Áncash - Alianza Lima: Sierra afilada
La frecuencia: CMD
Jorge Kieffer en los relatos y Ramón Quiroga en los comentarios estuvieron a cargo de la transmisión, mientras Bruno Ginocchio estuvo -sudando la gota gorda, por lo visto- a nivel de campo en Recuay. Destacó esta vez la acertada lectura táctica del planteamiento hecho por Gustavo Costas por parte de los narradores y cómo fueron alterándose los sistemas con los cambios y la expulsión de Fleitas.
La pizarra: Cerrar a ultranza
Tal pareció ser la consigna de Costas para un equipo visiblemente afectado por sus miserias dirigenciales y con un entrenamiento menos. Los antecedentes íntimos en la altura -sobre todo en la región Áncash- hicieron que el argentino apostara por un poco ortodoxo 5-cuadrado-1. Pero ese sistema sirve en tanto el cero se pueda mantener más de 15 minutos. Alianza fue incapaz de eso y por ello fue variando el esquema con el correr de los minutos, aunque hizo las correcciones en cualquier sitio menos donde debía: en la frontera entre mediocampo y delantera, porque Fernández no tuvo casi ninguna limpia. Áncash, con una línea al medio donde Juan Carlos Portilla parece haber encontrado su vocación oculta -carrilero por derecha- hizo leña el flanco izquierdo aliancista y sobre el final inclinó el juego más bien a la izquierda para terminar matando el partido al contragolpe.
Los cambiazos: Corregir y no corregir
Pese a tener los dos zagueros centrales resentidos, 'Ropero' Flores no sintió el golpe. A Martínez lo vendó y a Chacón lo sustituyó por el eficiente Vega, que se dio abasto ante el poco volumen ofensivo íntimo. Salhuana, en tanto, quitó vértigo pero aseguró marca por derecha. En Alianza, lo mejor fue el ingreso de Trujillo, quien fue el único que hizo algún tipo de enlace entre el cerrojo del medio y la zona delante del tercer cuarto de cancha. Aguirre ni se notó y Montaño entró tardísimo.
El capo: Willy Rivas
Gran partido del capitán de la 'Amenaza', corriendo a tropel y llevando el ritmo del encuentro. Su diferencial físico fue importante para destruir el flanco izquierdo aliancista, sobre todo en el primer tiempo. Casi a la par estuvo la labor en el carril opuesto de Martín Vásquez: corrió y marcó como un juvenil, y también hizo una excelente labor de troque de puestos con el 'Conejito' Giral según las circunstancias.
El extraviado: José Moisela
Se fue temprano porque no le tomó la mano a los embates de Rivas y Portilla. Por su flanco vinieron los principales ataques huaracinos y Costas, al tener a la mano al dúctil Fleitas para reemplazarlo, optó por enviarlo al banco temprano para sumar un volante más con Trujillo. En la volante íntima desentonó en marca 'Lalo' Uribe, quien hace tiempo no se encuentra con su mejor fútbol.
Jailaits
Facilito nomás: A la salida de un tiro libre medido entre Vergara y Vásquez, Áncash logró comenzar a inclinar la balanza a su favor a los 15'. La zaga íntima dio facilidades para que la pelota llegara limpia al medio del área y Serrano, al paso y de punta, la mandara adentro.
De qué sirvió: A los 69', Mauro -quien a ratos abusó de las amarillas- cobró claro empujón de Solís sobre Vergara en el área íntima. Fleitas fue amonestado por reclamar airadamente, y el mismo Vergara se paró frente al balón, pero le pegó muy fuerte y se fue por encima del travesaño de Forsyth. Cuando ello podía constituir un acicate para que Alianza saliera del letargo, Fleitas se volvió a ir de boca contra el juez y vio la roja. El argentino, que algo de coraje había mostrado en el cotejo, lo echó todo a perder con su flemática actitud.
Allá en la serranía: Sobre el final, Áncash era un solo de contragolpes con el intrépido Giral, quien en una se hizo un autopase de lujo pero definió horrible. A la siguiente, ya en tiempo de descuento, el 'Conejito' optó por remitirse a lo suyo: amagó, la aquietó y se la puso a Serrano. Otra vez a la carrera, otra vez como no queriendo la cosa, la 'Boa' sentenció un 2-0 predecible para un Alianza al que nunca le va bien en altura, menos cuando su caos institucional está al tope.
Fotos: Julián Osorio Sánchez
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