Aurich - Vallejo: No está muerto, está de parranda

Si hay un símbolo que premia al buen fútbol es el 3g. Así se sintetiza el ganar, gustar y golear. Rara vez aparece en el fútbol peruano y esta noche fue una de esas excepciones. Lo consiguió el Aurich de Franco Navarro con un planteamiento tan ofensivo y arriesgado que más de uno hubiera considerado suicida. La razón es simple: después de tres partidos sin jugar, Aurich tenía que matar para no morir.
Quinteto de cuerdas
Apunte y enumere: Hurtado, Chiroque, Candelo, Ascoy, Ibarra. Navarro dispuso esta vez un 3-4-1-2 que es habitualmente empleado por otros equipos, pero lo rellenó con nombres plenamente ofensivos. La novedad principal fue jugar sin marcadores de punta: lanzó por las bandas a Hurtado y Chiroque, hombres de ataque. Su defensa solo quedó con el apoyo, unos metros más adelante, de la dupla La Rosa-Zegarra. En suma, Navarro partió al equipo (cinco para atacar, cinco para defender) y le funcionó.
Solo mandó indirectas
Vallejo se encontró con un gol en contra antes de los diez minutos (un misilazo de Juan Carlos La Rosa tras un tiro libre indirecto), pero, más que la desventaja, lo que lo descolocó fue la sorpresiva formación aurichista. Viera no leyó el partido o, si lo hizo, no tuvo los hombres para contrarrestar la propuesta de su rival. Porque, sin hombres de marca a los costados, Aurich le dejaba una magnífica ocasión para explotar las puntas. En cambio, Vallejo sobrepobló su mediocampo con hombres de transitar pausado, como Faiffer, Páez y Cordero; salvo este último, que fue el mejor de su equipo, los poetas no tuvieron guía, sumándose el discreto desempeño de Meza Cuadra y Caldas.
Por el lado más delgado
Con la idea de Navarro, Aurich fue funcional. Tuvo a Candelo para los pases largos, a Hurtado para la proyección y a Chiroque (la figura) para el desequilibrio. Por ello, pese a que el partido con el 1-0 aún tenía un ritmo parejo, el local se mostraba más versátil en ataque. Vallejo tuvo sus mejores momentos en los primeros 15 del complemento, en los que se lucieron dos nombres: Luis Cordero y Erick Delgado. El primero condujo los hilos de su equipo y casi anota con un balazo de 25 metros. El segundo salvó a su conjunto en dos ocasiones: además del bombazo del Pompo, manoteó segundos después un buen cabezazo de Hernández que se colaba.
Hurtado se fue de robo
Tras ciertos apuros, Aurich retomó el trámite sobre los 66, con el buen gol de Paolo Hurtado. Chiroque sirvió perfecto hacia la otra punta y el ex aliancista entró para fusilar a Pinto en primera. Vallejo ya no pudo reacomodarse. Su defensa entró en descentraciones que pudieron precipitar la goleada. Ya el Ciclón tenía el triunfo en el bolsillo.
Olas del norte
Los pocos que fueron hicieron bulla. El Elías Aguirre no se llenó, pero los 4 mil y pico asistentes vibraron. El último tramo del partido fue un fiesta, con toques precisos de un lado a otro y oportunidades de gol que hicieron del uff el sonido ambiental del estadio norteño. Tras el tercer gol del Ciclón, con un pase impecable de Candelo y un zurdazo letal del Checho, las olas en Chiclayo dejaron un mensaje: todavía quieren ser protagonistas.
Fotos: La Industria de Chiclayo
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