El Alianza - Melgar en las graderías de Matute.

Foto: Martín Velásquez / DeChalaca.com
 

El árbitro Alejandro Villanueva tuvo un apoteósico recibimiento (Foto: Martín Velásquez / DeChalaca.com)

LUTO Y TREGUA

Al menos por un minuto, el Comando Sur dejó sus recientes pleitos tribuneros para unirse en el silencio. Como todo el estadio, que se puso de pie, la barra popular aliancista respetó cada uno de los 60 segundos consagrados al recuerdo del ex puntero de Alianza Lima, Óscar ‘Huaqui’ Gómez Sánchez, fallecido ayer.

HOMONIMIA

Está muy bien que Lalo Archimbaud, jefe de prensa blanquiazul, quiera ostentar todo el aliancismo posible a través de los parlantes del estadio. Pero la presentación que hizo del árbitro antes del partido fue, digamos, un poquito exagerada. Parafraseándolo: “La terna está encabezada por el señor Alejandro Villanueva y Ponce, homónimo de Alejandro Villanueva y Martínez, el popular ‘Manguera’, que dio lauros al Perú, máxima gloria de Alianza Lima…” (ad infinitum). El pobre árbitro no sabía dónde esconder la cabeza con tanta alharaca. Si fue una estrategia para ablandarle el silbato, falló olímpicamente. Villanueva anduvo solvente y no pecó de localista.

ANIMALADAS

Si bien Renzo Benavides lideró sin mayores objeciones el ranking de insultos, menuda pelea intentó hacerle Jean Ferrari. La tribuna no se cansó de recordarle cada vez que podía su pasado crema. Lo más curioso ocurrió cuando, ya habiendo sido reemplazado, un hincha se acercó lo más posible al banco arequipeño. Desde ahí, se dirigió a Ferrari y agitó graciosamente los brazos simulando un ave galliforme (o gallina). El volante mistiano no se quedó atrás, se levantó de su asiento, y empezó a saltar con el cuerpo lanzado hacia delante, como un simio. Un tete a tete que se convirtió en impecable coreografía animal. Sano esparcimiento, que le dicen.

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