No hay magia que valga
Este Gálvez estaba para cualquier cosa, incluso para fungir de levanta muertos si la situación lo ameritaba. Carlos Jairsinho Gonzales Ávalos no estaba muerto, de hecho, siempre resultó el cambio predilecto de Édgard Ospina en Inti Gas; sin embargo, un partido como el de hoy donde el hijo de ‘El Mágico’ Carlos Gonzales, ex jugador de Alianza, consiguió cambiar drásticamente y darle un aire distinto a la ofensiva del cuadro ayacuchano, nos permite darle unas líneas y avivar nuestra incertidumbre del por qué no explotó luego del soberbio nivel mostrado en la Segunda División 2010.
Uno que otro comentario será más que cruel con él, pues si se recuerda aquellas actuaciones excepcionales que tuvo en Hijos de Acosvinchos permiten la siguiente interrogante: ¿por qué no logró consolidarse en un equipo del Descentralizado? Lo cierto es que, tras su paso por Alianza Lima, nunca dio ese gran paso, y hoy por hoy se mantiene a la expectativa en Inti Gas que pelea por regresar a un torneo internacional, más precisamente, a la Copa Sudamericana.
En el choque ante José Gálvez, desde su ingreso a los 56' por Henry Colán, apeló a su velocidad y gran despliegue físico para generar zozobra por el sector derecho, siendo el segundo tanto del cuadro gasífero mediante un centro suyo, luego de apilar a tres marcadores, en una acción nacida de sus pies.
A nadie le gusta ese rótulo de "la eterna promesa", y el hijo de ‘El Mágico’ Gonzales no espera serlo. La incertidumbre persiste respecto al futuro que tendrá en el fútbol profesional este veloz atacante ofensivo que mostró sus chispazos de crack en el ascenso del 2010 y que en la actualidad busca hacerse presente en Inti Gas.
Foto: Ciro Madueño
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