Cienciano - Bolognesi: Hay más sobrevivientes

¿Qué consiguió hoy por primera vez en Cusco Roberto Mosquera?
Con Bolo no hubo rezos, plegarias, entradas populares y cobertura mediática. Pero se la jugaba toda en Cusco y cumplió. Sanó en algo la complicada y discreta campaña 2008, inesperada por los antecedentes y por el rumbo que fue tomando en este Clausura.
Lo desconocido
El año pasado Bolo empezó mal (como casi siempre) y terminó como subcampeón nacional. Este año arrancó en los primeros puestos y casi se desbarranca. Los tacneños enfrentaron situaciones inéditas que los llevaron a tener tres técnicos en un año. La llegada del último, Roberto Mosquera, resolvió algunos problemas, como la ubicación de determinados jugadores, en la que Torrente repitió errores propios de un entrenador que no logró adaptarse rápidamente al medio.
Al tiempo
Cuando Bolo optó por la sorpresa, aparecieron Casas y Ross, que crearon los circuitos para sorprender con una cómoda ventaja. Cuando la cosa se puso fea, con el empate inmediato tras el descanso, fue Manuel Heredia el héroe de la visita. Cumplieron todos, destacaron tres.
¿Salom? No, salados
El Diamante quiso reafirmar su imprevisibilidad y dejó en el banco a Salom, verdugo de Alianza a mitad de semana. Quedó fuera también Olcese y arrancó Ñahui, desacertado en todo. También estuvo desde el inicio Piero Alva. Cienciano no repitió su fórmula ganadora, necesaria para cerrar la campaña en Cusco con una victoria. Con esta decisión, Uribe queda en posición muy vulnerable frente a los arrebatos de Juvenal.
Sorpresa junior
Ross se dio cuenta de que, si hoy Bolognesi tiene un símbolo, es él. Y se cargó el equipo al hombro, participando en los dos goles visitantes. En el primero, con un autopase y un toque en primera a Demus, que anotó. En el segundo, con otra asistencia a Demus que, trabado en el área, permitió el penal que Barros transformó en el 0-2 parcial.
Montes y desmontes
Mauricio Montes siguió certero de cara al gol y descontó con un zapatazo. Marengo puso el previsible 2-2 reiniciado el encuentro. Se esperaba el cargamontón local, pero el equipo se descontroló. Machito Gómez pudo ganarse la roja con una patada artera (Víctor Hugo Rivera, reincidentemente manejador, perdonó) y Bolo cerró el empate con los ingresos de Zela, Linares y Chumpitaz.
Buenas nuevas
Como a Alianza, a Bolognesi la salvación lo sorprendió en camarines. Terminado el partido, y cuando empezaban a pensar en el duelo ante Áncash, celebraron el agónico gol de su próximo rival. Y dejaron de mirar a la semana que viene, que ya solo les contará para las estadísticas. 2009 tendrá que ser diferente: para ello, debe deshacerse de la mala costumbre de ser disparejo. Porque los finales no siempre traen alegrías. También pueden venir con ingratas sorpresas.
Fotos: Diario del Cusco
Leer más...
¿Qué consiguió hoy por primera vez en Cusco Roberto Mosquera?
