Amenaza santa
San Martín comenzó con el pie derecho el Torneo Clausura. Se despachó 3-0 con un Áncash que demostró todas las falencias que le van a pesar a la hora de enfrentar la Sudamericana y el campeonato nacional. Ovelar y Díaz cerraron la historia temprano y el partido terminó siendo poco más que un entrenamiento para los santos.
¿Qué significó la goleada para la San Martín y para Áncash?
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
A los 30 el encuentro ya estaba sentenciado y lo demostrado en la cancha anunciaba una goleada. Sin embargo, el equipo albo tuvo tanta piedad como el hombre que inspira su nombre y sacó el pie del acelerador para entrar a modo amistoso y dejar el resultado en un 3-0 que no duele tanto en Huaraz. Cierto, nadie quiere perder, pero ante la posibilidad de comerse más de cinco goles -que no hubiera sido nada extraño- el equipo verde agradece la compasión del santo.
EL BÚFALO DESPERTÓ
Al finalizar el Apertura el rótulo de Decepción no le hubiera quedado tan mal a Roberto Ovelar. Aunque en las últimas fechas había levantado su nivel, las expectativas generadas por su contratación y el encuentro que jugó ante River por la Copa ciertamente generaron que lo hecho por el Búfalo no alcance para avalar al 100% su contratación. Sin embargo, desde el día de hoy, el ariete paraguayo quiere escribir una nueva historia y el haber anotado dos goles en la primera -o segunda, aunque en verdad sea primera pero es segunda, bah- fecha del Clausura es un buen paso. En general, el ataque de los dirigidos por el Chino Rivera funcionó correctamente en todo el encuentro: el buen traslado de pelota de José Luis Díaz, el desequilibrio de Pedro García y la explosión de Ronald Quinteros son las bases en las que se apoya la ofensiva de la San Martín y que deberían meter miedo a más de una defensa en el campeonato.
EL LLANERO SOLITARIO
Dicen que en el puesto de arquero es donde se vive realmente la soledad en una cancha de fútbol. Germán Carty tiene algo que contradecir respecto a eso. El Avestruz las pelea todas arriba, presiona a los defensas rivales y los intenta complicar con el balón en los pies. Pero cada vez que levanta la cabeza se encuentra rodeado de camisetas enemigas y su ataque es improductivo debido a la falta de compañía en sus incursiones ofensivas. Hoy día tuvo dos claras: una se la sacó Butrón y la siguiente salió rozando el palo ante la mirada impotente de los ancashinos. Allende no termina de ser el acompañante perfecto porque a pesar de ser el jugador con más técnica del equipo verde -lo cual no es muy complicado a estas alturas- no logra que sus jugadas terminen llevando un verdadero peligro a los rivales. Lo más productivo del uruguayo Dastés el día de hoy consistió en su salida que permitió el ingreso de Carlos Sotelo. La contratación de Kukín Flores debería-en lo teórico- en acabar con ese problema.
DÍA DEL CHURRITO
No metió gol y tampoco estuvo directamente involucrado en ninguno de los tres, pero todo lo que quiso hacer el Churrito Hinostroza el día de hoy le salió. Recuperó las pelotas precisas y repartió la pelota permitiendo la fluidez del juego. Fue el mariscal del equipo santo y fue uno de los pocos que mantuvo el mismo nivel durante todo el partido luego del vendaval albo que duró 30. Flemita Pérez fue su complemento ideal y desde atrás los dos se encargaron de mover los hilos de los dirigidos por el Chino Rivera. ¿Sabrá el técnico de la selección que son peruanos?
TE VEO VERDE
Fue verdaderamente una lágrima: permitió pasar todo lo que se interponía en su camino y no hizo nada por defender a Carrero. La zaga ancashina tuvo una paupérrima actuación y no asoma nada bueno en el futuro inmediato. Arturo Bustinza era superado una y otra vez y los desesperados Martínez y Cartagena no veían la pelota al momento en que atacaban los santos. Quizá el único que podía hacer algo era el Flaco Masías, pero este en momentos también se contagiaba de la inoperancia de sus compañeros. Al ver que se venía la goleada, Alzamendi movió sus fichas rápidamente e hizo ingresar a Regalado y a Sergio Ubillús por Collantes y la puerta abierta que era Bustinza. Con el adelantamiento de Masías al mediocampo, y cubiertos mejor los laterales, la situación se calmó en la retaguardia ancashina, aunque quizá se deba más a la voluntad de la San Martín. El futuro no asoma bien para el equipo verde. Las nubes no se despejan en Huaraz.
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¿Qué significó la goleada para la San Martín y para Áncash?
