Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLa llegada de Daniele De Rossi a Boca Juniors ha sido de las más influyentes mediáticamente y ha despertado la pregunta de cuánto un jale de esta jerarquía impacta en una liga y qué beneficio esto podría traer a posteriori.

    Eduardo Tirado | @EduardoTL
    Redactor

Si hubiera que contar la historia, de cómo un jugador de tal jerarquía llegó al continente americano, habría que recordar que Nicolás Burdisso cursó por la Roma como defensor antes de recalar en Boca como manager del club bonaerense. Desde ahí, su amistad con el mediocentro italiano le añadió cotidianidad y licencia, porque una amistad de por medio, en esta situación, fungió como garantía. Así, el romano miró esta parte del mundo con una confianza inusitada y encomendó, para muchos, su retiro anticipado en un elenco que, más allá de lo rentable, quizás ofrecía una gloria y sino diferente, que era lo que el jugador buscaba.

No solo un club interesado en levantarse jerárquicamente, como Boca, tapa ciertas carencias pasadas y actuales con un llamado de tal naturaleza. Habría que pensar que pocos fichajes de temporada como este causaron el revuelo que ahora se ha generado con la llegada del ex Roma que prácticamente ha sido recibido en tierras argentinas como una super estrella. Sin embargo, tampoco hay que olvidar que esta movida dirigencial fue en favor de maniobrar la salida de otros personajes importantes del club como Darío Benedetto o el tan apreciado Nahitan Nández, quien acaba de despedirse ante la incertidumbre, a Europa. Si lo que se buscaba era referentes, pues difícil es encontrar quien cubra el espacio dejado por estas dos ausencias. Más allá de lo capaz que pudiera ser el italiano, imposible encontrar otros que entraren a cumplir esa función de manera tan natural.

No hay nada de malo, claro está, en optar por jales de envergadura para fortalecer o enriquecer la idea de qué tan vistosa o comercial puede ser una liga a comparación de otras. Habría que recordar que en México y Estados Unidos es una estrategia utilizada constantemente y les ha venido bien para hacer que los reflectores apunten hacia estas ligas en específico. La llegada de jugadores como Wayne Rooney, Zlatan Ibrahimovic y demás, son solo parte del colofón de grandes movidas que se iniciaron con las apuestas por individualidades como Kaká y antes David Beckham. Asimismo, en la liga mexicana, llegadas como la del francés André Pierre-Gignac, goleador de Tigres vieron este movimiento rentable futbolísticamente, también.

Ibrahimovic en LA Galaxy (Foto: AFP) 

En nuestro país, no se logró completar la chance de traer a un jugador campeón o excampeón del mundo, pero se trajo a un excampeón de América, como Egidio Arévalo, que acaparó la mirada de los medios y levantó el producto Municipal por un tiempo, antes de su partida prematura. De hecho, su aporte en cuanto a experiencia, dentro del plantel, fue seguramente importante, a pesar de que solo pudo departir poco tiempo con “La Academia”. Es que también hay que tener en cuenta la contraparte de realizar este tipo de contrataciones: el aspecto económico. Habría que ver cuántos clubes están tan organizados financieramente como para poder solventar pagos que rentabilicen el mercado peruano para que jugadores, como Arévalo, puedan recomendar esta liga para jugar unos últimos años a otros elementos que puedan generar ese mismo impacto, cual De Rossi en Boca, y conmocionar a los simpatizantes en medio de un boom marketero.

Lo cierto es que el mercado sudamericano cada vez está más abierto a recibir jugadores que puedan, tal vez no solo por nombre, consagrar a algún club tras una larga trayectoria en otro continente o país. En cuanto a elencos peruanos, la experiencia vivida con Arévalo fue parecida, salvando las distancias, pero habría que ver cuáles fueron las dificultades para tratar de resolverlo en son de que esto se sostenga de manera definida y se pueda facilitar el mercado para que distintos elementos puedan llegar a sumar con garantías de por medio. Quizás más adelante, con un estudio más preventivo por parte de los clubes, se pueda acceder a contratar a este tipo de estrellas sin que parezca un lujo y se pueda acostumbrar a que la liga tenga diferentes exponentes internacionales de calidad que puedan levantar el nivel de los equipos y, consecuentemente, de la liga en general. Una inversión interesante que, quizás dada la realidad económica de muchos cuadros peruanos, solo pocos, por el momento, podrían animarse a realizar.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: AFP


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