Melgar - San Martín: Para bravos, los juanetes
Melgar sigue haciéndose fuerte en Arequipa. Con un sistema que controló las líneas de San Martín, Juan Reynoso le ganó el duelo a la San Martín de Uribe por 2-0 para acercarse a los líderes del Grupo B.
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Juan Reynoso es el principal motivo por el cual en este 2014 ya no se puede pronunciar el neologismo “melgareo”: sus disposiciones tácticas cambian de acuerdo con el contrincante. Esta vez, ante la San Martín, dejó el 3-4-1-2 para jugar con dos líneas detrás de los delanteros. ¿La razón? El buen toque que habían demostrado los de Julio César Uribe en las seis primeras fechas, antes de enfrentar a Melgar. Con dos líneas compactas, dispuestas a luchar en conjunto todas las divididas con la misma intensidad, pudo desaparecer a los creativos de la San Martín, Montaño y Marinelli, que poco (Carlos) o nada (Johnnier) aportaron al ataque de los santos, puesto que vistos reducidos sus espacios, se estorbaron en más de una oportunidad entre ambos volantes foráneos.
A pesar de ser Melgar el que tenía la posición de la redonda, la primera clara del partido estuvo en los pies de Benjamín Ubierna, quien a los 25’ sacó un furibundo remate que fue despejado por Leao Butrón. Cinco minutos después le llegó el turno a Melgar, tras una falta de Jersson Vásquez sobre Willy Rivas en área grande: fue el primer penal cobrado de la tarde, pero Bernardo Cuesta no pudo aprovechar el tiro desde los doce pasos e hizo figura a Pedro Gallese, quien atajó su remate.
Reynoso no se desesperó: sabía que podía seguir haciendo daño por las bandas, el punto flaco de los santos en este encuentro. Los hermanos Quina trabajaron por izquierda, mientras que Willy Rivas con Johan Vásquez hicieron lo suyo por el lado derecho, por donde llegó el primer gol: Rivas cedió para Cuesta, que descargó para que Johan Vásquez pusiera un certero centro al corazón del área. Allí encontró a Zúñiga y su perfecta suspensión para colocar el balón dentro de las redes a un minuto de acabar el primer tiempo.
La desazón de Uribe se hacía notar, puesto que su sistema empleado al inicio del cotejo, el 4-3-2-1, no le dio resultados: Hinostroza lejos de su mejor nivel, Marinelli y Montaño sin ideas con un Perea que tenía que lucharlas todas completamente solo. Por eso, y tras el gol, decidió modificar su sistema de juego para la segunda mitad. Santiago Silva y Raziel García ingresaron por Johnnier Montaño y Hernán Hinostroza, respectivamente, con lo que se transformó la alineación alba a un 4-3-1-2. Pero ni aun así pudo desamarrar las férreas líneas que tenía el cuadro arequipeño.
La segunda alegría del encuentro llegó por la vía penal, después de que por izquierda se juntaran los hermanos Quina con Mario Soto y este fuera trabado por Yhirbis Córdova en área grande. Cambió el lanzador y este no falló: Minzum Quina anotó tanto el segundo del partido, como el de su cuenta personal en el año. De seguro Reynoso sonreía, puesto que sus impenetrables líneas hacían el trabajo defensivo a la perfección, utilizando los lados para escapar y buscar el arco contrario; pero las jugadas, en su mayoría, terminaban con lanzamientos empujados por papel periódico remojados una noche anterior.
Las sustituciones de Reynoso (Kontogiannis, Alva y Hohberg por Balta, Johan Vásquez y Soto) no modificaron su esquema: los ingresantes se tuvieron que adoptar el trabajo de los que iban saliendo. Una idea que mantiene desde que dirigía a Universitario, la de ser un equipo, no necesariamente defensivo, pero que cuando toca resguardarse lo hace bien.
Fotos: Miguel Zavala / diario El Pueblo de Arequipa
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