El primero fue el último
Recién con el inicio del Torneo Apertura es que se acabó la pesadilla para algunos de los refuerzos extranjeros que a inicios de año llegaron con la ilusión de jugar el Torneo del Inca, pero que acabaron fuera del campo por un descuido de los clubes que los contrataron. La renombrada segunda disposición final de las Bases del Campeonato 2013, ratificadas para este año, le puso trabas a jugadores mayores de 24 años que venian de actuar en equipos de la Segunda División, tal como con los hermanos Rodríguez (Lucas y Leandro) en San Simón, que terminaron por dejar a los moqueguanos; o a Luis Felipe Cardoza en la Vallejo, que recién debutó ante la San Martín; pero quien más tiempo se la pasó en incertidumbre fue el primero que llegó: Nelson Semperena.
El nombre del defensa central uruguayo sonó en los medios durante la última semana de diciembre como uno de los nuevos elementos de Los Caimanes, que por entonces ya tenía a su compatriota Gerardo Vonder Pütten y al Malingas Jiménez en su plantel. Seis meses después recién pudo pisar un campo de juego. Lo hizo en Moyobamba, formando parte de la línea de tres que dispuso Teddy Cardama para enfrentar a Unión Comercio. De su rendimiento casi nada se puede decir, ya que el resultado (un lapidario 4-0) no da para el análisis individual ante el parejo nivel del equipo.
Tener visión de futuro es una tara que parece eterna en el fútbol peruano. Lo de Semperena es solo un ejemplo de lo que sucede cuando no se toman en cuenta todas las variantes posibles ante una determinada situación, porque así como en esta fecha 1 se le puso punto final al tema de los extranjeros, ¿mañana qué otro tema podrá salir?
Foto: Emilio Ruiz
