El revés y ¿el final?

¿Desde cuándo no se fallaba un penal en un Cristal - Bolognesi?
Se jugaban 240 segundos de adición. Minuto 94+. Metía el balonazo Cristal y empujaba el Aurich. Defendía Bolognesi y resistía San Martín. El de hoy se volvió un partido de cuatro, porque tuvo consecuencias casi decisivas para la suerte de otros. San Martín campeón y Aurich descendido se afianzaron como premisas que en breve los números deberían redondear.
Fría nevada
Para Cristal, el partido fue una bola de nieve. El primer tiempo fue acumulando copos de ineptitud y desgano. Los trotes sin fibra auguraban la mala tarde. Bolognesi, eficiente y sorprendente visitante desde que asumió Mosquera, tomó la iniciativa, inquietó a Carvallo y remató al epílogo del primer tiempo. Un autogol de Razotti desató la avalancha.
Mosca de la ruta
El planteamiento de Mosquera fue simple y eficaz. Tres atrás y una línea de cuatro adelante. Con ello, le cerró los espacios a Sánchez y Brasilia, y dejó a Cristal bloqueado, sin alternativa por la ausencia del Chorri. En contención, Novoa y Casas se complementaron bien, cubriendo el despliegue de Uribe y Farfán. La volante de Bolognesi volvió a ser la "maquinita" de tiempos no tan lejanos.
X de Ximénez
Es el goleador y figura excluyente del Cristal 2008. Pero hoy tuvo la tarde fatal que todos algún día tienen, justo en el partido que, por las circunstancias, fue convirtiéndose en el más decisivo de los rimenses en la temporada. Pateó con displicencia un penal (mal sancionado por Pacheco) a los 50. Y en el minuto final desechó el milagro, perdiendo un mano a mano con Heredia.
Ross sin espinas
A la inversa de Ximénez, Ross tuvo una de esas jornadas que a veces ofrece su irregularidad. Hoy fue figura. Pasó cuando y como quiso a la defensa rimense. Disparó el tiro libre que Razotti volvió autogol. Se esforzó por generar contragolpes. Tapó salidas. Inquietó, fastidió y angustió al rival. Hoy, Ross no dejó margen para el reproche, más aún en un partido fundamental, que pone a Bolo siete puntos arriba del casi condenado Aurich.
Con Barros lo sepultó
Cuando Cristal sufrió otro de sus bajones anímicos, exactamente cuatro minutos después del penal errado por Ximénez, Juan José Barros desdobló por izquierda, quebró y mandó un derechazo al ángulo opuesto de Carvallo. La hinchada celeste, por un momento, olvidó los insultos a Burga y Woodman, y los trasladó a sus jugadores.
Nunca tiene su final
El gol de Wenceslao Fernández fue una de las tantas ilusiones que generó Cristal este año. Y que se quedaron en eso: bluffs futbolísticos. Como en el Apertura, perdió aire, fútbol y ganas sobre el final. Antes fue la U, ahora es la San Martín quien se regodea en su desdicha. Otra vez Cristal, protagonista en casi toda la trama, no aparece en el capítulo final.
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
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