La gran final, el gran pasado

VIGENCIAS. Desde que se iniciaron los campeonatos nacionales, Alianza Lima ha participado en todas las ediciones. Juan Aurich, en tanto, ascendió por primera vez en 1967 y se mantuvo hasta 1983; volvió en 1988 y bajó en 1989; subió y bajó en 1991; retornó a Primera en 1998 y se quedó hasta 2002; su último regreso fue en 2008.
TABLA HISTÓRICA. En la tabla histórica de los campeonatos nacionales, Alianza Lima ocupa el segundo lugar, con 2654 puntos; Juan Aurich, en tanto, es noveno, con 1207 unidades.
EL TOTAL. Alianza y Aurich se han enfrentado 68 veces en la Primera División, con algo de ventaja a favor de los blanquiazules, que han ganado en 30 ocasiones. El Ciclón venció en 16 y hubo 22 empates.
DE IDA Y DE VUELTA. En Lima, han jugado 35 veces: Alianza ganó veinte, Aurich triunfó en cinco y hubo diez empates. En Chiclayo, en tanto, disputaron 33 partidos, con once triunfos del Ciclón, diez de los íntimos y doce paridades.
BASE TRES. Alianza y Aurich solo se han medido en tres estadios a lo largo de la historia: el estadio Nacional, el estadio Alejandro Villanueva y el estadio Elías Aguirre de Chiclayo.
BUZO COMBINADO. Seis entrenadores han dirigido tanto a victorianos como a chiclayanos: Sabino Bártoli (en Aurich en 1968-1969, 1974 y 2002; en Alianza en 1973), Juan Eduardo Hohberg (en Alianza en 1977-1978 y en Aurich en 1982), César Cubilla (en Alianza en 1980 y 1987, y en Aurich en 2002), Roberto Chale (en Aurich en 1981 y en Alianza en 2005), Julio César Uribe (en Alianza en 1995 y en Aurich en 1999), Franco Enrique Navarro (en Alianza en 2002 y en Aurich en 2008-2009).
LA PRIMERA VEZ. El primer enfrentamiento entre ambos se dio el domingo 27 de agosto de 1967, en Chiclayo, por la décima fecha del Descentralizado. Con gol del uruguayo Jorge García a los 44, los victorianos derrotaron 0-1 al Ciclón. A Aurich lo dirigía el argentino Gregorio Esperón (de exitosa trayectoria en el fútbol ecuatoriano), mientras a Alianza lo entrenaba Rafael El Cholo Castillo Huapaya.
GOLEADA CAPITAL. En Lima, chocaron por primera vez el sábado 2 de diciembre de ese mismo año (1967). En el estadio Nacional, los íntimos volvieron a ganar: fue por 4-1, con goles de Eladio Reyes, Teófilo Cubillas (2) y Pedro Perico León; descontó Próspero Merino para los norteños.
POST NAVIDEÑO. La primera victoria de Aurich sobre Alianza en Lima se produjo el 27 de diciembre de 1969, en el Estadio Nacional, por la Liguilla. El Ciclón venció 0-1 a los íntimos con gol de Eduardo Schabauer.
EQUIPOS DE ACERO. Seis veces íntimos y chiclayanos igualaron sin abrir el marcador. Por suerte, hace mucho que no protagonizan un 0-0: el último fue el 27 de septiembre de 1998, en Chiclayo, con una gran actuación del arquero íntimo Christhian Del Mar.
SE LOS COMIÓ LOBATÓN. La mayor goleada que ha conseguido Juan Aurich sobre Alianza ocurrió en Chiclayo el domingo 8 de diciembre de 1968: fue 4-1. Los íntimos habían logrado adelantar a través del Nene Teófilo Cubillas, pero el Ciclón remontó con anotaciones de Hugo Lobatón (2), Próspero Merino y Mario Catalá.
DE CHALACA. En contraparte, el resultado más abultado que ha conseguido Alianza ante Aurich sucedió el miércoles 12 de octubre de 1977. En Matute, los íntimos golearon 4-0 a los norteños. El primer gol fue de (léalo bien) César Chalaca Gonzales; completaron la goleada Hugo Sotil, Teófilo Cubillas y Víctor Pitín Zegarra.
GOL DEL ADIÓS. El dato anterior esconde otro histórico, tal vez más importante: el citado gol de Víctor Zegarra fue el último oficial que Pitín anotó con camiseta blanquiazul antes de su retiro.
NENE MANDA. El máximo artillero de los enfrentamientos entre Alianza y Aurich es Teófilo Cubillas, con siete anotaciones; lo siguen Henry Quinteros, con seis, Víctor Zegarra con cinco y Claudio Pizarro y Ernesto Arakaki con cuatro. Los mayores goleadores aurichistas contra Alianza, en tanto, han sido César Arnáez y Martín 'Gullit' Reyes, con tres goles cada uno.
ELADIO DE CADA LADO. Solo dos jugadores han llegado a anotar en estos enfrentamientos con ambas camisetas. Uno fue Eladio Reyes, que marcó en el citado 4-1 blanquiazul de 1967, y, ya por Aurich, en el triunfo del Ciclón por 3-2 del 25 de octubre de 1970. El otro fue Roberto Holsen, que marcó para Alianza, en su triunfo 3-0 en Matute, el 3 de noviembre de 2002, y, por Aurich, el 23 de noviembre de 2008, en la caída norteña por 1-3 en Chiclayo.
UNA MANO DE AUTOGOLES. Cinco autogoles se han marcado en estos cotejos. Una vez, incluso, un club llegó a cometer dos goles en contra: el 16 de setiembre de 1973, en el estadio Nacional, Juan Aurich le sacó un empate 2-2 a Alianza gracias a dos autogoles de tienda blanquiazul: Roberto Elías y José Velásquez vencieron la propia valla, defendida por Walter Seminario. Otros autogoles cometidos: Javier Muerto Gonzales (a favor de Aurich, en 1972), Jhonny Lalopú (a favor de Alianza, 2008) y Carlos Solís (a favor de Aurich, 2009).
FÉLIX Y TRISTE. Tres veces se ha errado un penal en estos enfrentamientos; los tres los erró Alianza. El primero en fallar fue Félix Rubianes, en el empate 1-1 en Chiclayo del 1 de junio de 1969. El segundo fue el colombiano Miguel Asprilla, en la victoria íntima en Matute por 2-1 del 13 de diciembre de 1998. El tercero fue Henry Quinteros, en el triunfo blanquiazul por 1-0 del 31 de agosto de 2008.
LA AUTORIDAD. Dos son los árbitros que más duelos entre íntimos y chiclayanos han pitado: Edison Pérez Núñez y Víctor Hugo Carrillo, con cuatro cada uno. Con tres, los siguen Pedro Reyes, Erwin Hieger, Enrique Labó, Ángel Ziani, Martín Cabrera y Manuel Garay.
ROJO CHIQUINHO. Solo dos jugadores llegaron a ser expulsados más de una vez en choques entre Alianza y Aurich. Uno fue el blanquiazul Ernesto Rivadeneyra, echado en los dos empates 1-1, tanto en Lima como en Chiclayo, de la temporada 1974. El otro fue el brasileño Erli Setembrino Chiquinho, que vio la roja con las dos camisetas: con Alianza, en su victoria 2-1 en Lima del Clausura 1999, y con Aurich un año después, en el empate 1-1 en Matute por el Clausura 2000.
VELOCIDAD AL MÁXIMO.Solo dos veces llegó a marcarse un gol antes del primer minuto. Ambas correspondieron a anotaciones blanquiazules; ambas fueron en Chiclayo. La primera fue el 12 de noviembre de 1972, cuando Juan Rivero lo hizo en la derrota íntima por 3-1. La segunda fue el 19 de abril de 1998, cuando Miguel Asprilla inauguró así el empate 2-2 en el Elías Aguirre.
AGONÍA Y ÉXTASIS. Los tres goles más agónicos son relativamente recientes y se marcaron al minuto 90. Uno fue el 21 de marzo de 1999, en Chiclayo, cuando Sandro Baylón decretó la paridad (1-1) a favor de los blanquiazules. Otro fue el 22 de mayo de ese mismo año, en Matute, cuando Johnny Mujica hizo el descuento en la derrota del Ciclón por 3-1. El último fue el 18 de marzo de 2001, en Chiclayo, cuando Juan Carlos Figueroa hizo el segundo descuento de la derrota chiclayana por 2-3 ante los íntimos.
NI UNO NI OTRO. El 20 de enero de 1980, Juan Aurich derrotó 2-1 a Alianza Lima y no solo le quitó al vigente bicampeón la opción de lograr el subcampeonato de 1979, sino que quedó muy cerca de sellar su segunda clasificación a Copa Libertadores: no obstante, en la última fecha, el Ciclón no pudo darle caza al Atlético Chalaco, que finalmente lo consiguió. La mencionada tarde del 20 de enero, Simón Olea y Ever Negrete marcaron para Aurich, mientras que Jorge Olaechea descontó para Alianza.
PONE OTRA MEJÍA. El 12 de febrero de 1983, en el Estadio Nacional, por la última fecha de la Liguilla, Alianza Lima aseguró el subcampeonato de 1982 y su clasificación a la Copa Libertadores con una victoria ante Juan Aurich. Con gol de Raúl Mejía a tres minutos del final, los íntimos vencieron por 1-0.
ASISTENCIA PINTADA. La mayor asistencia de público a un Alianza-Aurich se dio el 9 de agosto de 1970, en el estadio Nacional, en un empate 2-2 entre victorianos y chiclayanos: 35,192 espectadores. La peor asistencia fue en Matute el 14 de junio de 1998, en la victoria íntima por 2-1: apenas 122 personas; el partido, último de los blanquiazules en el Apertura, fue programado a la misma hora de un partido del Mundial de Francia 1998 (sábado, 11:30 de la mañana); en dicha jornada, el técnico Jorge Luis Pinto cerró, con lágrimas, su primera etapa como técnico blanquiazul.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica, libro '¡Vamos Boys!, Teodoro Salazar Canaval, revista El Gráfico Perú
Foto: José Salcedo / DeChalaca.com

1. Aurich es un equipo de Provincia; Melgar es el único que ganó copa en 1981.
2. Alianza Lima sóla se conforma con el título y no con la Copa Libertadores. Para ellos ganar el Torneo Local es ganar la Champions. (Si no me creen, revisen las últimas participaciones de Alianza en la Copa Libertadores=
Lamentablemente, habrá lo de siempre:
1. El árbitro inclinará la cancha en Lima a favor de Alianza.
2. La prensa en general apoya a Alianza ya que es más popular (Vende más)
Saludos y ojalá que Aurich gane contra todo!
1. Aurich es un equipo de Provincia; Melgar es el único que ganó copa en 1981.
2. Alianza Lima sóla se conforma con el título y no con la Copa Libertadores. Para ellos ganar el Torneo Local es ganar la Champions. (Si no me creen, revisen las últimas participaciones de Alianza en la Copa Libertadores=
Lamentablemente, habrá lo de siempre:
1. El árbitro inclinará la cancha en Lima a favor de Alianza.
2. La prensa en general apoya a Alianza ya que es más popular (Vende más)
Saludos y ojalá que Aurich gane contra todo!
lo mismo creo que pasara con el real Garcilazo...
Saludos...
Gracias amigos de De Chalaca por este repaso histórico tan preciso e interesante como a los que nos tienen acostumbrados, aunque más allá de la historia y del resultado espero que este sea un gran partido que deje satisfechos a todos, que se demuestre por qué es una final, y que no hayan problemas ni arbitrales y dirigenciales, por una vez en el año los fanáticos del fútbol queremos disfrutar de un espectáculo que no termine manchado por asuntos extrafutbolisticos.
Entonces si es así. esta de más hacer esta remembranza y solo comentar que había otro equipo que tenía el mismo nombrey que era del mismo lugar . No era lo más lógico.