San Martín - Vallejo: Vueltas que da la vida

¿Cuál fue el último equipo que perdió dos partidos seguidos tras ser campeón?
Hoy, más que nunca, San Martín debió contar con el apoyo de sus profesores de matemática. Porque, de otro modo, no se explica la anticipada vuelta olímpica que dio cuando aún los números no cierran el título nacional que seguramente será suyo.
Facultad de derecho
El partido ante Vallejo fue un trámite. Aburrido por donde se le mire. San Martín ejerció el derecho (el mismo que ejerció la U en las fechas finales del Apertura) de poner a un equipo plagado de suplentes y juveniles que permitiera cumplir con la Bolsa: Rebaza, Saco Vértiz, Álvarez, Cueva, Molina y Huerta fueron algunos de los nombres que, titulares o ingresados, engrosaron la nómina del campeón del Clausura.
Tienen la bolsa
De las caras nuevas, el debutante absoluto en el equipo de Rivera fue Luis Enrique Álvarez. Pero no se crea que Vallejo salió con lo mejor de lo mejor. La Bolsa de Minutos también obligó a Viera a realizar variantes, como el arranque de jóvenes como Joseph Vera y Yuri Miñano.
Estadio callao
El silencio de las tribunas solo tuvo excepción en el sonido de las radios. Casi todos los oídos estaban en el Miguel Grau, con la U desfalleciendo ante el descendido Boys. Vallejo, de paso, tenía la mente puesta en Caraz, donde jugaba el rival al que debe alcanzar: Sport Áncash.
Tarde de Reyes
Dentro de lo destacado estuvo la grata reaparición de Jorge Reyes, back central de la San Martín, que volvió a los gramados luego de una para prolongada: con precisión, desde la lesión a la rodilla que contrajera en el primer duelo copero ante River Plate.
Tiene pantalones Lee
Vallejo, pese a alinear también a algunos jóvenes, fue el que más buscó el partido. Lee Andonaire fue su figura excluyente. Un cabezazo de Bonjour, un remate de Guevara y dos testazos de Gabriel García anunciaban lo que se vendría a los 62: el mismo Gabo dio el derechazo que superó al arquero Farro.
Malos anunciantes
Luego del gol, ambos equipos se dedicaron a rotar el balón esperando el pitazo final. Cuando llegó, se desató la confusión. Apurados por los resultados de último minuto (sobre todo el de Caraz), muchos medios informaron que la U matemáticamente ya no podría clasificarse entre los siete. Los muchachos de Rivera no tuvieron quién los auxiliara de tan equivocado anuncio (el canal de televisión que transmitió el duelo, incluso, entrevistó al Chino como campeón nacional) y dieron la vuelta.
Caer para ganar
Ahora se verá la gran paradoja del sistema de la emoción. Será más descarnado de lo que se preveía: si San Martín quiere ser campeón nacional, debe caer (o empatar) ante Gálvez en Chimbote, pues es este el único equipo al que la U podría alcanzar. Una demostración más de que es el sistema del torneo al que, de una buena vez, hay que darle vuelta.
Fotos: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
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¿Cuál fue el último equipo que perdió dos partidos seguidos tras ser campeón?

hablar del sistema del torneo es un tema complicado pero no hay que negar que la emocion por saber quien sera el campeon y por que equipos pelearan la baja dura hasta el final.
Con la esperanza de que no nos desafilien para que haya un campeonato muy competitivo
Angel
Saludos..