Roberto Rojas: La banda siniestra

Cuando en la temporada de 1975 apareció Roberto Rojas Tardío (Lima, 22 de octubre de 1955), el primer equipo de Alianza Lima era dirigido por Marcos Calderón, quien ese año asumió el mando en el cuadro de La Victoria dando cabida a varios nuevos elementos.
Siempre como marcador izquierdo, esa primera temporada con la blanquiazul a Rojas se le complicó alternar en el once titular, pues por delante en su puesto tenía a nada menos que Jaime Duarte, además de a Julio Buyo Ramírez. El Chiquillo, conocido por jugar en el mismo puesto pero por la derecha, se vio desplazado de su usual ubicación ante la presencia de Moisés Palacios. Al dejar momentáneamente el cargo Calderón, quien pasó a dirigir a la selección peruana durante la Copa América, la situación no varió, aunque terminó esa campaña ganando su primer título nacional.
Con olor a victorias
El siguiente año el panorama se mantuvo igual para Cucurucho, siendo recién el de 1977 el campeonato con el que se destacó en forma definitiva como titular. Por su gran velocidad, lo que le permitía anticipar a los punteros que se recostaban por su sector, su juego se hizo habitual en cada jornada en la que defendió al Alianza de las estrellas, ese cuadro en el que se juntó la dupla de Teófilo Cubillas con Hugo Sotil junto a José Velásquez y César Cueto. Con la dirección del uruguayo Juan Eduardo Hohberg en el banco, salió bicampeón en 1978, siendo además convocado para integrar la selección peruana que asistió al Mundial de Argentina.

Al sentir nacional
Vestir la blanquirroja fue una meta que Roberto Rojas cumplió desde que el 22 de abril de 1978 debutó en un amistoso frente a China que se ganó 2-1. El técnico era Marcos Calderón, quien lo ubicó como titular hasta que a los 55 se fue reemplazado por Jaime Duarte. Solo ese encuentro le bastó para ser incluido en la lista final que participó en la Copa del Mundo, aunque el titular por su sector era el Panadero Rubén Díaz.
Ya en el Mundial, la presencia de Cucurucho se dio en un solo partido, el último y fatal de aquel Perú que se despidió siendo goleado 6-0 por Argentina. Luego se mantuvo alternando de forma regular en los encuentros de preparación, hasta que llegó el año de 1981, en el que el brasileño Tim lo consideró inamovible durante las Eliminatorias. Ese buen momento, sin embargo, tuvo un final abrupto el 25 de abril de 1982, cuando jugando de visita ante Argelia se rompió el tobillo derecho.
Sin poder asistir a la justa que se desarrolló en España, tuvo que esperar hasta la Copa América de 1983 para volver a jugar de manera oficial con la selección, ahora bajo la dirección de Juan José Tan, aunque un amistoso frente a Paraguay el 7 de octubre de ese año, acabó siendo su despedida de la blanquirroja tras perder 4-1. En total, sumó 27 presencias.
Todo pasó corriendo
Jugando por Alianza, Cucurucho siguió actuando hasta la temporada de 1985, aunque cada vez con mayor competencia en el puesto. Los nombres de César Sussoni y el juvenil Gino Peña se mezclaron con el de Roberto Rojas, quien cerró su primera etapa con la blanquiazul en un clásico que Universitario ganó 3-2 el 26 de marzo de 1986. La directiva grone entonces no lo volvió a contratar, por lo que se marchó de La Victoria en camino hacia el Rímac, donde Sporting Cristal lo acogió.
Pese a que con los celestes fue titular de forma regular, las expectativas cifradas sobre el equipo dirigido por Héctor Chumpitaz no se cumplieron, por lo que su estadía no se prolongó más allá de una campaña, la que cerró jugando justo ante Alianza en la última fecha de la Liguilla por el título nacional.
La siguiente camiseta que Rojas vistió fue la de Municipal, que en 1987 lo tuvo alternando el puesto por la izquierda con Jorge Simic, pero su estadía con el cuadro edil también fue corta, pues en diciembre la tragedia de Ventanilla sacudió el corazón de muchos, entre ellos el de Cucurucho, por lo que solicitó ser prestado a su antiguo club para colaborar en la recuperación de los íntimos.
Pegado al corazón
El domingo 3 de enero de 1988 fue el regreso oficial de Roberto Rojas con la camiseta de Alianza Lima, cuando en Matute le ganaron 2-1 a Bolognesi. Aunque no pudo completar el homenaje a Los Potrillos logrando el campeonato, cumplió jugando los últimos partidos de esa temporada y de la siguiente, en la que se armó un nuevo plantel que no pudo reeditar un buen papel.
Pasando muchos problemas, Alianza cayó en el Descentralizado B, del que salió para acceder a la Liguilla por el título del Descentralizado, en la que ocupó el último lugar. En esa etapa del torneo la despedida no pudo ser peor para Cucurucho, que el 22 de enero de 1989 se retiró cayendo ante Octavio Espinosa por 2-4.
A esa altura de su carrera, Rojitas ya había cumplido con casi todo lo que se puede esperar de un jugador de fútbol, por lo que alejado de la actividad, se dedicó a cumplir con negocios particulares. Luego, la mañana del 27 de septiembre de 1991 lo sorprendió un accidente vehicular en la Costa Verde de Lima, cegando su vida de forma abrupta, aunque dejando el recuerdo de sus corridas constantes que por años deslumbraron por la banda izquierda.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios La Crónica y El Comercio, libro Alianza Vida y Pasión / Lorenzo Villanueva

Yo llegué a conocer y jugar con este señor, Roberto Rojas. Nos reuníamos en el parque Cahuide-Valdivieso, para jugar una pichanguita. Roberto venía a "moverla" con su manchita de San Juan de Miraflores. El caudillo de esos era un tal Olórtegui.
Que en paz descanses, Roberto.
Tu compadre del balón
Juan Ramírez
Dipl. - Ing. Agr. - Suiza