Euro crack
La crisis de la zona euro amenaza hoy en día su propia existencia. Una posible separación del bloque afectaría en demasía al fútbol como lo conocemos. ¿Por qué?
La reciente crisis económica europea tiene a todo el mundo en vilo. Las amenazas incluso de salidas de la Eurozona de países como Grecia o Hungría han cuestionan incluso el concepto del Estado de bienestar. Y mientras España, Portugal, Irlanda e Italia vienen siendo los próximos candidatos a caer, pocos se percatan que una desaparición de la Comunidad Europea podría tener un fuerte impacto en el fútbol como lo conocemos.
El cambio clave
La muy conocida Ley Bosman marcó un antes y un después en el panorama futbolístico europeo. Aparte de permitir a los jugadores que terminaban su contrato, el negociar y poder salir de su club sin que este lo retenga o recibiera una compensación, comenzó a aplicar la idea de “ciudadano europeo” o “ciudadano comunitario” ¿qué quiere decir esto? Que cualquier persona de nacionalidad de alguno de los países miembros de la Unión Europea podía jugar en cualquier otro país miembro sin ser considerado extranjero, sino como un trabajador local. Así es que un español podía trabajar en Francia y tener los mismos derechos y facilidades laborales que alguien natural del país galo. Llevando esto al fútbol, los jugadores comunitario comenzaron a ser libremente transferidos a cualquier liga de un país miembro de la unión sin ocupar la plaza de extranjero, de ahí que en adelante se abandonó el concepto de “extranjero” y se pasó a denominar como “no comunitario” a aquellos jugadores de países de fuera de la UE.
El mundo después de Bosman
Es así que desde 1995 -año en que se dio el fallo definitivo- se comenzaron a dar una serie de traspasos millonarios entre ligas. Por ejemplo, Steve McManaman se volvió el primer gran fichaje británico cuando fue comprado por el Real Madrid del Liverpool a cambio de 37 millones de libras. Con el tiempo el jugador se fue volviendo importante en el cuadro blanco y varios otros jugadores europeos comenzaron a cruzar sus fronteras a cambio de contratos millonarios. Claro que el primer en beneficiarse fue el holandés Edgar Davids que fichó por el Milan desde el Ajax con el que había ganado todo en unos años maravillosos del cuadro neerlandés.
El “chorreo” también le llegó a los jugadores de otras latitudes, especialmente a los sudamericanos, que comenzaron a buscar en su árbol genealógico al abuelo o abuela española, alemana, portuguesa o italiana, para favorecer así sus transferencias al Viejo Continente. Así, también comenzó a ser una condición para los ojeadores europeos de que el crack que veían jugando en Latinoamérica tenga la posibilidad de conseguir un pasaporte comunitario para facilitar su contratación.
Esto explica como en los últimos años de la década los noventa y durante la primera del siglo XXI se comenzaron a ver equipos con cada vez menos jugadores locales, llegándose a “excesos” como el Arsenal que llegó a tener una nómina de 18 jugadores sin un solo británico o el Barca “holandés” que por algún año tuvo más jugadores de la ‘oranje’ que de la actual campeona del mundo.
Podría venir el crack
Si bien por el momento parece lejana el quiebre de la zona euro e incluso la salida de algunos países -incluyendo a Grecia- no es tampoco descabellado que este escenario se dé, o que al menos se deje de lado algunos conceptos que forman parte del ideal del bloque, entre ellos la idea de ciudadano comunitario. No ha faltado algún economista experto que haya sugerido que la libre circulación para trabajar es causante de las altas tasas de desempleo o que quitar la idea del comunitario podría favorecer para que ciudadanos nacionales ocupen los puestos que tienen personas de otros países.
De darse cualquiera de estas posibilidades, habría una hecatombe en todas las ligas europeas. Un repaso por los equipos más grandes de Europa podría mostrar que alineaciones como las del Madrid, que suele tener máximo tres españoles titulares, Manchester United, que cuenta a lo sumo con cinco ingleses titulares y el Inter, que no tiene más que a un jugador italiano de titular, sería imposible de darse. Rápidamente se tendría que abrir una ventana de transferencias que dejaría muy golpeado el planeta fútbol.
El día después de mañana
El mundo fútbol quedaría entonces muy parecido a lo que fue antes de la ley Bosman. Ligas que hoy en día se han visto muy devaluadas por la pronta salida de sus estrellas como la holandesa o la argentina volverían por sus fueros en vista que la mayoría de sus jugadores que militan en el exterior se verían forzados a volver. Asimismo, la dictadura que en este momento imponen Barcelona, Real Madrid, y en menor medida el Manchester United, se rompería ya que tendrían que dejar salir a varios de sus jugadores.
Claro que todo esto reforzaría la idea de las canteras ya que sería la principal fuente de producción de jugadores. En todo caso, un escenario como el descrito no está lejos de ocurrir y si bien los dream team podrían desaparecer, seguramente ayudaría a una democratización del fútbol y a una equiparación de fuerzas que en los últimos años parece haberse perdido.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: AP, news.bbc.co.uk, football-retro.com
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