Pirata - Santos: Piratas en el Callao

Dos penales atajados son carta de presentación para cualquier figura de un encuentro. Lo realmente particular, sin embargo, es que esa figura explique desde su propio arco el buen desempeño de su equipo en el pórtico opuesto.
Nils Alania no solo tapó dos penales y se erigió, así, en la gran figura del inicio de la Finalísima de la Copa Perú. En realidad, su mayor mérito fue que asustó a sus pateadores de turno: Saúl Reyes y Miller Romero lanzaron sendos tibios remates -esquinados- que fueron presa fácil para los reflejos del cancerbero. Y eso dio el soporte a Molinos El Pirata para escribir, en el otro lado del campo, la crónica de un debut inmejorable en la fase decisiva del "fútbol macho".
Pero ese no fue el único aporte del guardameta y capitán del equipo de José Leonardo Ortiz. En el duelo personal contra el mismo Reyes, Alania siempre salió victorioso. En más de una ocasión le robó el grito de gol al movedizo atacante, incluso en algún mano a mano. Y como si no bastara con eso, el exgolero de Willy Serrato también mostró liderazgo para ordenar a su defensa.
Fuera de la gran actuación de su guardameta, Pirata no sintió la ausencia de su goleador Jossimar Serrato (9 tantos hasta ahora en la Etapa Nacional) pues la suplió con Álex Valera, quien rindió de maravillas. El zurdo anotó dos tantos, y también se subió al podio. Junto a él, se paró el binomio de volantes: Luis Flores y Carlos Canales trabaron y armaron juego, y en el medio sector fueron auténticos comandantes sin necesidad de recurrir al juego brusco.
Del lado de Santos FC, el único que se salvó de la deshonra fue Fernando Cano. En los escasos minutos que tuvo sobre el césped llevó zozobra a la dupla de centrales leonardina compuesta por Manuel Calderón y Heison Hoyos. Por otro lado, Kenyi Barrios contó con dos ocasiones inmejorables para anotar, la más clara en el último minuto del primer tiempo: solo frente a Alania, lanzó el balón a la red lateral izquierda.
Y como si se tratara de una tragicomedia, el rol de parodia lo puso el arquero del elenco vistalegrino, Irvin Romero. A los 65', cuando su equipo iba dos goles abajo, quiso vestirse de Ronaldinho: intentó amagar a dos rivales y dar un pase mirando a otro lado. Pero las cosas le salieron un poco más terrenales, y solo le quedó mirar cómo Alejandro Ramírez -refuerzo fichado para esta Finalísima, luego de su paso por El Inca de Chao- le robaba el esférico y anotaba a placer.
En realidad, el DT corsario Juan Carlos Bazalar movió de gran forma sus fichas con los ingresos de 'Jarrita' Ramírez y Darwin Damián, el primero hizo un gol y habilitó otro, y el segundo marcó el cuarto y definitivo tanto. Por todo eso, el equipo que ya no lleva a Jack Sparrow en el pecho pero sí intentó mantener su espíritu filibustero en las orillas del Callao fue eficaz y selló una victoria categórica. Habrá quienes digan que fue demasiado premio, pero el fútbol se mide en goles -y en penales atajados-.
Fotos: Álex Melgarejo / DeChalaca.com
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La ficha del Molinos El Pirata 4 - Santos 0
