Diamantes al alba
1. La fundación
El 12 de octubre de 1935, en la calle Ramón Zavala 429, del distrito del Rímac (aunque otras versiones hablan de la tercera cuadra de la calle Lima, en lo que hoy es Pueblo Libre), un grupo de dirigentes conformado por Víctor Picasso Rodríguez, Alfredo Malatesta y Fernando Nieri, en conjunción con otro grupo de ciudadanos iqueños residentes en Lima encabezado por Juan de Dios Mere, se reunieron para fundar una institución deportiva. Le pusieron por nombre Centro Iqueño de Deportes y Estudios.
La primera disciplina que practicó el naciente club fue el fútbol, para lo cual en 1936 se afilió a la Tercera División de la Liga del Rímac. No obstante, en breve mudó su sede institucional a la calle Monzón, en el Cercado, muy cerca del río Rímac. De allí que con el correr de las décadas Iqueño pasara a ser conocido como "el equipo de Monzón".
2. La fusión
Para finales de 1937, Centro Iqueño jugaba en la Segunda División de la Zona del Centro. Ese año, en la División de Honor (máxima categoría del fútbol por entonces), descendió el Sportivo Tarapacá Ferrocarril, club cuyos dirigentes acordaron fusionarse con Iqueño y ceder a este la categoría que le correspondía en la Primera División de la Liga Provincial de Lima (que venía a ser la segunda categoría en importancia).
Iqueño jugó allí por cuatro temporadas. En 1941, se creó la Liga Regional de Fútbol de Lima y Callao, cuya Primera División sustituyó a la División de Honor, mientras que en la Segunda División se ubicaron los equipos que pugnaban por el ascenso. Centro Iqueño logró ubicarse a la cabeza de esta categoría junto con el Santiago Barranco, lo que le daba derecho a tentar el pase a Primera para 1942.
3. El ascenso
En setiembre de 1942, se resolvió disputar la llamada Rueda Trágica, una especie de cuadrangular de revalidación en el que participaban los dos últimos de Primera División del año anterior, a la sazón Atlético Chalaco y Telmo Carbajo (ambos del Callao), y los dos primeros de la Segunda División, Centro Iqueño y Santiago Barranco. Se otorgaban tres puntos por victoria, dos por empate y uno por derrota; el cuadro de Monzón igualó en sus dos primeros cotejos contra los cuadros chalacos, y llegó a la última jornada decidido a rubricar su ascenso contra el Santiago Barranco.
El sábado 13 de setiembre de 1942, los albos saltaron al campo con Lostaunau en la puerta; Cabada y Casas en defensa; Ruales, Alzamora y Gallegos en mediocampo; Vargas, Mendiola, Soler y Romero en ofensiva. Al culminar el primer tiempo, ya ganaban 4-0 con tantos de Vargas, Mendiola y Soler en dos ocasiones; Mendiola otra vez estiró cuentas a los 55', y pese a que luego Santiago Barranco mejoró, el 5-2 final dejaba a Iqueño expectante del último partido entre Chalaco y Carbajo. Únicamente una igualdad entre ambos conjuntos podía forzar un triple empate a siete puntos en el primer lugar.
La prensa de la época especuló con que ambos cuadros porteños arreglarían el partido para perjudicar al equipo de Monzón, y aparentemente así fue -de hecho, lo postergaron una semana y lo jugaron en el estadio Modelo de Bellavista, hoy llamado Telmo Carbajo-. Las crónicas periodísticas señalan que Carbajo se puso en ventaja y Chalaco llegó con facilidad al empate. No obstante, la FPF, en decisión salomónica y acicateada por una huelga de los principales clubes, que estaban creando la llamada Asociación No Amateur (ANA), decidió que para ese 1942 el número de equipos en Primera División se incrementaría a diez. Así, los cuatro participantes en la Rueda Trágica -que acabó disputándose por gusto- fueron admitidos en la máxima categoría y se consumó el ascenso del cuadro albo.
4. El estreno
Apenas unas semanas después, el 8 de noviembre de 1942, Centro Iqueño se estrenó en la máxima categoría en el estadio Nacional, frente al Atlético Chalaco. Iturrizaga desperdició un penal que pudo poner arriba a los porteños, y ello fue aprovechado por el cuadro albo. Soler puso en ventaja a Iqueño, y pese a que el propio Iturrizaga consiguió la igualdad parcial, en el segundo tiempo el insider izquierdo Romero puso el 2-1 definitivo tras apilar a varios rivales. Otro penal errado, ahora para los iqueñófilos en los pies de Fernández, rubricó la tarde.
En aquella temporada de estreno, Iqueño se ubicó antepenúltimo (octavo), con lo que consiguió zafar de la baja. Al año siguiente fue último de ocho clubes, pero no hubo descenso, por lo que mantuvo la categoría. Luego sería penúltimo tanto en 1944 como en 1945, pero estaba blindado: se mantenía el sistema de campeonato sin descenso. Ello cambiaría en la temporada posterior.
5. El primer descenso
En 1946 el torneo se disputó a tres ruedas y casi desde el comienzo, Iqueño coqueteó con el último lugar, peleando palmo a palmo con Sporting Tabaco, equipo con el que supo disputar dramáticos partidos: igualaron primero a tres goles por bando, luego se impusieron los de Monzón por 3-2 y finalmente, en uno de los mejores cotejos del certamen, los cigarreros vencieron 5-4 a los albos.
En la penúltima jornada, Iqueño llegó obligado a vencer a Mariscal Sucre para mantener esperanzas, en lo que parecía una misión imposible. No obstante, con goles de Córdova y Beleván, ambos en el primer tiempo, logró sellar un 2-1 complementado por la excelente actuación del golero José Trigo, quien sacó varias pelotas de gol a los sucrenses, que quedaron con el inesperado resultado fuera de la carrera por el título. Empero, Iqueño ya no dependía de sí mismo: al día siguiente, Tabaco venció 3-2 a Alianza Lima y selló así el descenso albo. La despedida oficial fue a la semana siguiente, el domingo 13 de octubre, con un empate 2-2 ante el equipo que años antes había acompañado el estreno: Atlético Chalaco.
6. El retorno
Tras dos años en el infierno, Iqueño consiguió pegar la vuelta al ubicarse en primer lugar del torneo de Segunda División de 1948, que se prolongó hasta el verano entrante. En la última jornada, disputada el sábado 19 de febrero de 1949, Iqueño llegaba con 17 puntos, solo amenazado por Unión Callao, que tenía 15 unidades. En el cotejo de semifondo, el cuadro chalaco empató a cero goles con el colero Association Chorrillos y le aseguró así el título a los de Monzón, que salieron a enfrentar al Carlos Concha en el duelo de fondo sabiéndose campeones. Igual, propinaron un contundente 4-2 de la mano de Hilbck en el arco; Quintana y Espinoza en defensa; Ramírez, Donayre y Del Valle en el mediocampo; Rivera, Pinto, Allende, Danilo Torrey y Marcos Torrey en el ataque.
El retorno a Primera se cristalizó en julio, con un nuevo estreno ante el Atlético Chalaco, esta vez con derrota. Aquel año Iqueño acabó en último puesto otra vez, pero nuevamente se resolvió que no habría descenso. Ello salvó a los de Monzón que comenzaron los años '50 con otra cara: ya no peleando abajo sino a media tabla, y cada vez más y más arriba.
7. El título
La temporada 1957 es la más importante de la historia del Centro Iqueño. La directiva, encabezada por Roque Corvetto, contrató los servicios del DT uruguayo Roberto Scarone, quien comenzó a escribir su grata trayectoria personal en el país armando un cuadro de polendas que acabó dando uno de los golpes a la cátedra más significativos de la historia del fútbol peruano.
El equipo comenzó el año perdiendo en el debut -para variar- ante Atlético Chalaco, pero luego mantuvo un trajín parejo que lo puso en los primeros lugares hasta que comenzó a decaer al final de la segunda rueda con algunas derrotas dolorosas ante Municipal, Universitario, Sucre y Cristal. Sin embargo, el colchón de puntos obtenidos permitió que los iqueñófilos se colaran en el "Grupo de los Grandes", formado por los cinco clubes que definirían el título. Allí, tres victorias al hilo sobre Chalaco (2-1), Alianza Lima (4-1) y Cristal (3-1) pusieron a los de Scarone en el umbral de la gloria: con 25 puntos llegaban a la última jornada primeros, igualados con Chalaco (que debía descansar) y por encima de Alianza Lima y Universitario, que sumaban 24.
La noche del sábado 5 de enero de 1958, Alianza se vio sorprendido por Cristal y cayó 3-2, con lo que al día siguiente, día de Reyes Magos, a Iqueño le habría bastado empatar ante la 'U' para dar su primera vuelta olímpica. Sin embargo, los de Monzón quisieron escribir la historia con todas las de la ley. A los 28', el chiclayano Enrique Montenegro se llevó a José Fernández por el ala izquierda y forzó un tiro libre; él mismo lo ejecutó, como una especie de córner corto, cual dirían los relatores de antaño, y casi como un globito acabó colgando a Dimas Zegarra. Luego, a los 41', Antonio Palomino, tras internarse en el área crema con hábil finta, con un tiro raso puso el segundo tanto albo. El descuento de Terry, a los 82', no bastó: Iqueño era campeón y el éxtasis se apoderó de los de Monzón, que dieron la vuelta olímpica. Un reloj de oro y 1,500 soles fue el premio para cada uno de los campeones; para el DT Scarone, quien al día siguiente del título se marchó a entrenar a Alianza Lima, quedó la friolera de 20 mil soles. Para la antología se inscribieron los nombres de Fernando Cárpena en la puerta; José Allen, Adolfo Donayre y José Castro en defensa; el paraguayo Carlos Arce y Augusto del Valle en mediocampo; Enique Montenegro, el argentino Carlos Linazza, Fernando Olaechea, Antonio Palomino y el paraguayo Ricardo Quiñones en ofensiva.
8. Chale y Mifflin
Amén de decaer un tanto en los años siguientes, Iqueño mantuvo su esencia de promotor de valores. En 1963 hizo su estreno con chompa alba Ramón Mifflin, quien jugó dos años en el club y para la temporada 1965 se marchó al Defensor Arica. Fue en 1965, justamente, que hizo su debut en Primera División otro gigante: Roberto Chale, quien de la mano de Juan Biselach -ídolo del club como jugador y DT- se estrenó en un cotejo ante Ciclista Lima con dos tantos y cosechó tanta fama que al año siguiente, Miguel Pellny se lo llevó a Universitario.
No obstante, es preciso aclarar que los compadres Chale y Mifflin, acaso los dos jugadores de mayor nombradía surgidos de las canteras de Monzón, jamás vistieron en simultáneo la casaquilla de Iqueño en Primera, como suele creerse. Únicamente coincidieron con chompa alba en divisiones menores.
9. La salvación
Iqueño fue progresivamente perdiendo brillo en los sesenta. Hubo un intento de repotenciar el equipo en 1966, con la disputa del primer Descentralizado, para lo cual se recontrató al DT paraguayo Miguel Ortega -quien había reemplazado a Scarone en 1958, luego de su marcha a Alianza- y se repatrió tanto a Donayre como a Quiñones, quienes habían estado jugando en el América de Cali. Pero el equipo no pasó del quinto puesto.
Para 1968 la situación se hizo crítica e Iqueño acabó igualado en el fondo de la tabla con Mariscal Sucre, otro que había perdido la estela de antaño, en 14 puntos. Debieron, por ello, jugar un partido de definición por el descenso el miércoles 15 de octubre de 1969 en el estadio Nacional, como preliminaristas de la final de la temporada entre Sporting Cristal y Juan Aurich. El encuentro tuvo ribetes dramáticos y se dilucidó a favor de los albos con un gol de Roberto Reaño a los 43', tras notable desborde de Víctor Gallegos. En el segundo tiempo, el portero Eduardo Zegarra se consagró como el héroe iqueñófilo al sacar varias pelotas de gol a los arietes dinamiteros.
10. El adiós
Al año siguiente, sin embargo, y a pesar de los esfuerzos económicos de la directiva encabezada por Alfredo Swayne, el panorama no cambió para Centro Iqueño. El equipo deambuló por los últimos lugares de la tabla y jugó la Liguilla por el Descenso, en la que a falta de tres jornadas estaba casi desahuciado.
El domingo 11 de enero de 1970 acabó siendo el día fatídico para la historia del equipo de Monzón. En el estadio Nacional, Iqueño debía derrotar a Carlos A. Mannucci para seguir con vida. No solo no pudo hacerlo, sino que recibió el golpe más duro: a los 74', un cabezazo de Raúl 'Chupón' Carrión mandó a Segunda a Centro Iqueño, que acabó con diez por expulsión del lateral de punta Carlos Mitten. Una fecha después, en la derrota 2-1 ante Sport Boys, el zaguero Walter Escobar anotó el que hasta hoy es el último gol albo en la máxima categoría. Y finalmente, el 27 de enero, el cuadro iqueñófilo jugó su último partido en la máxima categoría ante Sporting Cristal, con empate a cero goles tras el cual fue despedido con una fuerte ovación por parte de un estadio Nacional abarrotado -la selección nacional jugaba de fondo un amistoso con el Dínamo de Moscú- que le exigía volver algún día.
11. El día después
Tras su descenso, Iqueño jugó en Segunda División hasta 1973, cuando la categoría fue desactivada por el gobierno militar de turno. Pasó a jugar en la Liga del Cercado de Lima hasta 1984, cuando ya reactivada la Segunda, fue invitado a sumarse a ella. Jugó allí hasta 1986, cuando volvió a descender a su liga; en 1993 usufructuó la categoría en Segunda del Enrique Lau Chun, con el cual tuvo un preacuerdo de fusión que no llegó a materializarse, por lo que solo le cedió su nombre y camiseta de modo comercial. Finalmente, en 1994, de vuelta en la Liga del Cercado, el equipo descendió a Segunda División Distrital y al año siguiente no se presentó a jugar en dicha categoría, por lo que quedó desafiliado hasta la actualidad.
Sin embargo, la institución jamás murió. Gracias al entusiasmo, principalmente, de la familia Picasso, se ha mantenido activa en la gran mayoría de torneos de menores existentes, en los que no le han faltado lauros ni nuevas figuras que dar a conocer. Por ahora el enfoque sigue en la formación de jugadores, pero no se descarta que en algún futuro el equipo de Monzón vuelva a animarse a tentar la aventura de la reafiliación y el retorno. Se ha especulado incluso con que podría mudarse a Ica, para hacer honor al nombre que le dio origen y comenzar a andar el camino desde esa ciudad. Cualquiera sea el caso, no parte desde cero: una inmensa historia que hoy celebra sus bodas de diamante y aquí se ha resumido le brinda un respaldo envidiable.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
escrito por robertofk , October 12, 2010
escrito por david , October 12, 2010
escrito por Iqueño , October 12, 2010
escrito por leo , October 13, 2010
escrito por hincha , October 13, 2010
escrito por Proscrito , October 14, 2010
escrito por Hugo Hoefken , February 09, 2011
los albos de la calle Monzón, lastimosamente para mi, ganaron ajustadamente al Leon Porteno (creo recordar 2 a 1) y poco despues los intimos fueron goleados (4 a 1). Aun cuando entonces era niño, caballero nomas, tuve que aplaudir a los albos,
su victoria final frente a la crema,si me gusto.
escrito por antonio , March 07, 2011
El Centro Iqueño junto al Mariscal Sucre, Mariscal Castilla y al Defensor Arica deberÃan de tener equipos vigentes en las ligas distritales ya que se han ganado un respecto, trayectoria y simpatÃa por muchos públicos peruanos.
Ojala que estos equipos de animen a jufar en las ligas distritales o esperar en la ceracion de la liga superior de lima y afiliarse en ese torneo mucho más practico hasta volver a primera división y le hagan la vida imposible como antes a la U, Alianza y al Cristal.
Incluso podrÃan proponer junto al San Agustin, Municipal, Defensor Lima, Ciclista Lima, al Sport Boys , At. Chalaco, cuando juegen con la U, Alianza, y Cristal se denomimen clásica moderno o clasico eterno donde las escuadras proponen lo mejor de cada uno......
escrito por Francisco Torres Gil , March 18, 2011
Francisco Torres Gil
escrito por anonimo , March 23, 2011
Por eso incisto que se cree la tercera division profesional o de que se de la liga superior de lima y le invite a equipos como Centro Iqueño, Def Arica, Lawn tennis, Aelu, Inter de San Borja, Atlético Telmo Carbajo, Sport Santiago de Barranco, Jorge Chávez del Callao, Atlético Lusitania de Barrios Altos, Unión Callao, Asociación Chorrillos, Carlos Concha, Municipal, Def Lima. Regatas, Ciclista LIma, Mariscal Sucre FBC, San Agustin, Sport Progrso, Sport Bielovolicic, entre otros para que lo integren.
Todos ellos merecen al menos una oportunidad de regresar y ser protagonista o como el rayo Vallecano el dolor de cabeza para los equipos grandes del futbol peruano.
escrito por Julio Poma Jimenez , June 05, 2011
Fui testigo de la dedicacion y amor que tuvo este club de parte del Dr. Alfredo Swayne quien fue su Presidente. Su familia no olvidara los gestos de cariño de los antiguos hinchas y jugadores, del club y los periodistas cuando este fallecio.
Siempre vi a los jugadores de este club como no profesionales, jugaban por amor a la camiseta, gente con esa mistica no tendrian espacio en el actual futbol que se desarrolla en nuestros torneos.
Si el club consiguiera regresar seria un buen aporte al futbol profesional pero tendrian que cambiar mucho.
escrito por juanca , February 14, 2012
pero a todos los hinchas vamos a reflotar al centro iqueño un campeon no se puede ir a si nomas.
escrito por Edwin Castro Chirinos , January 10, 2013
Ademas por haber sido un equipo que fué la sombra de los equipos grandes como Alianza Lima y Universitario de Deportes, a quien ganaron 2 a 1, y salieron campeones el año 1957.
escrito por mayra , April 20, 2013
escrito por Victor Picasso Ciccia , July 21, 2013
escrito por Aguilag , October 13, 2015
escrito por Coco Barbero , October 16, 2015
Un par de detalles: En la alineación del 13/9/42 solo figuran 10 jugadores en la formacion inicial. Lo otro es sobre los descensos en los años 40. Al menos en 1945 si hubo descenso aunque no de manera directa. Ese año Boys jugó la Rueda Tragica ante el Santiago Barranco (campeon de Segunda) al que venció en dos partidos y mantuvo la categoria.