Larry con gol
Melgar y Cienciano igualaban a cero en lo que parecía ser una lucha marcial. Patadas, manotazos, insultos y reclamos se imponían en el Clásico del Sur. Sin embargo, una pelota larga le quedaría a Larry Yáñez, quien, dejando de lado los preceptos del antifútbol, mandó notable sombrerito y posterior zurdazo que sorprendió a Cisneros para desatar la alegría en Arequipa.
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Fotos: Prensa FBC Melgar
La redacción de esta crónica pudo -debió- convertirse en un dechado de complacencia si a los 59 la fantasía futbolística de Sergio Ibarra se hubiera validado como gol. La chalaca inverosímil del Checho fue descalificada decididamente por Carlos Gonzales, tan alejado como anonadado por la jugada del cordobés. Era demasiado increíble para ser real.
LA OTRA MANO
Ibarra reclamaría airado, sorprendido por el fallo del juez como por la acción que había sido capaz de hacer. Lo cierto es que la mano existió, pero no -como en apariencia podrían haber supuesto los árbitros- en el momento que el delantero bajó el balón, pues lo hizo con el pecho; sucede que al darse la vuelta para impactar el balón, este rozó en su mano derecha. En fin, Checho, en DeChalaca.com teníamos ya reservado para ti un espacio en nuestro banner principal; y como tú, estamos pasionalmente en contra de que un gol tan bonito haya tenido que ser anulado.
FINAL DISTINTO
Realmente el estadio en pleno había quedado hipnotizado con la pirueta de Ibarra, tan desconocida en él. Hasta sus propios compañeros parecían estarlo, pues a la siguiente jugada Carlos Solís cabeceó sin oposición y la pelota fue a dar milagrosamente al travesaño, que impidió una segura victoria del Rojo. El zaguero inca se constituyó en el elemento más importante en ofensiva, ya que el tridente atacante enviado por Julio César Uribe (Anívole, su hijo Julio Edson y Alva) no causó mayores problemas.
CAMBIO DE ESCENARIO
A partir del primer cuarto de hora, el choque pareció haberse trasladado a La Bombonera, pero no precisamente al recinto del multicampeón Boca Juniors, sino al escenario pugilístico del Estadio Nacional de Lima. Se repartían puntapiés, topetazos a discreción y sonoros empellones. El saldo reflejaba ya cinco amarillas de parte del juez Gonzales antes de que acabara el primer tiempo.
MINIMERCADO
El ecuatoriano Richard Mercado, que tenía un pie afuera de Arequipa al final del Apertura, alineó como titular, pero su aporte es hasta ahora un misterio. Se aleja del imponente delantero que sumaba fuerza arriba. Ibarra no tuvo el acompañante necesario hasta el ingreso de Gárate por el norteño. Del otro lado, solamente Alva se insinuaba como el más incisivo, pero su labor solitaria era rápidamente neutralizada por la línea de tres rojinegra.
EL HIJO ILUSTRE DE LA CIUDAD BLANCA
Es Larry. El mediapunta que hoy actuó como carrilero anotó un importante gol para este Melgar que, sin refuerzos, se nota disminuido. En el 3-4-1-2 de Bobadilla, Salas no termina por hacerse notar y por ello las bandas son el principal argumento rojinegro. Fue recién a los 76 que, tras un balonazo largo a las espaldas de un flojo sistema defensivo imperial, el acertado Gárate pivoteó para que Ibarra cediera de cabeza a Yánez. Este evadió a Bazalar con un tremendo sombrero y sacudió el balón de zurda. Si al golazo del Checho le dijeron no, el tremendo tanto de Larry era enteramente admisible.
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