Fue con gol de Chalaca

El miércoles 12 de octubre de 1977, Alianza Lima era una constelación de estrellas que se dio un festín en el Alejandro Villanueva cuando recibió al modesto Juan Aurich. Hoy, sábado 10 de diciembre de 2011, a un día de la tan esperada final que podría definir al campeón de esta versión del Descentralizado, el equipo íntimo quiere repetir la misma actuación y poder darle una alegría completa al pueblo blanquiazul.
Un joven con agallas
Dentro del rectángulo de juego, Hugo y Teófilo no serían los únicos que se llevarían las palmas. Desde la zona posterior, aparecería un jovencito llamado César y apellidado Gonzales, que se había ganado la chapa de Chalaca por la peculiar y constante forma de utilizar esta jugada en el terreno de acción. Alternando desde la zona trasera como central, adelantándose tanto que parecía volante de contención, llegaría el primer tanto del partido por obra de Chalaca para poner al equipo arriba apenas en 2 del primer tiempo. Un gol rápido que adelantaría la alegría en el recinto blanquiazul, uno de los más jóvenes del grupo era el creador de una algarabía tremenda a todo el equipo. La gente quería más y la oncena le daría más.
Las estrellas del equipo
Aquella noche, al equipo íntimo parecía salirle todo a la perfección. Los pases realizados al milímetro eran dibujados con tanta perfección que lo que se apreciaba era el arte del que los viejos hablan tanto. En los pies del gran Hugo las jugadas de peligro del equipo del pueblo no se hacían esperar, tanto así que al minuto 21, el Cholo puso el segundo que desató la fiesta en las graderías y delineó sonrisas en los rostros de los hinchas que se habían dado cita con el equipo grone.
Así, seguía el encuentro que se convertiría en una paliza para los de Chiclayo. La dupla Sotil-Cubillas era letal por el control absoluto de la redonda; se podía decir que a 25 de haber iniciado el cotejo, el equipo blanquiazul ya tenía el partido en el bolsillo. Para materializar tal idea, El Nene volvió a inflar las redes contrarias: el tercero llegó a los 28. La celebración no se hizo esperar y, al parecer, duró tanto que el equipo se relajó y dejaron de avasallar a los norteños. Terminó la primera mitad con un Alianza indomable pero que pudo demostrar más todavía.
Un viejo conocido
Era apenas la segunda temporada para Gonzales en su corta carrera futbolística pero otro personaje ya estaba por colgar los chimpunes tras casi 20 años de fútbol ininterrumpido: Víctor Pitín Zegarra. Tras su paso por el fútbol boliviano, el hombre especialista en tiros libres regresó al equipo donde dio sus primeros pasos en el fútbol. En aquel memorable partido, Pitín sería el último en hacer su participación en el marcador. Cubillas ya estaba en los camerinos, pero Sotil no. En el minuto final del encuentro, el Cholo recordó sus mejores épocas en el Barcelona: con gran facilidad sacó del camino a tres zagueros del equipo rival y cedió al experimentado Víctor, quien con 37 años a cuestas, destruyó el arco de Juan Carlos Jaime y decretó el último tanto del partido.
4-0 inobjetable que haría que el sonido de las palmas de los aficionados se combine con el pitido del árbitro que dio por concluido el encuentro. Al término de la temporada, Alianza Lima sumaría un torneo más en su palmarés; Juan Aurich, en cambio, fue relegado a la zona baja de la tabla quedando en la ubicación 13 a dos puntos de la promoción que tendría a Cienciano como el equipo descendido. En este 2011 las realidades son un tanto diferentes, Aurich está en los puestos de vanguardia jugando la final contra los íntimos pero el devoto blanquiazul espera que se repita el mismo marcador.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
