Aurich - Alianza Lima: El espíritu de Naylamp

Mientras Quina alza la copa y Guadalupe ensaya su bailecito, resuena una canción de Queen en el fondo del Nacional semivacío. Pero en la mente de esos dos sexagenarios que no saben inglés y, apretujados contra el muro de Occidente Intermedia gritan, afiebradamente y puño en alto, "!que viva Chiclayo!", retumba con seguridad un huerequeque. Ellos no están ataviados con camisetas rojas de marca original, como tantos de los que se suman al festejo en Norte y Oriente del coloso de José Díaz; ellos lo único que tienen rojo es el corazón.
Corazón, rojo es su corazón. Ese que acaso, cuando eran solo niños, se les quebró con la noticia de la tragedia del bus que se estrelló en el Cruce de la Muerte cuando su querido 'Ciclón' regresaba a Chiclayo por la Panamericana Norte tras haber jugado con el Rambler de Trujillo. Ese que palpitó en el verano del '69, primero, en las mismas gradas del Nacional cuando el 'Jet' Gallardo le robó la ilusión del primer título, y que meses después vibró con la radio pegada a la oreja cuando la gran tarde del 'Flaco' Mendoza, el olmano más querido, para aquel fantástico triunfo sobre la Católica en el mismísimo Santiago. Aquel corazón que se alegra cuando evoca la polca que dice que el Aurich con los grandes se midió pero nunca se achicó porque le sobra moral. Y que recuerda cómo Vallejos en primera se la daba a Mosquera, y este la bajaba un poquito para Castañeda, quien levantaba el centro hasta que la peinaban Merino y Orbegoso y Reyes anotaban el gol. El que sufrió otra vez con la radio esa tarde del '83 en la que el 4-1 a Huaral no servía porque desde Puno no llegaban noticias de que Boys le hiciera un gol al Ugarte para la salvación. El que se indignó, maldita sea, con la absurda fusión con el rival interprovincial, ese del gallito que hoy se muere en Segunda Distrital, en una de esas cosas raras que solo ocurren en el país donde una hora antes de los partidos no se sabe si se van a jugar. El que respaldó la continuidad del viejo Sanjinez en la Finalísima del '97 y gritó a todo pulmón el gol de Johhny Mujica, el que se acostumbró a escuchar Caballo de la Sabana al son de la casina orquesta del Elías Aguirre y se ilusionó cuatro años luego con el Arcerejé de Medardo y la punta que se alcanzó por unas fechas. El que volvió de la mano de la 'Pepa' y que después de sufrirla contra Minero una noche de Matute, solo supo construir un camino de éxitos hasta que hace unos días, en ese mismo estadio de Matute, se puso al borde de la alegría más grande de su historia gracias a un tal Zúñiga que luego vio una roja del color del corazón de ese par de viejos sexagenarios.
Para el individual: Valió la Penny esperar
La final del Descentralizado 2011, a pesar de la ignominia en la que algunos dirigentes y autoridades se empecinaron en refundirla por su incapacidad e insana mediocridad, será felizmente recordada por algunas escenas de arrojo individual. Como las que protagonizó Diego Penny con una actuación sólida durante los 120' y definitivamente capital en los penales atajados a Trujillo y Vílchez. El espigado portero respondió con suficiencia incluso a los tiros de lejos, que más de una vez le han jugado malas pasadas, y fue baluarte para mantener el cero. Algo parecido ocurrió en el arco del frente con Salomón Libman, clave para sacarle un mano a mano a Tejada que llevaba destino de red. Ciciliano, siempre parejo, y Merino, especialmente quimboso y pletórico en amagues, fueron los otros valores destacados del nuevo campeón, mientras que en Alianza Fleitas suplió con coraje y tesón las deficiencias de una defensa que esta vez sí tuvo capacidad de respuesta en el juego áereo.
Para el táctico: La cultura de la necesidad vs. la teoría de la abundancia
Ausente Montaño, estaba claro que el llamado a reinventarse era Alianza. Pero Arrué apostó por mantener el esquema, y ello le resultó mientras el físico y el linaje no hicieron su parte en esta tercera final. Hurtado tapó a Quina -lo sobrepasó con frecuencia, de hecho- y Trujillo, recolocado como volante, hizo lo propio con Guizasola; pero con el correr de los minutos la verticalidad trocó de lado. Umaña leyó bien -y rápido- el partido y, en pleno primer tiempo, lanzó a Molina al campo para que Ciciliano se fuera a segunda línea y, como en Matute, Merino no tuviera encima el peso neto de conducir. Cuando eso ocurrió, el '28' del 'Ciclón' dejó de ser de YouTube y pasó a amagar en el césped del Nacional, suelto y libre para crear. Alianza se vio obligado a variar por lesiones: Ovelar estaba inapto para jugar y con él se regalaron 45' que bien pudieron ser para Fernández o para el propio Soto, quien cuando entró no desentonó del todo, y luego con Quinteros se fue del campo la mayor cuota de bagaje que los blanquiazules tenían para jugar un partido reservado para gente grande. Así, mientras Umaña podía darse el lujo de guardar un cambio como el de Sheput solo para patear un penal, Arrué apenas tenía margen para mandar a Corrales por un Prado aún resentido; diferencias que inclinan balanzas.
Para el emotivo: El fútbol le gana a la inutilidad
El Nacional comenzó la tarde con un marco impropio para una final, en parte por el necio horario y sobre todo por las folclóricas idas y vueltas que hubo toda la mañana y tarde sobre la realización del partido. Pero como siempre, el público le respondió con creces a los que buscan hacer del fútbol una de las últimas lagunas chichas de la sociedad. La gente fue copando el Nacional en sus cuatro tribunas hasta completar el aforo puesto a la venta hacia el inicio del segundo tiempo. Contra lo que se creía, primó el orden: en Norte coexistió la mitad de la tribuna vestida de rojo -llegaron 14 buses de hinchas desde Chiclayo para el partido- con la otra mitad de blanquiazul, y en Sur a nadie se le ocurrió colarse por la parte de la tribuna que no tenía planchas de policarbonato. Por el contrario: la gente de Alianza le dio un sopapo en el ego a los modos gansteriles de algunos de sus dirigentes y, una vez terminada la tanda de penales, se limitó a retirarse en calma y hasta muchos de pie en las tribunas preferenciales aplaudieron el merecido logro del 'Ciclón', que celebró su hito histórico con su gente y pudo dar la vuelta olímpica con toda la libertad del caso.
Para el estadístico: Desbalance hecho penales
Un dato ejemplifica el desbalance notorio existente entre ambos planteles en este tercer tramo de la final. Mientras Aurich tenía antes de la tanda de penales a pateadores consagrados como Ciciliano, Sheput, Manco o Tejada -estos dos últimos ni siquiera llegaron a disparar-, de los 11 hombres que Alianza tenía en el campo al cabo de los 120', solo uno había convertido goles de penal a lo largo de su carrera. Se trataba de Cristofer Soto, quien le convirtió desde los doce pasos a Bolognesi jugando para CNI en 2009, y únicamente esa vez. Los otros 10 aliancistas con los que Arrué podía armar su lista de ejecutantes jamás habían convertido un penal en Primera, así como lo lee. En parte por eso tenía que ganar Aurich.
Y también tenía que ganar Aurich para que esos dos sexagenarios, posiblemente amigos de toda la vida, fueran los embajadores más felices de la Ciudad de la Amistad una histórica noche de diciembre de 2011 en la capital de la República. Para que así, abrazados, ambos sigan mirando al cielo desde Occidente Intermedia para agradecer haber tenido vida para ver esto; para que así, abrazados, puedan emprender el viaje de retorno al norte y caminar como cada domingo por la tarde rumbo al Paseo del Deporte, mimar allí la copa y luego pasearla por Salaverry, pasando por el arco hasta que ella se convierta en Elías Aguirre y luego doblar en Balta para perderse en los gritos de "Ciclón, Ciclón" de un pueblo para el que los 14 de diciembre de cada año jamás volverán a ser los mismos. Para irse por el resto de sus vidas gritando, con toda la fuerza que el espíritu de Naylamp podría imbuirles a sus rojos corazones, "que viva Chiclayo"; y para que el día en que se mueran se vayan recordando la imagen de Penny atajándole el penal a Vílchez, como clímax de una historia que hace 89 años tuvo partida de nacimiento en la hacienda Batán Grande y de cuyo corolario sus ojos, a diferencia de los de don Juan Aurich Pastor, sí han sido testigos de privilegio.
Fotos: José Salcedo y Wagner Quiroz / DeChalaca.com
Leer más...

Ningun hincha de alianza aplaudio al aurich no mientas, en realidad alianza fue mucho mas en este partido y si llegamos a los penales fue gracias a Penny nada mas...
Esperemos que el 14-DIC-2011 sea un punto de partida y no un punto de llegada, que se inicie el desarrollo del deporte y actividad humana mas bonita que existe con niveles de profesionalismo, en el Aurich, en Chiclayo, en el norte; que dentro de 10, 20 ó 30 años no se quede en un mero cantico de hinchada, como aquella del sur que dice "como en el 81".
Para mejorar el fútbol peruano debemos mejorar todos, debemos lucharla todos y saborear los triunfos todos.
Sin ser hincha del Aurich, ni norteño, que gusto me dio el triunfo de ayer porque además de ser un triunfo contra el centralismo, es un triunfo de una institución que se lo merecía (no está en temas de deudas, de violencia, de dimes y diretes, etc.)
Y el año que viene nos veremos en HUANUCO, para ganarles como este o el año pasado, solo que ahora les esperaremos con mas ganas.
Festeja aurich es tu momento.
P.D. el cuto es buena gente y todo pero para la lbertadores tienen que tener centrales seguros.
PD: Los demás sigan mirándonos por TV en la copa, como lo hicieron en estos "Play Offs".
Saludos,
SI CUÑAO NO SABES COMO ME DUELE JAJAJAJA
Punto aparte para la organización de los dos últimos partidos. Un desastre. Horas haciendo cola en matute por gusto. Para el primer partido, ni siquiera pusieron a la venta sur: todo fue a parar a los revendedores por lo bajo. Y para entrar al Nacional, abrieron sur a las 3:55, el colmo! Pero igual, por ver a Alianza volvería a aguantar toda esa desazón.
Por otro lado, felicitaciones para el aurich. Equipo sin problemas, plantel amplio, cuerpo técnico de nivel. Así y todo, casi se les escapa...
Finalmente, la única persona de Alianza que creo que ha recibido su merecido es el tal 'JulioAL1901', usuario que reúne las características que se le podrían imputar a hinchas de otros clubes populares, pero difícilmente a uno de Alianza: petulancia, soberbia, altanería. Te lo digo así, me da vergüenza que seas de mi equipo. No se quien te ha dicho que (en el Perú) merece ser campeón el que ha hecho más puntaje; aquí nunca ha sido así, revisa las estadísticas.
El próximo año a tu lado Alianza, como siempre, demostrando por qué eres el más grande y popular.
Twitter: @jrichard1802
Joel, efectivamente, no tienen vela en este entierro, pues PELEARON LA BAJAJAJA, entiéndanlo. Sigan viéndonos por TV para que aprendan algo de los mejores. La realidad es que, mientras ustedes seguro no van hacer ni pretemporada, nosotros vamos a estar jugando la Libertadores. Entonces, me Río de Jajajajaneiro.
PD: Raiden, sé que te duele (JAJAJA).
Saludos.
Repito Alianza Lima fue mas en el saldo de los 3 partidos jugados y merecio campeonar largamente. Los penales son una ruleta que favorecio al aurich por tener mejores pateadores y un arquero de casi 2 metros de altura, nada mas, en el juego hubieron momentos del partido en Lima donde Aurich atacaba solo con Tejada y sus 10 jugadores atras esperando los penales. Un resultado justo debio ser 3 a 0 para alianza y nadie estaria hablando del aurich ahorita...Es la verdad.
Saludos que el próximo año es nuestro.
Saludos.
aurich es el campeon
ustedes los subcampeones ( una vez mas )
Saludos.
me burlo de su subcampeonato
al igual que en la final del 86 un equipo que nunca gano nada. lo hizo en su cara.
GRANDE CHICLAYO!!!!