El Partido del Fin: Letras en el tiempo
La 'I' y la 'W' se volvieron a encontrar en el clásico de Cañete. Atlético Independiente y Walter Ormeño midieron fuerzas en el Roberto Yáñez por la Tercera Fase de la Etapa Provincial. El saldo fue un 1-1 que dejó la llave abierta.
Estos clásicos que rememoran épocas de oro en Cañete se viven de manera especial. Walter Ormeño de Imperial, que militó en el fútbol profesional en 1974, y Atlético Independiente, que sin duda es uno de los más exitosos y entrañables en San Vicente, protagonizaron este fin de semana el duelo por excelencia, que tendrá su segunda parte la próxima semana en el Óscar Ramos Cabieses. Por eso, en el marco de los encuentros de ida por la Tercera Fase de la Etapa Provincial de Cañete, este cotejo tiene todos los galones para ser considerado El Partido del Fin.
¿Cómo así?
El Club Deportivo Walter Ormeño fue fundado el 10 de octubre de 1950. Según cuentan, su denominación se debe a que los fundadores del club eran en su mayoría hinchas de Universitario de Deportes, por lo que decidieron bautizar al equipo recién fundado con el nombre del arquero crema. Ormeño, inicio su vida futbolística en la Liga Distrital de San Vicente, donde permaneció por espacio de 2 años hasta lograr su ascenso a la Primera División Distrital en 1953. En la Primera División logró el subcampeonato durante dos años consecutivos. En 1957 se crea la Liga Distrital de Imperial y el elenco ormeñista pasó a formar parte de esta liga, consagrándose campeón por varias temporadas.
En 1974 la FPF realizó una variante en la Copa Perú y decide no jugar la Finalísima y ascender directamente al Descentralizado 1974 a los ocho campeones regionales. De este modo, Ormeño logró su ascenso a la máxima categoría luego de eliminar en la Etapa Regional al Octavio Espinosa de Ica. En su única experiencia en la categoría de honor se ubico en el diecisieteava casilla pero, como el sistema de descenso era muy complejo y como Lima Provincia tenía dos equipos, al igual que Arequipa y Lambayeque, los peores ubicados de esas regiones debieron jugar un triangular en Lima para decretar a los descendidos.
Así, Walter Ormeño, Juan Aurich y FBC Piérola fueron los equipos que jugaron ese triangular, descendiendo el cuadro arequipeño a la Copa Perú y Ormeño a la Segunda División. Tras su paso fugaz por la máxima categoría, empezaron a perder el protagonismo de antaño y solo estuvieron a punto de ascender en 1988, pero perdieron en la definición por penales ante Juventud La Palma. En 1990 quedaron subcampeones del torneo de ascenso y al año siguiente, debido a la reestructuración del torneo, retornaron a su liga de origen.
En tanto, el Club Atlético Independiente de San Vicente de Cañete se fundó un 30 de agosto -fecha en la que también se fundó la provincia de Cañete- de 1938 y, desde aquel entonces, es el equipo más exitoso y emblemático del sector. Conocido como el 'Dale I', protagoniza el clásico cañetano ante Walter Ormeño desde siempre. En la década de los 70' y 80', la 'I' tuvo en sus filas a jugadores memorables como Julián 'El Chino' Cuzcano, Samuel Peves, Juan 'Chaveto' Solano, Julián Laguna, Oscar Bermúdez, Luis 'Piolín' Castillo, Julio Navarrete y Sixto Rivas, entre otros recordados de temporadas exitosas en el ascenso.
Su última gran participación en las lindes del ascenso la tuvo en 2004 cuando, tras eliminar en semifinales a Academia Daniel Ruiz de Huaral, obtuvo un lugar en la Etapa Regional. Previa a su participación en la siguiente instancia, perdió la final ante Juventud Torre Blanca de Chancay -que sacó al comeño Águilas de América en la otra semifinal-. En la Regional, sacó de carrera a Sport Las Mercedes de Ventanilla en partido extra y, ya instalado en la final, se cobró la revancha ante Juventud Torre Blanca asegurando un triunfo por 0-2 en Huaral y un empate a uno en Cañete, con lo que consiguió por primera vez un lugar en la Etapa Nacional. Desafortunadamente, su novicia le pesó cayendo estrepitósamente en octavos de final ante Olímpico Somos Perú.
El Partido
Con un escenario copado por la gran cantidad de espectadores que querían vivir el clásico, la expectativa crecía. Cabe señalar que Walter Ormeño desentonó desde lo estético al presentar un uniforme blanco con ribetes granates, cuando la blancura de su uniforme era su identidad. Al margen de los amantes de la belleza, la primera parte del partido no tuvo tantas acciones de gol como se hubiese especulado, pues ambas escuadras optaron por el estudio táctico. Por los albos, las incursiones de Bravo, Pool Espinoza y Valdizán crearon zozobra en una zaga roja impenetrable. Por su parte, los contragolpes rojos también hacieron daño con Bautista y el 'Fantasma' Espinoza.
En la segunda mitad, Walter Ormeño sufrió la expulsión del 'Cholo' Aparicio, que a los 52' se ganó la primera amarilla y la segunda a los 67', situación propicia para que la 'I' domine las acciones. Con la ventaja numérica, el elenco rojo se fue con todo hacia la portería de Farfán. Sobre los 81', Pedro Bautista logró poner en ventaja al conjunto local desatando la locura en el Roberto Yáñez; sin embargo, no pasó mucho tiempo pues a los 83', un contragolpe a favor del cuadro de Imperial generó un penal que Pool Espinoza con potente derechazo cambió por gol.
En los minutos restantes, el trámite del encuentro tuvo a la 'I' atacando y los ormeñistas replegados, pero apelando al contragolpe hasta que Aldo Luy diera el pitazo final. El 1-1 le dio una ligera ventaja al histórico que militó en la máxima categoría, pues el gol de visita influye en el global para lo que será el encuentro de vuelta en el Óscar Ramos.
Atlético Independiente (1): Angel Febres; Junior Cóndor, Antonio Zarate, Javier Chau, Camilo Zegarra; Adolfo Vera, Ignacio Cárdenas; Enrique Trujillo, Jair Cárdenas; Pedro Bautista, Pierre Espinoza. DT: César Quinto Manzo.
Walter Ormeño (1): Roberto Farfán; Ederzon Luna, Wilfredo Aparicio, José Sigueñas, Víctor Joya; Danter Espinoza, Abraham Huaccani; José Cotillo, Pool Espinoza, Anthony Bravo; Víctor Valdizán. DT: Santiago Espinoza.
Fuente y foto: Juan José Torres
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vamos independiente equipo copero tu puedes.
