Durante los últimos años, varios equipos han migrado de sedes y adoptado temporalmente localías en ciudades ajenas a sus orígenes. Algunos en búsqueda de hinchaje y otros de taquillas; casi todos sin resultados.

Foto: diario Todo Sport 

En 1996, San Agustín hizo de local en el Mansiche de Trujillo y hasta consiguió el auspicio de la principal cervecera local (Foto: diario Todo Sport, 06/06/96) En la temporada 1996 se produjo un fenómeno sin precedentes en el fútbol peruano: tres equipos de Lima Metropolitana buscaron en ciudades del interior los hinchajes y las recaudaciones que en la capital les eran ajenos. Así, Deportivo San Agustín mudó su localía a Trujillo, al estadio Mansiche, y hasta consiguió el auspicio de la principal cervecera de la ciudad norteña; Ciclista Lima se fue a Chincha, al Félix Castillo Tardío (hoy rebautizado como Cuna de Campeones), y Guardia Republicana hizo lo propio marchándose a Cañete, al estadio Roberto Yáñez, que hasta hoy luce los colores azul y amarillo del cuadro policial en sus tribunas.

Los tres equipos, curiosa y coincidentemente, descendieron en dicha temporada para jamás volver. Como para demostrar que las localías adoptadas reditúan poco, salvo en casos de conversión total a un nuevo club como hizo Deportivo Pesquero al transformarse en Deportivo Wanka, por ejemplo.

No obstante, algunas ciudades sin representación en Primera se han visto beneficiadas durante los últimos años por experimentos hechos por algunos clubes. Unión Minas llevó fútbol en la temporada 2000 al estadio Monumental de Jauja (Junín), ciudad que jamás tuvo un club en la máxima categoría. En la misma temporada, Juan Aurich jugó como local un partido por el Torneo Clausura en el estadio Víctor Montoya Segura de Jaén (Cajamarca), que perdió 0-7 ante Sporting Cristal. Cuatro temporadas después, en el Apertura 2004, la fusión Grau-Estudiantes buscó taquillas llevando algunos partidos al estadio Manuel Feijoó de Catacaos (Piura), sin mayor fortuna. Finalmente, en 2004, Cienciano mudó su localía al estadio Municipal de Urcos (Cusco), mientras el Garcilaso de la Vega era ampliado para la Copa América.

Ciudades con experiencia en Primera también han albergado a equipos ajenos en periodos sostenidos. El estadio Segundo Aranda Torres de Huacho ha visto pasar a San Agustín, Municipal, Boys, Huaral y hasta el César Vallejo como locales. El Guillermo Briceño Rosamedina de Juliaca ha albergado partidos de Cienciano, Melgar y Total Clean. El César Flores Marigorda de Lambayeque también dio cobijo durante algunos partidos al Juan Aurich, así como el Torres Belón de Puno lo ha hecho con Cienciano o el Miguel Grau de Piura con Alianza Atlético, por citar ejemplos más eventuales y de mayor cercanía geográfica.

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy