Raúl Chappell: Capitán de puerto rosa

Raúl Chappell Morales nació en el Callao el 23 de julio de 1911. Comenzó pateando balones en los infantiles del Unión Buenos Aires, allá por 1923. Posteriormente, junto a su grupo de amigos del Centro Escolar 471 -entre los que se encontraban los hermanos Alcalde, Carlos Portal, Víctor Marchena y Segundo ‘Titina’ Castillo- llegó a las infantiles del Sport Boys. Ya era 1929 y Chappell decidió crecer en un cuadro que, más que un equipo de fútbol, parecía una hermandad.
Timonel de la zaga
‘Cachinita’, como se hizo conocido en el fútbol, subió a la máxima categoría del club del puerto a los 17 años. Jugó allí hasta 1931, marchándose por dos años al Atlético Frigorífico, en el que fue el único intervalo que tuvo su historia con la rosada.
Al regresar al Boys en 1933 se acomodó como zaguero central junto a Guillermo Pardo. Según los reportes de esa época, Chappell gozaba de gran solvencia para el quite, era técnico y correcto en sus intervenciones, y no necesitaba de recursos vedados para marcar al rival.
En 1935, el club rosado, con Chappell como líder de la defensa y primer capitán del equipo, consigue el campeonato nacional, disputado con otros cinco equipos. Boys completó primero sus partidos, ganándolos todos (incluso al Alianza de Villanueva por 2-1 y a la ‘U’ de ‘Lolo’ por 3-2) y haciendo imposible que algún otro cuadro lo alcanzara en puntaje. El resto del torneo no fue jugado y los porteños fueron declarados campeones nacionales. El equipo formaba con Marchena en el arco; Chappell y Pardo en defensa; ‘Titina’ Castillo, Miguel Pacheco y Guillermo Aróstegui en la volante; Carlos Portal, ‘Campolo’ Alcalde, ‘Prisco Alcalde, Aquiles Westres y Alberto ‘El Pibe’ Baldovino en la delantera.
A las pruebas se remite
Al año siguiente, la selección nacional tenía el compromiso de jugar las Olimpiadas de Berlín, por lo que el campeonato nacional fue suspendido. El dilema de ese entonces era elegir a los integrantes del combinado patrio. Las autoridades deportivas se inclinaban por llevar a jugadores experimentados de Alianza y Universitario. Sus detractores, en cambio, hacían votos por el once porteño en pleno.
El enigma sería prontamente resuelto. En una de las temporadas internacionales que se realizaban en Lima, llegó el Gimnasia y Esgrima de La Plata, que empató con Universitario (1-1) y Alianza (3-3). Los argentinos parecían irse invictos, hasta que tuvieron que chocar con los jóvenes rosados. Los campeones, sin miramientos, destrozaron a los del Río de la Plata con una paliza de 6-1: anotaron ‘Campolo’ (2), Paredes (2), ‘Titina’ y Álvarez. Como si eso fuera poco, días mas tarde llegó el Wanderers de Uruguay para vencer a la ‘U’ (1-3) y caer ante Alianza (1-0) y Boys (3-2).
Pero habría una prueba definitiva. Esta enfrentaría en un encuentro a la selección de Lima (un combinado básicamente compuesto por los "compadres") y la del Callao (íntegramente rosada). Los últimos ganaron por 3-1. De este modo, Raúl Chappell pudo enrumbar a Berlín con destino a las Olimpiadas.
Desembarco en Berlín
En Berlín saldría a relucir una nueva faceta de Chappell. Después de quedar impactado por los cortes de pelo al ras, al estilo nazi, que le habían hecho a los boxeadores de la delegación, decidió, junto a ‘Lolo’ Fernández, fungir de peluquero del seleccionado.
Chappell no llegó a jugar los partidos contra Finlandia y Austria, pero regresó igual como parte de una de la leyenda más importantes y controversiales que ha tenido el fútbol peruano. Sin dudas, tanto él como Boys pasaban por años envidiables. En 1937, los rosados volvieron a obtener el título nacional de forma invicta, ganando siete de nueve partidos, y con ‘Cachinita’ nuevamente como capitán.
En 1938 el zaguero era una pieza clave en las convocatorias de la selección, así que fue nominado entre los participantes para los primeros Juegos Bolivarianos realizados en Bogotá. Teniendo como técnico al inglés Jack Greenwell se consagró campeón de la justa.
Con galones de almirante
Chappell sería nuevamente considerado para defender las sedas nacionales en el Sudamericano de 1939, realizado en nuestro país. El técnico Jack Greenwell lo hizo debutar en el segundo partido, en la victoria sobre Chile por 3-1. Cubrió el puesto de Juan 'La Víbora' Quispe, haciendo pareja con Arturo Fernández. Chappell sería titular en otros dos partidos: en la victoria sobre Paraguay (3-0) y en el triunfo final frente a Uruguay (2-1), que permitió al representativo peruano consagrarse campeón del torneo.
En escasos cinco años, Chappell había conseguido dos títulos nacionales, un campeonato bolivariano y uno sudamericano: un currículo de oro y plata que hablaba de la calidad del defensor, que pocos años más tarde, y con tan solo 28 años, se vio obligado a retirarse debido a una grave lesión a los meniscos.
Su alejamiento del fútbol no sería definitivo. Siempre ligado al Boys, logró como director técnico el campeonato de 1942. En su etapa de entrenador, Chappell también tuvo a su cargo al seleccionado peruano Sub-20 en 1954, con el que participó en el Sudamericano de Venezuela y alcanzó el cuarto lugar. En ese equipo destacarían ‘Paco’ Andrade, Rodolfo Bazán, Mario Minaya, Víctor ‘Monín’ Salas y Juan Seminario.
El legado de un ganador
Raúl Chappell siguió entrenando en el colegio militar Leoncio Prado. Luego se jubiló y decidió residir en Estados Unidos, donde falleció en 1977. Su descendencia directa vive allá, pero su apellido, de todas formas, siguió ligado al fútbol a través de su nieto Fernando, quien fuera árbitro FIFA en los años ochenta y noventa y quien nunca tuvo mayor problema en confesar su hinchaje rosado, debido a la enorme influencia que sobre él había ejercido su abuelo. El réferi, incluso, comentó que siempre pedía que no le programaran arbitrar partidos de Sport Boys.
Raul Chappell tuvo el genio de los líderes naturales. Fue el capitán que supo conducir a la Misilera hacia sus mejores horizontes y vencer difíciles combates en los que el puerto rosado siempre salió triunfador.
Fotos: libro '¡Vamos Boys!', Teodoro Salazar Canaval; álbum Fútbol de Ayer y Hoy

Como un aporte hago una corrección al once campeón del 35: Marchena; Chappel, Pardo; M.Pacheco, Castillo, Portal; P.Alcalde, Westres, C.Alcalde, Baldovino y G.Aróstegui.
En el 37, Boys campeona con la siguiente formación: Victor Marchena; Raul Chappel, Jorge Pardo; Miguel Pacheco, Titina Castillo, Carlos Portal; Prisco Alcalde, Pedro Ibañez, Campolo Alcalde, Andres Alvarez y Arturo Paredes.
El que suscribe es hijo de don Orlando Chappel Morales.
Saludos a la afición Vamos Boys...!!
Doris
SIEMPRE SONARON MAS TITINA, PRISCO, Y CAMPOLO DE ESE BOYS
PERO GRACIAS A ESTA WEB SE QUE MI TIO CHAPPEL ES UN GRANDE Y MERECE QUE SU NOMBRE SUENE MAS EN EL PUERTO, PARA QUE LAS GENERACIONES QUE VENGAN SEPAN RECONOCERLO COMO LO QUE ES UNO DE LOS HISTORICOS DEL BOYS, SIEMPRE PENSE QUE EL UNICO QUE HABIA LOGRADO LA HAZAÑA DE SER CAMPEON COMO JUGADOR Y DT EN EL BOYS ERA MARCOS CALDERON PERO MI TIO CHAPPELL TAMBIEN LO CONSIGIO.
GRACIAS A ESTA WEB POR ESTE HOMENAJE
INVITARE A MIS AMIGOS A QUE LEAN LA HISTORIA DE ESTE IDOLO ROSADO
Atentamente,
Eugenia Castillo ALcalde
Trabajamos ahora para darle su lugar a todos los campeones de 1935 y 1937 y a los olimpicos de BerlÃn, asi que nos gustaria estar en contacto con la familia de todos esos heroes rosados, para coordinar un merecido y justo homenaje de parte de este pequeño grupo de fanáticos del Boys, busquenos en el facebook como: comision del hincha rosado.
Quisiera saber si también fue entrenador de la G:U: Bartolomé Herrera?
PD: Donde puedo conseguir ese libro llamado "Vamos Boys"??