Foto: diario La Industria de ChiclayoLos Caimanes no aprovechó el hombre de más y terminó empatando 2-2 frente al Sport Huancayo de Daniel Córdoba, que sacó petróleo a su propuesta y con mucho corazón sacó un punto en la calurosa Olmos.

 

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Una de la tarde en Olmos. La hora del almuerzo no será interrumpida y así lo demuestran las vacías tribunas. La paupérrima recaudación del año seguirá igual. Pero en Los Caimanes poco o nada importa eso, si lo quieren ver o no, si quiere identificarse o no con Olmos, para el club solo cuenta la ventaja extradeportiva en un horario en que el sol pega tan fuerte como terminó pegando Sport Huancayo, con diez jugadores, consiguiendo el empate al minuto 90 gracias a un magistral tiro libre de Anier Figureoa que dejó casi estático a Fernando Martinuzzi.

El cuadro huancaíno llegaba con la moral altísima, como para balancear el presupuesto bajo de esta temporada. La propuesta de Daniel Córdoba convence a los jugadores, una hecha para un equipo de plantel corto pero ambicioso. Así como Cord Cleque convirtiéndose en un jugador de cualquier zona del campo, rompiendo líneas y  cambiando el ritmo por su banda. Otros como Blas López o Yancarlo Casas encargados de administrar el balón, darle pausa y tiempo a sus compañeros. Hoy no estuvo Cruzado y eso pesó por momentos en Huancayo que vio a Los Caimanes amenazar cada vez con más certeza el arco de Joel Pinto.
El partido acabó en empate, pero la mala actuación de los árbitros, con Fernando Legario a la cabeza, gravitó en el resultado final (Foto: diario La Industria de Chiclayo)
El primer tanto llegó con el equipo de Teddy Cardama copando bien los espacios y empujando a la cornisa a su rival. Moisés Cabada, pues, a los 22' puso el primero con un cabezazo imposible de atajar para Pinto. Fue así que Huancayo empujado a adelantar sus líneas terminó pagando de nuevo, aunque con una expulsión. Juan Mayo cae en el juego de Luis Ovelar y es expulsado por cortar una acción manifiesta de gol. Se fue el primer tiempo y la visita tenía que remar contra los diez en cancha, el sol que se hacía más fuerte y un rival que suele acomodarse muy bien en defensa.

Ingresó César Ruíz en la segunda parte, para entrar en circuito con López y aprovechar su habilidad en el uno a uno. Tenía que desequilibrar Los Caimanes, hacer de cada posesión una jugada de gol porque, a priori, estas no iban a sobrar con uno menos. No obstante, se dejó estar Los Caimanes, empezó a darle licencias y a mirar por encima de los hombros a Huancayo que aprovechó y empató a los 68' vía una pared larga entre López y Ruíz, quien quedó libre por un buen movimiento sin balón de Víctor Rossel. Empate justo para un elenco que no dejó su libreto de lado y encontró la forma de ejecutarlo aún con diez.

Sin embargo, cuatro minutos más tarde, un cabezazo de Saúl Aponte en evidente posición adelantada le dio el 2-1 a Los Caimanes y el fútbol de nuevo no entendía de justicia. Merecían más los chicos de Córdoba que busca una identidad de juego con lo que tiene, explotar su reducido plantel al máximo y entregarlo a una idea de juego. Así que el fútbol le devolvió eso que Huancayo le estaba dando con paredes y triangulaciones. Mejor dicho, Anier Figueroa le devolvió la sonrisa al loco del polo roto y los shorts arriba. Un tiro libre fenomenal a los 90' le dio el punto que merecía a un equipo que no se olvidó de jugar frente a uno que creía tener el partido en el bolsillo.

Fotos: diario La Industria de Chiclayo

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