fútbol entre dos equipos que pugnan por ocupar el ansiado quinto lugar que les permita intentar pelear con los de arriba el título de cara a los pentagonales. No obstante, la atmósfera vivida tenía matices desiguales en cada tribuna. Por un lado, en el estrado oriente apenas se podía avizorar unos 20 espectadores, mientras en la platea principal un 60% de aficionados apoyaba sin cesar a su querido Hijos de Acosvinchos, que estaba obligado a ganar si pretendía seguir soñando con meterse entre los 5 primeros.
Para el individual: La sombra tras los palos
Los 22 hombres que salieron al terreno de juego se batieron cada pelota como si se tratase de una final, aunque a decir verdad se jugaban el todo por el todo dado los antecedentes mencionados líneas arriba. Sin embargo, algunos nunca se conectaron al partido y tuvieron actuaciones para el olvido, como el caso de los ingresados William Araujo (Acosvinchos), Alberto Arias y Adam Balla (Minero). En el caso del primero, jugó solamente 23’ y fue autor del penal -que para fortuna suya no fue gol- y que le costó la roja. En cambio, los suplentes de Casapalca entraron muy fríos y no aportaron en demasía en la recuperación de su equipo. De hecho, fue Arias quien desperdició la chance de que los naranjeros se vayan siquiera con un puntito. Los destacados del encuentro fueron los de arriba, con Marco Portilla y Junior Leonardo como puntales importantes para sus elencos (ambos marcaron gol), pero el capitán de Acosvinchos se queda con el galardón de mejor jugador merced a que 73’ bastaron para ser el eje que manejó los hilos del partido hasta que se cansó. Con 90’ completos, quizá no lo hubieran sufrido tanto.
Para el táctico: Bien ordenados
Los dos entrenadores primaron el orden táctico en un partido donde el mínimo error de las piezas significaba el derrumbe de la estrategia. José Antonio Verme planteó un 4-2-3-1 con Narvarte y Novoa en la medular, un trío conformado por César Ruiz, Lovera y Claudio Mendoza, dejando solo al capitán Portilla a pilotear el ataque. Desde luego, los cambios le funcionaron, ya que se trató de hombre por hombre. En el otro bando, Percy Orozco mandó un 4-4-2, con la novedad de Nilton Retamoso como lateral por la izquierda, y arriba Luis Vílchez y Junior Leonardo como cartas de gol, aunque el accionar del '15' minero no fue buena.
Para el emotivo: La casa se respeta
A los 7’ el conjunto local ya ganaba con un tiro libre magistral por parte de Enio Novoa, luego el dominio fue claramente rojo; por ende, el segundo caía de maduro. Así, a los 20’ Marco Portilla concretaba un buen contragolpe y definía con categoría para vencer al portero Max Coronado, que nada pudo hacer. En la segunda mitad, los cambios funcionaron solo a uno, y tras la expulsión de Araujo llegó el penal fallado por Arias, ejecutado débilmente y que hizo que Jhonny Soto lo atrape. No obstante, con uno menos Acosvinchos se replegó y defendió como pudo la mínima ventaja que tenía. Minero descontó con Junior Leonardo, pero a pesar de los once en cancha no pudo superar a su rival. Mención aparte merece la actuación del réferi Gean Barbagelata, que dejó pegar mucho y cobraba casi todo en contra de la visita. Por ello, las protestas no se hicieron esperar y los proyectiles desde la tribuna era el reflejo de lo malo que decidió hoy. Además, solamente dejó seguir 2’ de reposición de los 5’ que el cuarto árbitro exhibió. En resumen, un arbitraje pésimo.
Para el estadístico: Al fin
Con este triunfo, Acosvinchos termina con la mala racha de perder de local ante Atlético Minero -que llegaba como favorito al cotejo-, pues en los dos años anteriores perdió siempre: 1-3 en el 2009 y 2-3 en el 2010. Asimismo, como se puede observar, Minero no pierde la costumbre de anotarle siempre de visitante al cuadro rojo.